Madrid arde a cualquier hora del día, inflamada de rutas posibles, de paisajes impensados, de bares y tabernas acechantes, de planes por doquier. Madrid desborda tanto la imaginación del visitante que su visita requiere de muchos ojos para no perder detalle de la misma. Por eso, explorarla en grupo es una manera perfecta de disfrutarla al máximo. En familia, con amigos, con compañeros de trabajo, o en excursión escolar, cualquier clase de congregación es apta a la hora de zambullirse en la urbe que todo lo ofrece: paseos por mercados antiguos, tapas y cañas en mañanas soleadas, experiencias de teatro en sus más diversas expresiones, sobrevuelos domingueros en teleférico y piscinas de verano, o un buen cocido madrileño. A continuación, una propuesta breve, pero variada por los planes en grupo que ofrece Madrid.
- Un recorrido por los mercados “más tradicionales” de Madrid
- Mercados al aire libre, por si el buen tiempo acompaña
- Tapas y compañía, plan perfecto en La Latina
- Dos formas de acercarnos al teatro activo
- Sobrevolando la Casa de Campo en teleférico
Un recorrido por los mercados “más tradicionales” de Madrid
Aquí va un plan de esos que enlazan historia y gastronomía de una forma amena y divertida. Si la mañana ha despuntado soleada y habéis decidido salir a patear el Madrid más castizo, un merecido descanso al mediodía lo podéis encontrar en la interminable lista de mercados municipales que Madrid atesora en su centro. Nos referimos a aquellos tradicionales mercados de abastos —los de toda la vida—, cuya renovación reciente ha apostado por la explotación del modelo mixto: puestos de venta y lugares de restauración conviviendo codo con codo en el mismo espacio. Eso significa la posibilidad de hacer compras de productos frescos, pero también la de degustar tapas y cañas mientras se disfruta de esporádicos espectáculos y conciertos de música en directo. Todo ello en un contexto arquitectónico que no reniega de su pasado decimonónico. Algunos ejemplos son los siguientes:
- El mercado de La Cebada, encajado en la plaza homónima del barrio de La Latina desde 1868.
- El mercado de San Antón —antaño mercado de cajones de madera—, enclavado en Chueca desde finales del siglo XIX.
- El mercado de San Miguel, junto a la Plaza Mayor desde 1915.
- El mercado de San Fernando, en Lavapiés desde 1945.
Mercados al aire libre, por si el buen tiempo acompaña
Y si la mañana ha despuntado tan soleada que el formato indoor no os convence, en Madrid también existe la posibilidad de acudir a mercados al aire libre de diversa índole. El Santa Ana Market, por ejemplo, se celebra los primeros sábados de cada mes en la misma calle de la cual toma su nombre. Se trata de un evento singular que aúna lo castizo y lo moderno, a través de diversos puestos —de artesanía, ropa o producto ecológico—, y de una surtida programación de conciertos, exposiciones y talleres.
Punto y aparte merece El Rastro, con mucho, el mercado al aire libre más antiguo de Madrid. Celebrado cada mañana de domingo en el barrio de La Latina desde hace más de 400 años, su origen está ligado a los mataderos que entonces poblaban la zona, surtiendo de pieles a las curtidurías vecinas. Hoy en sus dominios se congregan cerca de 3.500 puestos con productos de lo más variopinto: cuadros y materiales de pintura; compra-venta de revistas, cromos y juegos de cartas; libros de segunda mano, así como muebles, ropa y artilugios. Incluso si no hay intención de comprar nada, una incursión en su ambiente vivo y bullicioso bien merece la pena.
Tapas y compañía, plan perfecto en La Latina
Aprovechando la facilidad con la que Madrid permite encadenar planes de un día, aquí va uno que conjuga a la perfección con el anterior. La misma zona que acoge El Rastro cada domingo, es también un hervidero sin igual de gente los fines de semana. La Latina ofrece, en su reducido espacio, multitud de zonas en las que pararse a tomar una tapa acompañada de cerveza fría. Por decir sólo algunas, las Cavas —Alta y Baja—, la plaza de La Paja, o la calle Toledo y sus aledaños, están atestadas de tabernas clásicas y gastrobares con propuestas innovadoras, abiertas durante todo el día. El Viajero (Plaza de la Cebada, 11), con una fantástica terraza que permite contemplar la Basílica de San Francisco el Grande mientras se degusta una buena parrillada de carne; o los huevos rotos de El Almendro (C/ El Almendro, 13) son dos buenos puntos de encuentro para comenzar un día (o una noche) de leyenda en La Latina.
Dos formas de acercarnos al teatro activo
Es hora de hacer hueco a la cultura. Porque Madrid rebosa de ella y lo hace, entre muchas otras formas, a través del teatro. A continuación, os presentamos dos maneras de ver teatro, pero de una manera activa que no cierra la puerta a la interacción del espectador. Jamming Show, celebrado cada viernes y sábado a partir de las 23:00h en Teatro Maravillas, es un ejemplo perfecto. Un show original cuyo desarrollo obedece 100% a las reglas de la improvisación, siendo el público el encargado de escribir los títulos y temas que lo actores deberán tomar como referencia durante el desarrollo de la obra. Nota: El último viernes de cada mes el espectáculo muta en La Golfa: mismo formato, pero con invitados famosos y música en directo.
Y si somos culos inquietos a los que eso de la butaca no interesa, las rutas teatralizadas sobre la historia de Madrid que Teatro en Ruta organiza se amoldan a la perfección. Cada sábado a las 12:00h, esta compañía se reúne frente al Palacio Real dispuesta a emprender un recorrido histórico por diferentes lugares clave de la capital. Y lo hacen acompañados de actores disfrazados de caballeros medievales, poetas, monarcas o eclesiásticos, cuya interpretación esporádica ayuda a la comprensión de la historia de la manera más vivencial posible.
Sobrevolando la Casa de Campo en teleférico
Pocos son los madrileños y madrileñas que no recuerdan con júbilo haber acudido alguna mañana de su infancia al Teleférico de Madrid de la mano de sus padres. Puesto que la sabiduría parental nunca falla, nosotros queremos proponeros este recorrido que sobrevuela, a bordo de una cabina impulsada por cables, el parque urbano de la Casa de Campo. El precio del ticket no sobrepasa los 6 euros, y su lugar de partida lo podemos encontrar fácilmente en Pintor Rosales, cerca de Plaza de España. En definitiva, una manera accesible de distanciarnos momentáneamente del clamor del tráfico, y al mismo tiempo, conocer el que es considerado mayor parque urbano de Europa.
A propósito, en la Casa de Campo también podremos encontrar el Parque de Atracciones de Madrid (abierto todo el año), o el Centro Deportivo Municipal Lago Casa de Campo, cuyas piscinas olímpicas (una cubierta y otra de verano) suelen ser complementos perfectos para un día con amigos.