Dando la espalda al Paseo del Prado —dónde se aglomeran lo museos más importantes de Madrid—, y con una extensión que roza las 118 hectáreas, el Parque del Retiro goza en la actualidad del estatus de pulmón verde de la ciudad.
Concebido a principios del siglo XVII como jardín real del hoy desaparecido Palacio del Buen Retiro, para disfrute de Fernando VII, la historia de su posterior evolución será un relato sinigual de la caída del poder monárquico absolutista en España.
El Retiro es, además, un baúl de anécdotas y misterios cuya averiguación invita a pasearlo con la vocación del aventurero. Por ejemplo, pocos saben que fue en este parque público donde las tropas napoleónicas construyeron un cuartel improvisado durante la toma de Madrid en 1808. O que su famoso Estanque Grande (el de las barcas) fue en otro tiempo lugar de celebración de legendarias naumaquias —recreaciones de combates navales— para divertimento de los reyes.
- Qué ver y hacer en el Parque del Retiro
- La historia de El Parque del Buen Retiro
- El Retiro en la actualidad: actividades y pasatiempos
- Donde comer en el parque del Retiro
- La Puerta de Alcalá
- Otros parques que visitar en Madrid
- Donde alojarse cerca del Retiro
Debido a la acumulación de conjuntos arquitectónicos, escultóricos y paisajísticos que lo pueblan, El Retiro es reconocido desde 1935 como Bien de Interés Cultural (BIC), siendo destacables, por ejemplo, su Monumento a Alfonso XII, el Palacio de Cristal, el Parterre, o sus más de 19.000 árboles procedentes de 170 especies distintas. A pesar del paso del tiempo, el parque nunca ha dejado de hacer honor a su nombre. Sigue siendo un lugar de descanso para madrileños y visitantes, un oasis accesible en el que refrescarse la cabeza en sus fuentes o donde echarse a descansar bajo la sombra de algún árbol frutal, mientras se escucha Madrid de fondo.
Qué ver y hacer en el Parque del Retiro
En la actualidad, El Retiro es una mezcla muy diversa de ocio y cultura, arte y deporte; todo ello en un entorno de naturaleza en Madrid. La posibilidad de presenciar actuaciones de teatro, danza o música de artistas urbanos en plena calle se entrelaza con un ameno paseo en barca por el estanque.
También existe la posibilidad de realizar la Senda botánica del Retiro, consistente en un recorrido de ocho kilómetros a través de más de ochenta especies arbóreas. O si no, visitar la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías —en la antigua jaula de la Casa de Fieras—. Otros lugares y monumentos imprescindibles en el Parque del Retiro son los que os enumeramos a continuación.
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El Palacio de Cristal
Englobado dentro de la arquitectura del hierro, el Palacio de Cristal es una de las visitas de mayor interés del Parque del Retiro. Fue inicialmente concebido como un invernadero, de ahí que sus paredes sean de cristal, para la Exposición de Flora de Islas Filipinas de 1887. Hoy día es visitable porque se ha convertido en una de las sedes del Museo Nacional Reina Sofía.
El edificio fue construido por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, que se inspiró en el Crystal Palace del Hyde Park de Londres. Su entorno, al lado de un lago artificial, también es magnífico.
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Estanque Grande del Retiro
Uno de los puntos más visitados del parque es el estanque Grande del Retiro, que en otros tiempos fue lugar de celebración de legendarias naumaquias —recreaciones de combates navales— para divertimento de los reyes.
Aunque edificado entre 1634 y 1636 para ser el centro del jardín del palacio de recreo del Buen Retiro, actualmente es el escenario de paseos en barca de remos o en barco eléctrico. Es una de las fotos familiares clásicas de los madrileños, y también de los visitantes. No debe sorprender ver en algunas ocasiones piraguas, ya que algunos clubes de la capital lo utilizan como lugar de entrenamiento entre septiembre y mayo.
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Monumento Alfonso XII
Este conjunto monumental, que fue financiado por el pueblo madrileño, está situado junto al estanque. Diseñado por José Grases Riera y terminado por Teodoro Anasagasti, fue construido a inicios del siglo XX en estilo historicista. El conjunto fue inaugurado en 1922 por Alfonso XIII.
