La ciudad de Madrid oculta en cada distrito, en cada barrio y casi en cada esquina alguna pequeña sorpresa que sólo la población local conoce y que rara vez aparece en las guías que seleccionan los diez imprescindibles. Te invitamos a recorrer esa otra ciudad situada más allá de la Puerta del Sol y a descubrir sitios con encanto en Madrid, lugares casi secretos y muchas anécdotas dignas de ser contadas. ¿Nos acompañas a descubrir los rincones de Madrid más curiosos?
- Parque de las Siete Tetas, las mejores fotos de atardecer
- La Quinta de los Molinos y sus almendros en flor
- Parque de El Capricho, el más señorial
- Estación de Chamberí o Andén 0
- Jardín del Príncipe de Anglona
- Adelita Market, un mercado ciudadano
- Plaza Salvador Dalí, homenaje a Gala
- Panteón de los Hombres Ilustres
- El lujo del palacio de Duques de Santoña
- Parque del Oeste, un lugar para desconectar
- Cementerio Británico, la visita más tétrica
Parque de las Siete Tetas, las mejores fotos de atardecer
Con un sobrenombre tan peculiar, como parque de las Siete Tetas o parque de las Tetas, este conjunto de lomas situado en el distrito de Vallecas merece un lugar especial entre los lugares secretos de Madrid. Para empezar, este no es su nombre oficial como ya imaginarás. Si lo buscas en un plano o en tu navegador debes escribir ‘Parque del Cerro Tío Pío’. Está formado por un amplio espacio verde donde destacan siete lomas de distintas alturas, praderas y senderos por donde pasear o ir en bicicleta con calma.
El mejor momento para visitarlo es al atardecer, ya que desde la cima de sus colinas se puede admirar un bonito ocaso sobre la ciudad. Algunos visitantes llevan una manta y su pícnic para gozar del momento, aunque también hay un quiosco con terraza donde tomar una bebida.
Si vas en metro, tendrás que tomar la Línea 1 y bajarte en Buenos Aires o Portazgo.
La Quinta de los Molinos y sus almendros en flor
El parque de la Quinta de los Molinos ha pasado desapercibido al turismo durante mucho tiempo pero, de pronto, alguien compartió imágenes de sus almendros en flor y las redes sociales hicieron su magia. Esta antigua finca de recreo y explotación agrícola fue comprada y remodelada por el arquitecto alicantino César Cort Botí, quien la rediseño a la imagen de las de su tierra, con sus jardines, albercas, senderos, etc. El parque está dividido en dos zonas: una más rústica, como finca agrícola, y otra con un diseño paisajista.
Es un placer recorrer todos sus espacios en cualquier momento del año, no sólo en febrero y marzo cuando los almendros se visten de pétalos rosas y blancos. Si vas en metro, tendrás que bajar en la estación de Suanzes (línea 5). Por último, ten en cuenta que tiene horario de apertura y cierre (de 6.30 a 22 horas).
Parque de El Capricho, el más señorial
Este parque, que forma parte del patrimonio artístico-natural de Madrid, es uno de los más elegantes, cuidados y desconocidos de la capital. Fue creado a finales del siglo XVIII por los duques de Osuna, y en él volcó todo su afecto la duquesa María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel, conocida por ser mecenas de artistas. Para construir el parque de El Capricho la duquesa contrató a los mejores jardineros, escenógrafos y artistas del momento. Cuando ella falleció cayó en declive hasta que el consistorio madrileño se hizo cargo del mismo.
En un paseo por El Capricho se descubren, entre sus senderos, templetes, fuentes, ermitas, el palacio de los duques, y, sobre todo, parterres y preciosos jardines. Dos lugares muy curiosos del parque son el laberinto y un búnker de la guerra civil, cuya visita requiere de inscripción previa. La estación de metro más cercana para visitarlo es El Capricho (Línea 5).
Estación de Chamberí o Andén 0
A veces el cine devuelve a la vida lugares abandonados u olvidados, y ese es el caso de la vieja estación de Chamberí que el director Fernando León llevó a la pantalla en su película ‘Barrio’ en 1998. Ha sido convertida en un recurso turístico –junto a la Nave de Motores de Pacífico y el antiguo vestíbulo de la estación de Pacífico– bajo el nombre de Andén 0. Dicho nombre no es fortuito ya que se relaciona con los orígenes del metro de Madrid.
Si te resulta difícil imaginar cómo sería en aquel momento, te va a encantar descubrir la restauración llevada a cabo de los andenes, las bóvedas, el mobiliario e, incluso, la publicidad. La idea es que conozcas la estación como era en 1919, un recorrido que va desde las taquillas hasta el andén, con documentación histórica añadida. Se encuentra en la plaza de Chamberí, así que no tiene pérdida. En metro, estaciones de Alonso Martínez, Bilbao, Iglesia, Quevedo y Rubén Darío.
Jardín del Príncipe de Anglona
Es tan encantador que casi nos da pena desvelar muchos datos sobre el jardín del Príncipe de Anglona. Aunque se encuentra en uno de los laterales de la plaza de la Paja, pasa desapercibido porque es un espacio cerrado. Este jardín noble, cuyo nombre proviene del palacio contiguo, fue creado a mediados del siglo XVIII. Su aspecto actual se debe al pintor y diseñador Javier de Winthuysen que aportó esta impronta en 1920.
