Más de la mitad del territorio madrileño está incluido en la Sierra de Madrid, que comprende las cuencas de los ríos Lozoya, Jarama, Manzanares, Guadalix y Guadarrama. Una zona montañosa donde las mayores alturas se encuentran en la Cuerda Larga y el macizo de Peñalara por encima de los 2.000 metros, ambos dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
- PUEBLOS DE LA SIERRA DE MADRID
- PUEBLOS CON HISTORIA
- PATRIMONIO NATURAL DE LA SIERRA DE MADRID
- Dónde comer en la Sierra de Madrid
- Dónde dormir cerca de la Sierra de Madrid
PUEBLOS DE LA SIERRA DE MADRID
La sierra de Madrid conserva pequeños pueblos por los que parece no haber pasado el tiempo, conservando su arquitectura tradicional en muchos casos.
La Hiruela
Otro de los pueblos que han conservado su arquitectura tradicional de piedra, adobe y madera es La Hiruela, desde donde se pueden realizar rutas de senderismo entre bosques, arroyos y dehesas. Se ha recuperado para su visita un antiguo molino harinero junto al que hay un área recreativa a la que se llega por una senda paralela al río Jarama. Otra ruta discurre hacia el este por la Dehesa Boyal con robles y restos de antiguas carboneras.
Patones de Arriba
Patones de Arriba es una de las localidades más fotografiadas. Este pequeño y encantador pueblo de pizarra es un paraíso para la práctica del senderismo. A mediados de los años 50 sus habitantes decidieron bajar al llano para instalarse y nació Patones de Abajo dejando Patones de Arriba atrapado en el tiempo. Aún hoy en día se pueden ver sus cochiqueras, eras, tinados y hornos comunales.
Pradena del Rincón
Prádena del Rincón, por su parte, conserva numerosas construcciones tradicionales de piedra con escasos huecos al exterior, armazón de madera, muros de mampostería y tejado de teja árabe. En algunas fachadas puede verse el saliente circular de los hornos de pan, algo muy característico de la zona. Encontrarás chozas, un antiguo taller de fundición de campanas o el tradicional potro de herrar.
Puebla de la Sierra
Puebla de la Sierra. El ayuntamiento de este bonito municipio de calles estrechas y casas tradicionales asegura que es la localidad con más obras de arte por habitante. Está ubicado en un enclave catalogado como Reserva de la Biosfera y conserva tradiciones tan arraigadas como el esquileo, la rinconada o las repicadanzas, unos bailes tradicionales que se hacen en homenaje a las clásicas jotas. Merece la pena visitar, entre otros atractivos, la Parroquia de la Purísima Concepción, del siglo XVII; el museo de esculturas al aire libre Valle de los Sueños, el Museo Japonés, la fragua, así como su ermita y la fuente árabe.
Horcajuelo de la Sierra
Horcajuelo de la Sierra. Este pueblo de bonitas casas de piedra oscura conserva uno de los mejores conjuntos arquitectónicos del ámbito rural de la Comunidad de Madrid. Es imprescindible visitar la Iglesia de San Nicolás de Bari, que se salvó de milagro de los destrozos de la Guerra Civil; el Museo Etnológico, ubicado en una casa tradicional; la fragua o el potro de herrar el ganado. En el pueblo hay varias rutas de senderismo para disfrutar de la localidad en cualquier época del año.
El Berrueco
El Berrueco. Situado a unos 65 kilómetros de Madrid, este municipio tiene un territorio de gran valor natural, marcado por el embalse de El Atazar. El patrimonio de El Berrueco cuenta con monumentos como la picota, la atalaya árabe, la iglesia de Santo Tomás Apóstol, el crucero de la iglesia, el potro de herrar y un puente romano y con tradiciones tan singulares como la Fiesta del Verano o el Belén Viviente, que se celebra cada Navidad.
Montejo de la Sierra
Montejo de la Sierra. Situado en la denominada Sierra del Rincón, a 1.148 metros de altitud, este bonito pueblo es célebre por su magnífico hayedo, cuyo origen se remonta al siglo XV, cuando el pueblo compró el monte de El Chaparral a un noble de Sepúlveda. La singularidad de este paraje natural ha merecido que la Unesco le otorgue el título de Patrimonio Natural de la Humanidad. Montejo de la Sierra se halla a 88 kilómetros de Madrid y, además del hayedo, cuenta también con grandes atractivos: Iglesia de San Pedro In Cathedra, Fuente de los Tres Caños, Fuente del Arriero, Ermita de la Soledad, Ermita de Nazaret, un potro de herrar, el Toril y el Horno Suspendido.