El diseño del conjunto está formado por un hemiciclo, que tiene una doble hilera de columnas de orden jónico, con frisos donde se pueden ver los escudos provinciales de aquella época y algunas escenas de oficios regionales. Justo en el centro se sitúa una torre sobre la que se sitúa una estatua ecuestre de Alfonso XII, que fue realizada por Mariano Benlliure. En su interior se sitúa un mirador que brinda vistas a los barrios de Salamanca y De las Letras, además de algunos edificios de Gran Vía. A los pies de la misma hay una escalera muy frecuentada por quienes se entretienen mirando las barcas, tomando el sol o, simplemente, descansando.
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Paseo de la Argentina
Este es el paseo más monumental del Parque del Retiro, ya que está jalonado por casi un centenar de esculturas de monarcas españoles. Comienza en la puerta de España y finaliza junto al estanque. La realización de las estatuas fue idea del rey Fernando VI y se encargaron a diversos escultores. En principio, cuentan que se hicieron para colocarse en el Palacio Real pero que la reina Isabel de Farnesio tuvo una pesadilla en la que veía como se le caían encima desde la cornisa. Eso explicaría, que todas las esculturas se repartiesen a nivel del suelo en distintos espacios como los Jardines de Sabatini, la Plaza de Oriente y, aquí, en el Paseo de la Argentina.
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El Parterre
Es uno de los lugares más fotogénicos del Retiro, con sus trazados asimétricos y sus árboles perfectamente recortados. Inspirado en el de Versalles, no le falta un detalle, ni senderos, ni fuentes ni esculturas. Fue creado en tiempos de Felipe V, cuando se proyectó la reforma del Buen Retiro, y el diseño le fue encargado a Robert de Cotte, que era el arquitecto de su abuelo Luis XIV.
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La Rosaleda
El mejor momento del año para visitar la Rosaleda del Parque del Retiro es cuando florecen las rosas, en torno a los meses de mayo y junio. No es un espacio de gran tamaño pero es un placer pasear la mirada por los vivos colores de sus más de 4.000 rosales, escuchar el sonido de las fuentes y pasar bajo las pérgolas vestidas de enredaderas.
La iniciativa de crear la Rosaleda fue de Carlos Prats, el alcalde de Madrid en 1915, que le encargó el proyecto a Cecilio Rodríguez, que era el Jardinero Mayor de la Villa. En ese lugar se situaba la escultura del Marqués de Salamanca –que fue trasladada a la plaza homónima– y un estanque donde en invierno, al helarse, se podía patinar.
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Casita del Pescador
No le falta un detalle al “capricho” de Fernando VII, la casita que mandó construir este rey en una zona privada del Retiro para uso exclusivo de la familia real. Se cree que el proyecto de esta pequeña vivienda, en el centro de un estanque, le fue encargado al arquitecto mayor del palacio, Isidro González. Este tipo de construcciones era habitual en los jardines del siglo XVIII y XIX.
Es uno de los rincones más románticos del parque, no se puede dudar del buen gusto de Bernardino Berogán, el director de este jardín.
La historia de El Parque del Buen Retiro
A principios del siglo XVII, cuando aún reinaba en España la dinastía de los Austrias, se sabe que en el paraje del Prado la única edificación en pie era la del monasterio de los Jerónimos. Anejos a este templo había unos aposentos reales, utilizados habitualmente por los reyes como lugar de retiro y esparcimiento. Fue el conde-duque de Olivares quien, queriendo hacerse valer ante su rey Felipe IV, lo animó a levantar alrededor de dichos aposentos un palacio de verano y unos jardines de gusto italiano en torno al mismo. Para ello, le regaló unas tierras próximas de su propiedad, por lo que entre 1630 y 1640, el llamado Palacio del Buen Retiro fue construido y entregado. Fue, a fin de cuentas, un intento por exhibir ante el mundo el poder que en otro tiempo había ostentado la monarquía hispánica.
La posterior llegada de la dinastía borbónica al trono trajo consigo, durante los siglos XVIII y XIX, nuevas ampliaciones y mejoras del espacio, motivadas casi siempre por el gusto cambiante de los reyes de turno. El Estanque Grande o El Parterre, hoy todavía en pie, respondieron al deseo estético de Felipe V; mientras que Carlos III imprimió en El Retiro huellas de su carácter ilustrado con la construcción de instituciones dedicadas a la promoción de la ciencia. Donde hoy se encuentra la sombría fuente del Ángel Caído —casualmente ubicada a 666 metros sobre el nivel del mar—, estuvo en otro tiempo La China, una fábrica de porcelana cuyo producto se dice que llegó a competir con el inglés. También debemos a este rey ilustrado otras iniciativas como el Observatorio Astronómico, el Gabinete de Ciencias Naturales y el Jardín Botánico, así como la insólita decisión de permitir a los madrileños, por primera vez en la historia de la villa, la entrada a los jardines del parque.
