En España sólo tres faros mantienen su nombre en femenino: farola. Y sólo uno de ellos está en la península, concretamente en Málaga. La Farola de Málaga es precisamente el símbolo de la ciudad y el lugar al que miran todos sus vecinos para no perderse y no sólo cuando navegan por el mar.

Esta vigía ha sido también la inspiración de pintores malagueños como Pablo Picasso o de poetas como Jorge Guillén y Vicente Aleixandre que evocaron al sexto faro más antiguo de España como el alma de la ciudad mediterránea.

  1. La historia de la farola de Málaga
  2. Qué se puede ver y hacer en la zona
  3. Dónde comer en el Paseo de la Farola de Málaga

La historia de la farola de Málaga

El faro más famoso de toda la Costa del Sol acabó de construirse en 1817, estando Joaquín María Pery al mando de unas obras que eran claves para el comercio en este puerto porque daban seguridad a los barcos.

Desde que sustituyó a la antigua linterna que había, La Farola se ha caracterizado por ser una superviviente: se mantuvo en pie tras el terremoto de 1885, aunque tuvo que ser reparada para seguir operativo, y superó la Guerra Civil con vida.

Y eso que el 28 de agosto de 1936 la República mandó que se apagaran todas sus luces para que la artillería naval y la aviación no pudieran orientarse. Además, el Comité Central de la Flota Republicana hizo que se pintara de un color marrón tierra que la camuflara y evitara que sufriera daños. Al final, tuvo que ser reconstruida al terminar la guerra.

Uno de los cambios más importantes sobre el proyecto original se produjo en 1909 cuando se construyó la casa del farero añadiendo un piso a la base. Es algo único de la Farola de Málaga puesto que es muy raro un faro con dos viviendas dentro, aunque ahora estén deshabitadas.

El último morador de esta torre de 116 metros de altura se marchó en 1993, dejando las habitaciones libres para que se llenaran de máquinas.

Las obras de remodelación que se llevaron a cabo en la Malagueta se saldaron con la ampliación del perímetro del puerto y del Muelle 1, lo que acabó con la Farola de Málaga en el centro de la instalación portuaria.

Qué se puede ver y hacer en la zona

Los alrededores de la Farola de Málaga son un lugar ideal para pasear, tomar un aperitivo, un café o una copa en algún sitio del Muelle 1, sobre todo al atardecer para poder disfrutar de la puesta del sol.

Otras de las propuestas tras visitar el faro es el Centro Pompidou de Málaga, la primera sede exterior del centro cultural francés que está instalado en el edificio conocido como El Cubo, a pocos metros de la Farola. Además de la colección semipermanente, el Pompidou Málaga siempre tiene programadas exposiciones especiales y actividades que es mejor consultar.

Enraizada en el mismo puerto, en el mismo muelle, se encuentra la capilla de la Inmaculada Concepción, que durante siglos fue el lugar donde los marineros acudían a la virgen para pedir su intervención en navegaciones y pescas.

Construida en el siglo XVIII, fue trasladada piedra a piedra desde su anterior ubicación, también en el puerto, para conservarla y protegerla mejor.

Dónde comer en el Paseo de la Farola de Málaga

El Muelle 1 está lleno de restaurantes turísticos de toda la vida que se mezclan con franquicias que han ido tomando su sitio tras la rehabilitación de esta zona..

Entre la oferta más tradicional están el Chiringuito la Farola o el Mami Beach, donde se puede tomar platos típicos de la gastronomía malagueña y hasta una copa viendo la puesta del sol si se hace más tarde.

Dentro de la zona Muelle 1 destacan restaurantes como Cambara, Toro, Casa Carmen y Angus, que combinan cosas más típicas con platos de comida más actuales.