Los Acantilados de Maro son uno de los espacios naturales más atractivos de la zona de la Axarquía, en el litoral oriental malagueño. Un lugar de confluencia entre el mar, la costa y la montaña, que ha dibujado paisajes de gran impacto donde los propios acantilados, las calas y cuevas que cobijan y una abundante vegetación litoral son protagonistas.
Un espacio que se puede divisar, en parte, desde las inmediaciones de la Torre de Maro, una de las atalayas defensivas levantadas para la vigilancia y control en esta zona litoral mediterráneo a partir del siglo XVI. También desde el llamado Balcón de Maro, junto a la iglesia de esa pequeña población perteneciente al municipio de Nerja.
- Contexto natural de los Acantilados de Maro
- Cómo llegar a los Acantilados de Maro
- Calas y playas de Maro
- Las antiguas torres de la costa de Maro
- Rutas de senderismo en los Acantilados de Maro
Contexto natural de los Acantilados de Maro
Los Acantilados de Maro se sitúan en el tramo del litoral que hay entre Nerja y La Herradura (Granada) conformando un paraje natural excepcional en conjunto con el Cerro Gordo y la Sierra Almijara. En total unos 8 kilómetros de costa con escaso impacto humano, a excepción de la pequeña población de Maro y algunas terrazas de cultivo.
Bajo ellas, fondos marinos de gran riqueza subacuática. Aquí se pueden avistar, por ejemplo, desde esponjas y anémonas a crustáceos como centollos y langostas, además de peces como las morenas, los torillos y los meros. También habitan aquí algunas especies de corales, entre los que destacan los naranja, una rareza en riesgo de extinción. También muy destacable es la existencia de praderas de posidonia
Entre el mar y las alturas de los acantilados existen varias cuevas naturales, la Cueva de Nerja es una de ellas, junto a pequeñas oquedades en las que se refugian varias especies aves, entre ellas tres de gaviotas, además de las lavanderas, que compiten en el aire con rapaces como halcones, gavilanes y azores.
En cuanto a la vegetación terrestre, en la franja litoral abundan los bosques de pinos carrascos y de matorral mediterráneo. Entre ellos muchos ejemplares de buxus balearica, una planta resistente a las temperaturas extremas y que puede vivir durante centenares de años.
Cómo llegar a los Acantilados de Maro
Los Acantilados de Maro se encuentran en la costa de La Axarquía, en concreto entre y la pedanía de Maro, perteneciente a Nerja, y el núcleo de población de La Herradura, ya en la provincia de Granada.
Para llegar aquí desde Málaga en vehículo propio hay dos opciones. La más rápida es tomar la autovía A-7 y tomar la salida de Nerja, para luego continuar por la N-340 en paralelo a la costa (carretera de Almería). Esta última también se puede seguir desde Málaga. En ese caso el recorrido es más lento y sinuoso, aunque también más interesante desde el punto de vista paisajístico. En el primero de los casos, la duración de la ruta es de algo menos de una hora y, en el segundo, de cerca de dos horas.
También se puede llegar a Nerja en bus con la línea Málaga-Cueva de Nerja de la compañía Alsa, en un recorrido con una duración de unas dos horas y cuarto.
Calas y playas de Maro
En el litoral entre la Torre de Maro y La Herradura hay unas diez playas y pequeñas calas, algunas de ellas de muy difícil acceso a pie y otras a las que se puede llegar en vehículo. Por lo general, no se trata de arenales sino de extensiones de gravilla y cantos rodados y, a veces, de grandes rocas desprendidas de los acantilados. Todas ellas están bañadas por unas aguas que son de las más limpias en la costa malagueña. Estas son las calas y playas de Maro más recomendables:
- Caleta de Maro: muy conocida porque en ella se rodaron muchas escenas de “Verano Azul”, serie de televisión en la que recibía el nombre de Cala Chica. Tiene unos 400 metros de longitud y el acceso se realiza por el cruce de la carretera entre la Cueva de Nerja y Maro.
- Barranco de Maro: esta cala minúscula y pedregosa tiene un difícil acceso entre rocas y cañaverales. La recompensa a tanto esfuerzo es la garantía de intimidad, unas aguas transparentes y toda la belleza del lugar, flanqueado por acantilados.