El Retiro en estado de guerra
Por ser en aquella época uno de los puntos más elevados de Madrid, las tropas napoleónicas eligieron El Retiro como cuartel general durante su intento de invasión en 1808. Un destacamento de dos mil hombres ocupó en menos de una semana el Palacio del Buen Retiro y sus inmediaciones, por lo que la tala indiscriminada de árboles y los incendios no se hicieron esperar. Se dice incluso que el oficial Murat solía enviar a sus soldados a pescar su cena en el estanque. Sin embargo, tal vez el mayor daño lo sufrió la Real Fábrica de Porcelana. Utilizada como polvorín por las tropas invasoras, fue después bombardeada por tropas inglesas cuando estas huían ante el renovado asedio francés.
El palacio de verano y los jardines también sufrieron daños de consideración, por lo que cuando Fernando VII regresó del destierro, la situación del conjunto real era lamentable. Lo que había sido el emblema de la monarquía absoluta durante dos siglos se redujo entonces a cenizas y ruina. Del palacio tan sólo se mantuvieron el Casón y el Salón de Reinos —hoy ambos vinculados al Museo del Prado—, siendo en los jardines donde se emplearon los mayores esfuerzos. De aquella época podemos visitar la Casita del Pescador, la Casa del Contrabandista, la Montaña Artificial y la Casa de las Fieras —en tiempos no tan lejanos hogar de tigres, leones y del famoso elefante Pizarro—.
El Parque de Madrid para disfrute de todos
Durante el reinado de Isabel II, El Retiro se benefició de amplias replantaciones de árboles, así como de la reubicación de algunas de las numerosas esculturas de reyes del Palacio de Oriente en lo que se dio a conocer como el Paseo de las Estatuas —hoy Paseo de la Argentina—. Sin embargo, fue la Revolución de 1868, conocida popularmente como la Gloriosa, la que terminó de despojar a la Corona de los terrenos del Retiro, convirtiéndolo definitivamente en parque de recreo público bajo el nombre de Parque de Madrid —hoy en desuso—. Como señal inequívoca del desmoronamiento del Antiguo Régimen, al año siguiente los restos del Palacio del Buen Retiro fueron demolidos, y con esta época de municipalización llegaron nuevos elementos de alto atractivo arquitectónico. Por ejemplo, el Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez, ambos construidos como escenario de exposiciones internacionales, en consonancia con la moda europea del momento.
Su utilización como parque urbano de la ciudad de Madrid se produjo en el año 1767, cuando Carlos III permitió la entrada de los ciudadanos. Sin embargo, fue en el año 1868 cuando quedó bajo la tutela del Ayuntamiento de Madrid, pasando a ser el parque público más importante de la capital española.
El Retiro en la actualidad: actividades y pasatiempos
Hoy día, El Retiro es una mezcla muy diversa de ocio y cultura, arte y deporte; todo ello en un entorno de naturaleza en el centro de Madrid. La posibilidad de presenciar actuaciones de artistas urbanos en plena calle se puede combinar con una subida al mirador que esconde el monumento de Alfonso XII –reabierto tras más de treinta años de inactividad– y visitar la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías –que ocupa una antigua jaula de la Casa de Fieras–. Pero no sólo esto, hay muchas actividades y eventos que incentivan a volver una y otra vez.
Concierto en el Templete de Música
Entre las posibilidades de ocio gratuitas del Parque del Retiro destacan los conciertos musicales en el bonito Templete de Música firmado por el arquitecto Carlos Le Grand. En este mismo lugar tocaban antaño bandas militares pero ahora se desarrolla un completo programa de conciertos interpretados por la Banda Sinfónica Municipal de Madrid. Aunque es al aire libre, los días de concierto se colocan unas sillas para disfrutar de la música más cómodamente. Conviene llegar pronto porque estos eventos tienen mucho éxito de público y te puedes quedar sin asiento.
Como el parque es grande, es conveniente entrar por la puerta de Hernani, en la calle O’Donnell, y dirigirse hasta la plaza de Maestro Villa (junto a la plaza de Nicaragua) donde se ubica el templete.