La Cabrera
La Cabrera. Con apenas 3.000 habitantes, este pueblo está enclavado a los pies de la sierra del mismo nombre. Una de sus grandes joyas es el Convento de San Antonio, un antiguo cenobio benedictino del siglo XI, convertido en el siglo XIV en convento franciscano. Junto al convento, se halla el Cerro de la Cabeza, donde se han encontrado restos de un antiguo poblado celtíbero y una necrópolis cristiana medieval, bautizada curiosamente como “Tumba del Moro”.
Cercedilla
Cercedilla. Esta población de montaña, situada a 56 kilómetros de Madrid, se halla en el corazón del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Su riqueza natural atrae a numerosos visitantes, especialmente en verano, que disfrutan también de su patrimonio artístico y cultural. Además de sus restos romanos, como la calzada y los puentes, cuenta con construcciones religiosas, como la Iglesia de San Sebastián, con un magnífico retablo churrigueresco de 1612, y la Ermita de Santa María, del siglo XVIII. También conviene visitar las Colonias de Veraneo, la Estación de Ferrocarril, la Fábrica de la Luz, el Museo del Esquí o el Sanatorio de la Fuenfría.
Horcajo de la Sierra
Horcajo de la Sierra. Ubicado en el Valle Medio del Lozoya de la Sierra Norte, en las estribaciones meridionales de Somosierra, Horcajo de la Sierra comparte municipio con el pequeño núcleo urbano de Aoslos. En su territorio hay parajes naturales tan valorados como La Alberca y La Tejera, un área recreativa rodeada de bosques de roble y arroyos de montaña junto al río Madarquillos y también cuenta con numerosas rutas de senderismo.
Navacerrada
Navacerrada. Situado a 52 kilómetros de Madrid y a 1.200 metros de altitud, este municipio es célebre por el Puerto y la estación de esquí de Navacerrada, punto de atracción de numerosos amantes de los deportes blancos. El pueblo cuenta con importantes ejemplos de arquitectura religiosa y civil, como la Ermita de San Antonio, la Plaza y la Fuente de los Ángeles o la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, además de fiestas y tradiciones con gran arraigo, como la de San Antonio de Padua (13 de junio) y Nuestra Señora de la Natividad (8 de septiembre). Sin embargo, son sus atractivos naturales los más solicitados: Área Recreativa La Barranca, Dehesa de la Golondrina, el Embalse de Navacerrada o el Mirador de la Presa.
PUEBLOS CON HISTORIA
San Lorenzo de El Escorial
Es, posiblemente, el municipio con más episodios históricos de toda la Sierra de Madrid. En 1561, coincidiendo con el traslado a Madrid de la capital del reino, Felipe II compró unos terrenos sobre los que erige el Monasterio de El Escorial y una serie de edificaciones para albergar a los trabajadores que participaban en tan magnífica obra. Después, en el siglo XVII, con Carlos II, se realizaron las Caballerizas Reales y El Parque, última intervención de los Habsburgo en el Sitio Real. Y en 1792, el Real Sitio de San Lorenzo se declaró como población nueva por una cédula otorgada por Carlos IV. Hoy es uno de los espacios más visitados de la región gracias a su rico patrimonio arquitectónico, a la belleza de sus paisajes y a su intensa actividad cultural.
Lozoya
Rodeado por la sierra de Guadarrama, este pueblo acogió la boda de la princesa doña Juana “La Beltraneja” con el duque de Guinea, hermano de Luis XI de Francia, en la histórica ceremonia de la Val de Lozoya. Este bonito pueblo se halla entre la falda del Puerto de Navafría y el embalse de Pinilla y está bañado por el río que da nombre al pueblo. En su casco histórico, hay importante ejemplos de arquitectura tradicional, muy ligada al modo de vida de sus habitantes. Aquí se puede ver el rollo y las picotas, el Puente del Congosto, la parroquia de El Salvador, el antiguo convento, la Fuente de los Cuatro Caños o la ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta.
Rascafría
Otros pueblos de la Sierra de Madrid esconden tesoros históricos como El Real Monasterio de Nuestra Señora de Santa María del Paular, la joya de la Cuenca del Lozoya. Este monasterio cartujo, que tuvo sus años de esplendor bajo los reinados de los Reyes Católicos y Carlos V, está en Rascafría, donde también se encuentra el Puente del Perdón desde donde se administraba justicia. De aquí parte una ruta de senderismo hasta dos saltos de agua de más de 10 metros que llaman las Cascadas del Purgatorio.
