Situado en la Costa del Sol Occidental, en el límite de la provincia de Cádiz, Casares reúne todos los atributos del típico pueblo blanco andaluz. Sus calles son estrechas, empinadas y sinuosas y están protegidas por casas recién encaladas en un entorno de gran belleza e historia que ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Es, además, el lugar de nacimiento del poeta Blas Infante, considerado el padre de la patria andaluza.
Casares tiene censados algo más de 6.000 vecinos, pero en Casares Costa, cuya Playa Ancha ha sido galardonada con el distintivo de Bandera Azul en 2022, se concentran ya 2.800 personas que viven en diferentes urbanizaciones, donde existen tres campos de golf del más alto nivel: Finca Cortesín, Casares Costa y Doña Julia.
Al parecer, el origen de Casares se remonta a tiempos de los íberos y fenicios, por lo que ha acumulado una historia milenaria y grandes atractivos, entre los que se encuentran su castillo, la Casa Natal de Blas Infante, los Baños de Hedionda, los molinos harineros y la Torre de la Sal.
Las fiestas populares más importantes de Casares pueblo son la romería de la Virgen del Rosario, que se celebra el penúltimo fin de semana de mayo; el mercado medieval (mes de julio), la Feria de la Barriada Secadero (tercer fin de semana de julio), la Feria de Agosto (primer fin de semana de agosto), la Fiesta de Nuestra Señor Virgen del Rosario del Campo (primer fin de semana de septiembre) y la Feria del Santo Cristo, el segundo fin de semana de septiembre. También merece la pena destacar el Tostón de Castañas o fiesta de la castaña, que se celebra con música y mistela el fin de la recogida de este fruto.
Casco histórico
El centro histórico de Casares, de claras raíces andalusíes, tiene el trazado del típico pueblo andaluz, si bien aquí el pueblo mira desde lo alto con sus peculiares fachadas encaladas que le aportan una belleza singular. Tanto es así que su enclave ha sido registrado en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico como “Paisaje Cultural de Andalucía”.
Casares está asentado sobre una peña rocosa y su ubicación justificó la construcción del castillo en el siglo XIII. Lógicamente, su arquitectura ha tenido que adaptarse a la acusada vertiente de la Peña de Casares, cuya piedra se ha utilizado en muchas viviendas como pared. Hay que recorrer el casco histórico y visitar los principales puntos de interés turístico, como la Casa Natal de Blas Infante, la Iglesia de la Encarnación, la Ermita de San Sebastián, la Torre de la Sal y los molinos harineros. Sin olvidarnos, por supuesto, del emblemático Castillo de Casares.
El Castillo de Casares
Situado en lo más alto del pueblo, lo que queda del castillo de Casares domina todo el territorio que se extiende desde la serranía de Ronda hasta la bahía de Algeciras. Hoy las ruinas de la fortaleza arrojan luz sobre sus orígenes, datados en el siglo XIII. El recinto amurallado tiene forma de polígono irregular, con entrantes y salientes, siguiendo el borde de un profundo barranco conocido como “la Planá”. Su perímetro es de 770 metros y su superficie ronda los 23.000 metros. Dentro de las murallas se halla la Antigua Iglesia de la Encarnación, de finales del siglo XVI, construida posiblemente sobre la mezquita mayor de la medina; el arrabal y el cementerio, además de viviendas y equipamientos turísticos. La puerta principal de acceso a las murallas es el Arco de la Villa, que forma un pasadizo acodado donde hoy se encuentra el Museo de Etnohistoria. Hay una segunda puerta que daba acceso al arrabal, conocida como Arco del Arrabal.

Baños de Hedionda
Los baños sulfurosos de Hedionda han sido aprovechados por el hombre desde tiempos inmemoriales y, por eso, son protagonistas de multitud de leyendas que intentan dar respuesta a su origen, si bien todo apunta a que data de la época de los romanos. Una de ellas cuenta que el demonio habitaba en sus aguas y que aquí exhaló su último suspiro al ser expulsado por Santiago, lo que confirió al agua su característico olor a azufre. También se dice que aquí Julio César se curó de una infección hepática y, por eso, mandó construir los baños, que se hicieron famosos en toda Roma. Lo que sí es seguro es que los más antiguos tratados geográficos hacen referencia a las propiedades curativas de la fuente de la Hedionda de Casares. Desde el año 2016, estos baños cuentan con piscinas naturales y el aforo de los Baños de Hedionda está limitado a 24 personas para evitar la masificación.

Dónde comer en Casares
No se puede salir de Casares (Málaga) sin degustar la “pringá”, ese delicioso cocido de caldo con garbanzos de carnes de matanza y tocino, ni la “fritá” de cabrito, animal de gran renombre que se cría en Casares y del que se obtiene la típica morcilla aderezada con cebolla. Hay buenos establecimientos en Casares donde podrás disfrutar de la cocina tradicional andaluza. Si tienes ocasión, puedes dirigir tus pasos a restaurantes de tanta garantía como Sarmiento (Ctra. de Casares, km. 12,5), Arroyo Hondo (Ctra. de Casares, km. 10) o The Forge Restaurant (Ctra. de Casares, km. 9,8). Pero hay muchos más sitios en la localidad donde también podrás disfrutar de la gastronomía de Casares, como el Bar el Castillo (C. Villa, 131) o la Venta Victoria (Ctra. de Casares, km. 8). Todos destacan por la calidad y variedad de su cocina tradicional.