Navegar en barca por el estanque del Retiro
Entre las actividades más divertidas que se pueden hacer en el Parque del Retiro se encuentran la de alquilar una barca para recorrer el perímetro de este estanque del siglo XVII y la de subir a un barco para pasear sin tener que remar. Es un placer navegar en barca, sentir el aire fresco en la cara, ver los peces y admirar el monumento erigido en honor a Alfonso XII desde el agua.
Las barcas de remos están pensadas para ser ocupadas por un máximo de 4 personas, y hay algunas adaptadas para personas con movilidad reducida. Cuando hace buen tiempo suelen estar muy solicitadas por lo que es recomendable reservar con antelación para no tener que esperar colas. Si prefieres el paseo en barco solar debes saber que tiene una duración de 15 minutos y que los menores de cuatro años no pagan entrada. Y lo mejor, no contamina porque se mueve con energía solar.
Hacer deporte en El Retiro
El Parque del Retiro se ha convertido en uno de los lugares más demandados para practicar deporte al aire libre. Si te gustan las actividades tranquilas puedes animarte a realizar la Senda botánica del Retiro, un recorrido de ocho kilómetros en los que admirarás más de ochenta especies arbóreas. Si deseas algo más de actividad encontrarás un perímetro total de 4,5 kilómetros para practicar running, y si lo tuyo es el patinaje también existe una zona, el Paseo de Fernán Núñez, donde imparten clases y se puede patinar por libre rodeado de otros aficionados como tú. Por último, el Parque del Retiro es idóneo para recorrer en bicicleta y en los alrededores de este espacio hay lugares para alquilarla.
Por supuesto, todas las actividades son bienvenidas por lo que irás descubriendo a grupos practicando yoga, taichí, o ensayando distintas danzas del mundo. También existen pistas deportivas (fútbol, tenis, pádel, etc.) en el Centro deportivo Municipal La Chopera por si quieres practicar tu deporte favorito en compañía.
Exposiciones artísticas
Además de pasear o practicar deporte, el Parque del Retiro ofrece varios espacios para disfrutar del arte. Uno de los más bonitos es el Palacio de Cristal, que funciona como centro de exposiciones del Museo Reina Sofía, y que es una joya arquitectónica en sí mismo. También en una edificación histórica se encuentra la sala de exposiciones del Palacio de Velázquez, cuyas salas suelen estar ocupadas por exhibiciones de arte moderno organizadas también por el Museo Nacional Reina Sofía. Y, por último, otra sala que nos encanta es la Casa de Vacas, situada muy cerca del estanque del Retiro, donde se pueden ver desde muestras de arte hasta teatro o conciertos. Se conoce por este nombre porque inicialmente se construyó para albergar un despacho de leche. Curioso, ¿verdad?
Feria del Libro
Una de las citas más esperadas en el Parque del Retiro es la Feria del Libro, una oportunidad única para conocer las novedades editoriales del año, a relevantes autores y también para llevarnos un ejemplar firmado. Esta feria se suele realizar entre finales de mayo y primeros de junio. Aunque en 2021 cumple su 80ª edición (tras el obligado paréntesis de 2020), este popular evento no siempre se ha realizado en El Retiro. Sus comienzos, en 1933, fueron en el Paseo de Recoletos pero su creciente éxito obligó a los organizadores a buscar una nueva ubicación con un espacio mayor. Desde 1967 las casetas de los libreros no han dejado de crecer, al igual que el número de actividades que se organizan en torno a la feria y el número de asistentes –que llegó a más de dos millones en 2019–. Esta es, sin duda, la gran cita del año para los amantes de la lectura.
Dónde comer en el Parque del Retiro
Dentro del propio Parque de El Retiro hay varios kioscos con terraza en algunos de los puntos estratégicos más agradables del parque. Son ideales para tomar alguna bebida e, incluso, reponer fuerzas con algún snack y/o platos con poca elaboración, pues las cocinas (si las hay) son reducido tamaño. Entre ellos se puede citar al de La Rosaleda y al del Ángel Caído y los situados junto al estanque y el monumento a Alfonso XII.
Bastante más sólida es la opción de Florida Park (Paseo de Panamá, s/n), emblemática sala de fiestas de Madrid muy próxima a la entrada al parque desde la Calle Ibiza. Este espacio tiene cuatro opciones donde comer o cenar, desde los Kioscos y La Terraza hasta La Galería y, sobre todo, El Pabellón, propuesta culinaria de altos vuelos a cargo del chef toledano (y dos estrellas Michelin) Iván Cerdeño.
