Este distrito de Marbella es uno de los más tranquilos de la Costa del Sol pero con las mismas villas de lujo, campos de golf y una playa natural que está considerada una de las mejores de la zona. Además, no podemos obviar los chiringuitos en la arena que son un plan increíble, sobre todo al atardecer.
Historia y entorno
La historia de Guadalmina se remonta a la época romana, cuando era conocida como Cilniana. De hecho, en la playa se encuentra un yacimiento arqueológico del siglo III d.C. que esconde unas termas romanas conocidas como Las Bóvedas y protegidas como Bien de Interés Cultural.
En la época musulmana se construyó un castillo alrededor para proteger esta plaza, pero hoy en día solo queda en pie una torre atalaya defensiva del siglo XVI, tras la reconquista por los cristianos, que es uno de los símbolos más importantes de Guadalmina.
La zona está dividida en dos, Guadalmina Alta, con más zonas de apartamentos y tiendas, y la Baja, donde se ubican la mayoría de las villas con vistas directas al mar.
En el entorno se ubica el río Guadalmina, que es uno de los más cortos del país y que nace en la Serranía de Ronda para desembocar justo en esta playa.
Qué puedes ver y hacer en Guadalmina
Playas en Guadalmina
Se trata de la última playa de Marbella y está situada en una zona privilegiada entre termas romanas y una torre de vigía renacentista que se puede visitar.
Su gran extensión de arena y los servicios con los que cuenta hacen que sea una playa muy agradable y cómoda, incluso si vamos con niños. Curiosamente no suele estar muy concurrida.
En total, se trata de más de un kilómetro y medio de largo entre el río Guadalmina y una de las urbanizaciones que marca el límite de la playa y 25 metros de ancho, lo que convierte a esta playa en un espacio natural que ha sido reconocido en muchas ocasiones con la bandera azul que señala las mejores zonas de baño del país.
Además de todos estos atractivos, la playa cuenta con varios chiringuitos a pie de arena en los que se puede disfrutar de los mejores platos de la gastronomía mediterránea, y especialmente de Málaga, como sus famosos espetos hechos allí mismo al fuego.
Restaurantes
Como ya hemos dicho, una de las mejores opciones en Guadalmina Baja es coger una buena mesa en uno de los chiringuitos de la playa y dejarse llevar entre espetos, chipirones y ensalada.
Pero esa no es la única oferta gastronómica de Guadalmina: si queremos restaurantes internacionales y hasta algunas cadenas de comida rápida, podemos ir a la zona Alta, sobre todo al centro comercial, donde hay locales tailandeses, italianos o turcos y hasta El Pescador, uno de los más conocidos de la zona.
Eso sí, si buscamos algo especial podemos llegar hasta Málaga, donde el gastrobar La Santa María, dentro del modernísimo hotel Barceló, es un ventanal privilegiado a la arquitectura de vanguardia y a la tradición viajera de las tapas tradicionales de la provincia y también internacionales.
Otros puntos de interés
Además del golf y los deportes acuáticos, Guadalmina cuenta con varias rutas senderistas muy aconsejables para disfrutar de la serranía y del mar Mediterráneo. Una de las más famosas es la que discurre por la acequia, paralela al cauce del río.
El camino empieza en el Mirador de las Tres Pérgolas, donde hay un aparcamiento para dejar el coche que suele llenarse en los meses de verano. Desde allí, por un puente de madera que cruza las angosturas del Guadalmina, se muestran las vistas de este cañón y se desciende por un sendero de unos 4,6 kilómetros que recorre la infraestructura de regadío que diseñaron los árabes hace muchos siglos.
Otras de las más habituales es la ruta acuática de las Angosturas del Guadalmina, con unas bellas imágenes de un paisaje diferente al que vemos desde la playa.
Qué ver en los alrededores
Guadalmina se sitúa en un punto estratégico muy bien comunicado si queremos disfrutar de Marbella, Puerto Banús, Estepona o la misma Málaga.
Uno de los planes obligatorios es dar un paseo por Puerto Banús y disfrutar de los yates que están amarrados ahí en un ir y venir de gente que entra y sale de estas villas flotantes. Pero tampoco podemos olvidarnos del centro antiguo de Marbella, con calles empedradas y bares enanos en los que empaparse de la historia de una villa que guarda la esencia de su estructura medieval musulmana.
Si queremos algo más, Málaga es la quinta ciudad española y cuenta con uno de los mejores museos, como es el de Picasso. Además, su alcazaba es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad por su espectacularidad y sus vistas.