- Playa de Maro: a esta playa se accede fácilmente en coche desde el pueblo que le da nombre. Se trata de una extensión de 500 metros de piedra y grava, con un gran encanto y autenticidad, flanqueada por vegetación litoral, terrazas de cultivo, acantilados y, por supuesto, un mar limpísimo.
- Molino de Papel: en realidad se trata de dos playas, de unos 400 metros de longitud en total, divididas por un arroyo. Están muy próximas a la Torre de Maro, de la que hablamos más adelante. Se llama así por una fábrica de papel de la que hoy solo quedan algunos restos.
- Playa de las Alberquillas: contigua a la anterior, lo único que las separa son las ruinas de otra de las torres de vigilancia de la zona, la del Río de la Miel. En sus cerca de 500 metros de longitud hay piedras y también arena. Por esto último, es una de las más cómodas de la zona. Se accede a ella desde un camino a la altura del kilómetro 299 de la carretera de Almería.
- Calas del Pino: se trata de dos calas de tipo arenoso separadas por una gran roca que, no obstante, se puede bordear por el agua. Pese a su longitud, de unos 300 metros, la estrechez de estas calas (apenas 10 metros) evita aglomeraciones durante la temporada estival.
- El Cañuelo: es una de las calas más recomendables de la zona y la última antes del límite con la provincia de Granada. Tan atractivo como el arenal en sí son los fondos marinos, repletos de peces, corales, esponjas y la valiosa posidonia. En verano se accede a ella mediante un bus que parte desde el aparcamiento.
- Cantarriján: ya en la costa granadina pero igualmente integrada en el paraje natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo, es una playa bastante extensa y está dividida en dos partes. La segunda, más salvaje, es muy frecuentada por nudistas. Como la playa de El Cañuelo, en verano se accede a ella a través de un minibús, que sale desde el aparcamiento cercano.
Las antiguas torres de la costa de Maro
Como buena parte del litoral mediterráneo español, la costa del paraje natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo está salpicada de torres de vigilancia construidas en piedra durante el siglo XVI, En algunos casos, esas construcciones defensivas han quedado reducidas a poco más que escombros.
Las cuatro torres de esta zona del litoral malagueño son la de de Maro, en la propia localidad que da nombre a toda la zona, la del Río de la Miel, la del Pino y la Torre Caleta. Por lo general se encuentran en promontorios visibles unos de otros para facilitar la comunicación a través de las fogatas que se prendían en ellas.
Esta era la manera de avisar a la población de la zona de las incursiones de corsarios berberiscos, hecho bastante frecuente hasta el siglo XIX y que provocó la despoblación de la zona litoral y la aparición de asentamiento en el interior de la provincia.
De entre estas torres destaca por su tamaño la de Maro, con una altura de 11 metros, aparte de la buena factura de la construcción: a base de mampostería que luego se revocó. Aunque no se puede acceder al interior, desde el entorno se disfruta una de las mejores panorámicas de conjunto de la zona, además del resto de sus torres hermanas.
Rutas de senderismo en los Acantilados de Maro
Son varias las rutas de senderismo a través de la cuales se puede conocer el paraje natural de Acantilados de Maro-Cerro Gordo. Cada una con su propio nivel de dificultad y longitud. Así, las hay que son apenas un paseo, mientras que otras suponen una jornada completa de caminata. Aquí destacamos algunas de ellas:
– Pico Cielo desde la Cueva de Nerja: es una ruta circular bastante exigente pues, pese a no ser muy larga (algo más de 13 kilómetros), tiene un desnivel de unos 1.100 metros, llegando a pico Cielo (1.508 metros). La recompensa es disfrutar de algunos de los paisajes montañosos más espectaculares de la provincia de Málaga.
– Cueva de Nerja a Fuente del Esparto, pasando por Pinarillo: se trata de un recorrido lineal de algo más de 13 kilómetros y un desnivel de unos 430 metros. Es bastante cómodo y durante el mismo se pasa por parajes tan agradables como el área recreativa de Pinarillos y el Barranco de la Coladilla.
– De Cala Alberquillas a la Torre Caleta: esta ruta discurre siempre en paralelo a la costa, a lo largo de unos 9 kilómetros, y en algunos tramos pasa por las playas por lo que, si hace buen tiempo, es ideal para darse un baño y refrescarse. Aunque hay algunos tramos pedregosos, en general el recorrido es bastante asequible para todo tipo de caminantes y tiene un desnivel de unos 430 metros.