Muy próximo, fuera ya del perímetro del Parque del Retiro está el restaurante Berlanga (Av. Menéndez Palayo, 41), especializado en arroces y cocina mediterránea. Un local muy agradable, con un cierto grado de sofisticación, donde se puede comer rodeado de parte de la biblioteca del cineasta Juan García Berlanga.
La Puerta de Alcalá
Este símbolo arquitectónico de Madrid supone el acceso más monumental (y espectacular) al Parque del Retiro. Situado en la Plaza de la Independencia, aquí estuvo uno de los cinco accesos a la ciudad desde la Edad Media. En concreto, el que la conectaba con camino a la localidad de Alcalá de Henares.
Derribados los muros, el rey Carlos III encargó a su arquitecto estrella, Francesco Sabatini, la construcción de una puerta monumental y de homenaje a su propio reinado. Mediante esta construcción sus promotores quisieron emular los arcos de triunfo levantado por el Imperio Romano. De ahí las dimensiones de la Puerta de Alcalá y el hecho de que esté decorada con diversos detalles escultóricos.
De estilo neoclásico, como el propio Palacio Real, en el que también intervino Sabatini, se inauguró en 1778. Tiene tres arcos centrales y dos puertas rectangulares a los lados, aunque bajo ninguno de ellos hay tránsito ni de vehículos ni de personas. Está considera Monumento Nacional desde 1976.
Otros parques que visitar en Madrid
Pese a lo que podría pensarse, Madrid es una de la ciudades europeas con más metros de zonas verdes por habitante. Esto se debe, en parte, a la enorme extensión de la Casa de Campo y del Monte del Pardo, que en el pasado fueron coto de caza y espacios de recreo para la Corte. A continuación te mostramos los parques que merecen una visita en la ciudad:
Casa de Campo
En el pasado este gran espacio verde, con más de 1.500 hectáreas de superficie, fue la continuación de los jardines del Campo del Moro, emulando al parque de Versalles, en Francia. Desde 1931 es un parque público en el que, aparte de abundante vegetación, hay espacios tan emblemáticos como el Lago, donde se puede practicar piragüismo y rodeado de agradables restaurantes con terraza. También están aquí el Zoológico, el Parque de Atracciones y la estación terminal del Teleférico, que lo conecta con el Parque del Oeste.
Parque de Enrique Tierno Galván
Sus 45 hectáreas lo convierten en una de las zonas de recreo más extensas junto al centro. Lleva el nombre de un célebre alcalde de la ciudad de los años 80 del siglo XX. Aquí se encuentra el edificio del Planetario y un anfiteatro de estilo griego, donde tienen lugar conciertos y representaciones escénicas.
Madrid Río
El soterramiento y cubrición de la vía de circunvalación de la ciudad M-30 supuso para la ciudad la creación de un enorme parque urbano en paralelo al curso del río Manzanares. Inaugurado en 2011, tiene cerca de nueve kilómetros lineales, con numerosas instalaciones para el esparcimiento, desde zonas infantiles y columpios para adultos, a kioscos con terraza, pistas de skate, rutas ciclables y originales puentes peatonales que conectan los barrios a uno y otro lado del río.
Parque Lineal del Manzanares
Madrid Río se prolonga hacia el sur gracias a este parque que también discurre en paralelo al Manzanares. La zona más espectacular es la del barrio de San Fermín, junto al espacio deportivo y de espectáculos Caja Mágica. A partir de ahí se convierte en un auténtico parque de ribera, con abundancia de plantas y animales silvestres.
Campo de las Naciones
Conforma con la Casa de Campo, Madrid Río y El Retiro el póquer de ases de los grandes parques de Madrid. Un espacio también conocido como Parque Juan Carlos I, situado junto al recinto ferial Ifema, a las afueras de la ciudad. Con una extensión de unas 160 hectáreas, este tiene un paisajismo rompedor y está decorado con numerosos detalles escultóricos y vegetales.
Parque del Capricho de la Alameda de Osuna
Es una de las joyas verdes menos conocidas para quienes visitan Madrid. Perteneció a los duques de Osuna, que lo construyeron entre finales del siglo XVIII y parte del XIX. Aparte del atractivo paisajismo romántico alberga un búnker construido durante la Guerra Civil y que es visitable.