En el centro de la provincia de Málaga, el río Guadalhorce ha ido excavando a lo largo de miles de años un impresionante paisaje de profundas y estrechas gargantas excavadas en la piedra caliza que pueden alcanzar 300 metros de altura. Entre ellas está el paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes, donde un sendero imposible corre adosado al interior del desfiladero, a más de 100 metros de altura sobre el río. Se trata del Caminito del Rey, una estrecha pasarela de apenas un metro de ancho que recorre la garganta durante tres kilómetros, llegando a cruzarla mediante un puente colgante que pone a prueba nuestro vértigo. Conocido como “el sendero más peligroso del mundo” en el pasado por su estado de deterioro, el Caminito del Rey fue totalmente rehabilitado en 2015, ganando al año siguiente el Premio Europa Nostra a la conservación del patrimonio. Desde entonces, 300.000 personas visitan al año un sendero que garantiza total seguridad, pero que no ha perdido ni un ápice de vértigo y adrenalina.
Historia del Caminito del Rey: de instalación hidroeléctrica a atracción turística
Discurriendo por los términos municipales de Ardales, Álora y Antequera, el Caminito del Rey tiene una curiosa historia que nada tiene que ver con el turismo y que se remonta a principios del siglo XX. Fue entonces cuando la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, propietaria de los Saltos del Gaitanejo y del Chorro, decidió construir un canal de agua que los uniera para aprovechar el desnivel del terreno en una central hidroeléctrica. El proyecto incluyó un camino de mantenimiento que unía ambos extremos del salto hidroeléctrico, y que sería recorrido por operarios de la compañía mucho antes que por turistas. Las obras terminaron en 1905, pero ante la belleza del recorrido, que atraía ya numerosas visitas, el ingeniero jefe Rafael Benjumea decidió mejorar el trazado y el puente que unía ambos extremos del desfiladero, conocido como Balconcillo de los Gaitanes. En 1921, el sendero recibió el nombre de Caminito del Rey después de que fuera inaugurado por el monarca Alfonso XIII, como atestiguan varias imágenes de la época.
Con el paso de las décadas, el camino fue cayendo en un estado de abandono que acabó con el derrumbe de algunos tramos y la desaparición de la barandilla en casi todo el recorrido. Se ganó así su fama de “sendero más peligroso del mundo”, lo que atrajo a excursionistas aventureros inconscientes de los riesgos. En 2001, tras cuatro accidentes mortales en apenas dos años, las autoridades cerraron los accesos al camino.
No fue, sin embargo, la muerte del Caminito del Rey. El 28 de marzo de 2015, tras un año de trabajos de rehabilitación y cinco millones de inversión pública, el camino fue reabierto al público, convirtiéndose en uno de los destinos más atractivos del mundo y un gran dinamizador del turismo en la región. En 2019, se ha presentado su candidatura a Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El recorrido del Caminito del Rey: 8 kilómetros de adrenalina
La ruta comienza en el municipio de Ardales, en la zona de recepción del restaurante El Kiosko -donde se compran las entradas y se recibe un casco de seguridad-, y realiza un recorrido descendente de 8 kilómetros que termina en la estación del Chorro, en el municipio de Álora. Puede completarse en unas 3 ó 4 horas. Existen dos rutas de acceso a las pasarelas del Caminito del Rey: la Senda de Gaitanejo, un estrecho camino entre pinos de 2,7 kilómetros, y otra más corta que recorre un estrecho túnel peatonal y la pista de Gaitanejo (1,5 kilómetros).
Ambas confluyen en la Caseta de Recepción de visitantes, donde comienza la ruta oficial junto al edificio de la antigua Subestación Eléctrica. Tres kilómetros de pasarelas de vértigo en los que pasaremos por viejas infraestructuras hidroeléctricas. En la pared rocosa, veremos placas que marcan los niveles máximos alcanzados por el agua, durante unas riadas en 1941 y 1949. Pasaremos por hasta tres cañones: el Desfiladero de Gaitanejo, de apenas 10 metros de ancho; el Tajo de las Palomas, donde tendremos que cruzar el abismo por el Puente del Rey y pasaremos por varios miradores; y el Desfiladero de los Gaitanes, el tramo más sobrecogedor de la ruta, con estrechas pasarelas literalmente colgadas del acantilado y el famoso Puente Colgante, a 105 metros de altura sobre el río Guadalhorce.
El último tramo del recorrido, la Avenida Caminito del Rey, es un sendero descendente de 2,1 kilómetros que nos llevará hasta la estación de ferrocarril de El Chorro tras pasar por el antiguo poblado de El Chorro, donde en el pasado vivieron los obreros que construyeron el canal y, posteriormente, los operarios de la central hidroeléctrica y sus familias.
Recomendaciones importantes
Realizar el Caminito del Rey supone un considerable esfuerzo físico de unas cuatro horas de duración, por lo que se recomienda planear bien la excursión. Es imprescindible llevar ropa cómoda y calzado de senderismo, así como agua, alimentos y crema solar en verano. Durante el recorrido no hay cuartos de baño, por lo que es importante prever este aspecto en la zona de recepción de visitantes. Asimismo, no es un recorrido aconsejable para personas con una baja condición física o problemas de vértigo.
Por último, cabe advertir que se trata de un sendero lineal, no circular, por lo que los visitantes deben regresar al punto de partida por sus propios medios (existe un servicio de autobuses lanzadera entre los accesos norte –Ardales- y sur -El Chorro, Álora-).