Sus 800 metros cuadrados de espacio ajardinado se ha estructurado a partir de un parterre que hace de crucero, con una fuente en el centro. Este lugar es idóneo para descansar tras una intensa jornada turística, leer un libro o quedarse en silencio escuchando el trino de los pájaros. Se puede llegar en metro bajando en las estaciones de La Latina o Tirso de Molina.
Adelita Market, un mercado ciudadano
A los madrileños les gustan los mercados, basta pasear por El Rastro, por el mercado de Motores o recorrer los puestos de filatelia y monedas de la Plaza Mayor para comprobarlo. Otro lugar que constata este hecho es el Adelita Market, un mercado que se sitúa en la plaza Dos de Mayo y que trata de fomentar un comercio basado en la sostenibilidad. Sus comienzos fueron como un espacio de trueque, pero ahora lo que más se venden son objetos de segunda mano. Se organiza el tercer sábado de cada mes, y para llegar en metro hay que bajarse en la estación de Tribunal.
Plaza Salvador Dalí, homenaje a Gala
Una escultura de gran tamaño que representa un dolmen y una figura de Gala, la musa de Dalí, ocupan el centro de la plaza Salvador Dalí. Llevan allí desde 1986, y casi resultan invisibles para los vecinos; sin embargo, es un impresionante conjunto que merece la pena admirar. Fue declarado Bien Inmueble de Interés Patrimonial de la Comunidad de Madrid en 2010.
Como decíamos, está compuesto de un dolmen de piedra y granito que mide 14 metros de altura, y una escultura de bronce de 3,5 metros. La escultura es un homenaje de Salvador Dalí a su esposa Gala, y el conjunto quiere recordar la importancia de la Ciencia y la Técnica en los logros de la Humanidad. La estación de metro Goya es la más cercana.
Panteón de los Hombres Ilustres
Aunque se sitúa en las proximidades del Triángulo del Arte, el panteón de los Hombres Ilustres es un sitio muy curioso de Madrid y casi secreto. Este panteón se encuentra ubicado en el claustro de la basílica de Nuestra Señora de Atocha y allí descansan personalidades españolas del siglo XIX. Entre ellas se pueden destacar: Antonio Cánovas del Castillo, Juan Prim, José Canalejas, José de Palafox, Manuel Gutiérrez de la Concha y Antonio de los Ríos Rosas.
Además de ser el lugar de reposo de personajes históricos, merece la pena conocerlo por su arquitectura historicista y escultura funeraria. Los sepulcros más llamativos fueron esculpidos por Mariano Benlliure y Agustín Querol.
El lujo del palacio de Duques de Santoña
La portada barroca del palacio de los Duques de Santoña es solo un aperitivo de la belleza fastuosa que cobija su interior. Este palacete levantado en 1730, propiedad de la Cámara de Comercio, mira con timidez a la calle Huertas. A pesar de estar en un lugar de tránsito sigue siendo un lugar secreto de Madrid.
Lo idóneo para conocerlo es hacer una visita guiada donde se pueda recorrer su entrada, la monumental escalera de mármol, custodiada por dos leones, y los lujosos salones de la planta noble adornados por valiosas pinturas.
Parque del Oeste, un lugar para desconectar
Con 100 hectáreas, el parque del Oeste es uno de los mayores espacios verdes de la capital. Y, aunque su existencia es un secreto a voces, se ha ganado un lugar en este recopilatorio de sitios curiosos de Madrid porque en su gran extensión ofrece rincones mágicos y solitarios idóneos para desconectar.
Este parque nació en 1906 gracias a la iniciativa de Alberto Aguilera, el alcalde de Madrid en aquellos momentos, quien se lo encargó a Celedonio Rodrigáñez, que era el director de jardines del Ayuntamiento. Tras la guerra civil se tuvo que reconstruir, y fue Cecilio Rodríguez, toda una institución en jardines, quien le aportó el actual aspecto.
En su gran superficie acoge el teleférico, el templo de Debod, la rosaleda de Ramón Ortiz y, también, tres búnkeres. Los madrileños encuentran en el parque del Oeste un lugar de desahogo para caminar, trotar, ir en bicicleta o de pícnic.
Cementerio Británico, la visita más tétrica
Trasladarse al Reino Unido en un abrir y cerrar de ojos es muy sencillo en Madrid, sólo hay que dirigirse al barrio de Carabanchel y entrar en el cementerio británico. Quizás no es algo muy atractivo a priori pero, sin duda, es uno de los grandes secretos de la capital madrileña. Este camposanto fue creado en 1854 con el objetivo de acoger a personas protestantes, que no podían descansar en cementerios católicos.
Hoy día, se pueden observar unas 600 tumbas donde hay tanto protestantes como ortodoxos rusos, masones, judíos, etc. Las nacionalidades también son variadas, suizos, franceses, estadounidenses, alemanes… Es un lugar curioso y tranquilo, donde las tumbas están en el suelo, y se pueden leer inscripciones como la de William Parish (creador del Circo del Sol) o Emilio Lhardy (fundador del famoso restaurante Lhardy). Lo más interesante es realizar la visita guiada para conocer todos los entresijos del lugar.