Buitrago de Lozoya
En un meandro del Río Lozoya surge Buitrago de Lozoya y su fortificación, con una de las murallas mejor conservadas de la Comunidad de Madrid, de origen árabe. El casco antiguo está declarado Conjunto Histórico-Artístico y en su interior se encuentra el Castillo de los Mendoza, construido sobre los restos de una alcazaba musulmana. Pronto perdió su función defensiva y tanto el patio de armas como las cinco torres se integraron en un palacio. Actualmente se utiliza para actividades teatrales y conciertos.
Manzanares el Real
Literalmente empotrado en el macizo de la Pedriza, Manzanares el Real destaca por su magnífico castillo. Erigido sobre una atalaya y la ermita románico-mudéjar de Santa María de la Nava, fue mandado construir por Diego López de Mendoza, primer duque del Infantado. El Castillo de Manzanares el Real está declarado Monumento Histórico-Artístico y en su interior conviven la arquitectura medieval con elementos defensivos como el antemuro o la entrada acodada, con la arquitectura renacentista en los grandes salones, las fachadas decoradas y los miradores. El entorno del castillo ha sido rehabilitado con un huerto de plantas medicinales y distintas plantaciones. El jardín del castillo tiene un laberinto y un palenque donde actualmente se recrean justas y juegos medievales.
Miraflores de la Sierra
Otra historia es la de la joven esposa de Felipe IV, Isabel de Borbón, que cambió el nombre de Porquerizas de la Sierra a Miraflores de la Sierra, abrumada por sus paisajes. Este precioso pueblo está a los pies del Pico de la Pala en la Sierra de la Morcuera. Esta localidad también cautivó al premio Nobel de Literatura, Vicente Alexandre que tiene un monumento en la Plaza del Álamo. En el casco histórico se conservan casas señoriales del siglo XIX.
Torrelaguna
La importancia de Torrelaguna se debe también a uno de sus hijos más ilustres. El Cardenal Cisneros, regente del Reino de Castilla por incapacidad de Juana “La Loca”, es natural de esta villa y mandó construir diferentes monumentos que hoy conforman su casco antiguo, lo que le ha valido para ser declarado Conjunto Histórico-Artístico. Aquí también vivió María Toribia, que sería Santa María de la Cabeza, esposa de San Isidro Labrador.
PATRIMONIO NATURAL DE LA SIERRA DE MADRID
Hayedo de Montejo
La Sierra de Madrid también esconde una naturaleza única. Uno de los lugares más mágicos es el Hayedo de Montejo, que atrae a multitud de visitantes, especialmente en otoño. Está en Montejo de la Sierra, dentro de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón. Tiene un número limitado de visitas diarias y únicamente se puede visitar a través de sendas guiadas gratuitas. Es necesario solicitar una autorización que se puede hacer online.
Abedular de Somosierra
Menos conocido es el Abedular de Somosierra, una reliquia botánica de las épocas glaciares. Un valle cerrado y húmedo en el que crecen gran variedad de especies como acebos, robles, cerezos, avellanos, servales y especialmente abedules.
La Pedriza
Otro paisaje completamente diferente lo podrás observar en la Pedriza, con sus imponentes paredes graníticas, en la actualidad meta de escaladores y excursionistas, y en el pasado escondite para bandoleros.
Pico de Peñalara
Ascendiendo hacía las cumbres el paisaje vuelve a variar. En el Pico de Peñalara, tres pequeños circos y una veintena de lagunas de origen glaciar sorprenden a los amantes del senderismo. Se accede desde el puerto de Cotos.
En definitiva, rutas de senderismo en paraísos naturales a un paso de Madrid y recorridos por pequeños pueblos de la sierra madrileña con todo el encanto del mundo rural.
Dónde comer en la Sierra de Madrid
Sería imposible enumerar todos los restaurantes donde merece la pena disfrutar de la gastronomía en la Sierra de Madrid. Cada pueblo tiene al menos uno o dos establecimientos singulares, por lo que lo mejor es preguntar a los habitantes de cada municipio. Aun así, citaremos algunos locales recomendables, como Montia, en El Escorial, que se ha ganado una estrella Michelin por mimar los sabores de la sierra de Guadarrama; Yeyu, en Cercedilla; La petit Raclette, en Navacerrada, o La Cueva, en San Lorenzo de El Escorial.
