A solo 100 kilómetros al oeste de Málaga, atalayada en lo alto de una meseta cortada a cuchillo por el desfiladero del río Guadalevín, se alza orgullosa Ronda, la tercera ciudad más visitada de Andalucía. No le faltan razones a esta antiguo y pintoresco lugar por el que han pasado celtas –fundaron lo que fue el germen de la ciudad, entonces llamada Arunda, en el siglo VI a.C.-, fenicios, romanos, árabes y, finalmente, cristianos, quienes reconquistarían Ronda liderados por los Reyes Católicos en 1485. Ciudad amurallada envuelta en leyendas de bandoleros y toreros, Ronda adquiriría un halo romántico con los relatos de escritores y viajeros extranjeros del siglo XIX como Washington Irving, Prosper Mérimée y Paul Gustave Doré. El mito continuaría en el siglo XX con el poeta checo Rainer Maria Rilke, quien, tras haber viajado por toda Europa, se instalaría dos meses en Ronda y le daría su sobrenombre de “ciudad soñada”: «He buscado por todas partes la ciudad soñada, y al fin la he encontrado en Ronda… No hay nada más inesperado en España que esta ciudad salvaje y montañera», escribió sobre la urbe, cuyo símbolo más universal es el prodigioso Puente Nuevo, que comunica la ciudad vieja con la nueva sobre un abismo de 100 metros de profundidad.
- Qué hacer en Ronda: un paseo por los lugares imprescindibles
- Pueblos para visitar cerca de ronda
- Dónde comer en Ronda: los mejores restaurantes
- Descubre la Serranía de Ronda
- Bodegas de la serrania de ronda
- Dónde comer en Ronda
- Dónde dormir cerca de Ronda
Qué hacer en Ronda: un paseo por los lugares imprescindibles
En este paseo por Ronda recorreremos los más interesantes monumentos de esta ciudad milenaria, que ha estado tradicionalmente dividida en tres barrios: la Ronda moderna surgida a partir del siglo XVI, ubicada al norte y llamada El Mercadillo, está conectada mediante el Puente Nuevo y otros con el centro histórico, conocido como La Ciudad y situado al sur del río Guadalevín. Por último, en el extremo sur y más elevado de Ronda se encuentra el barrio de San Francisco, el más antiguo de la ciudad, donde se encuentran los restos de la alcazaba y muralla árabes, que a su vez fueron construidas sobre el Castillo del Laurel de época romana.
Plaza de Toros de Ronda
No es casualidad que al norte de Ronda, cuna de la tauromaquia moderna, encontramos el coso taurino más antiguo y monumental de España. Construida a finales del siglo XVII por la Real Maestranza de Caballería de Ronda, una institución nacida para velar por que no se perdiera el arte ecuestre, se trata de una preciosa y elegante plaza en la que cada septiembre, desde 1954, se celebra las célebres corridas goyescas, que nos trasladan a la época de este pintor.
La Alameda del Tajo
Junto a la Plaza de Toros se encuentra este precioso paseo arbolado de principios del siglo XIX (con ejemplares de hace más de 200 años), que se asoma al famoso Tajo o desfiladero de Ronda ofreciendo magníficas vistas de los alrededores y la Serranía. El mejor punto de observación es el llamado Mirador del Coño, porque esa es la primera palabra que suele salir de quienes se asoman a él.
Puente Nuevo
Terminado en 1793, esta obra maestra de 98 metros de altura que cruza el Tajo de Ronda, conectando el casco antiguo con la zona moderna de El Mercadillo, es el símbolo más reconocible de la ciudad. No hay mucho más que decir: lo mejor es cruzarlo y alucinar con el vértigo que produce asomarse a su increíble panorámica.
Palacio de Mondragón
Una vez en el casco antiguo, es ineludible visitar este palacio mudéjar-renacentista que fue la residencia de los reyes andalusíes de la Taifa de Ronda y, posteriormente, de los gobernadores del reino nazarí de Granada; hasta que los Reyes Católicos tomaron la ciudad en 1485. Ocupado en la actualidad por el Museo Municipal de Ronda, visitarlo es una buena excusa para ver sus hermosos patios interiores.
Iglesia Santa María la Mayor
Levantada tras la conquista cristiana sobre la antigua mezquita mayor de Ronda, esta iglesia del siglo XIV aún conserva elementos árabes como restos del mihrab. Construida en estilo gótico, destacan elementos de épocas posteriores como el coro renacentista y el retablo barroco de la Virgen del Mayor Dolor.
Casa del Rey Moro
Ubicado al filo de la garganta del río Guadalevín, este recinto se compone de tres elementos: una casa neomudéjar del siglo XVIII (el interior no puede visitarse), una mina de captación de agua de época musulmana y unos preciosos jardines aterrazados diseñados por el paisajista francés Forestier en 1923. Desde el jardín, unas vertiginosas escaleras nos permiten descender hasta la orilla misma del Guadalevín.
Puerta de Almocábar
Ya en el barrio de San Francisco, al sur de Ronda, podemos visitar los restos de las murallas musulmanas y la fantástica Puerta de Almocábar, del siglo XIII, que era el acceso a la ciudad desde el sur en tiempos árabes.
Baños Árabes de Ronda
Al pie de la muralla, encontramos este hammam del siglo XIII, el mejor conservado de época árabe de toda la Península Ibérica. Se abastecía de agua del cercano Arroyo de las Culebras gracias a un sistema de noria que se conserva perfectamente.
Pueblos para visitar cerca de Ronda
El entorno serrano de Ronda favorece la existencia de muchas y bonitas localidades enclavadas en entornos de gran impacto visual. Algunas de ellas de origen medieval musulmán y otras fundadas tras la Reconquista. Estos son algunos de los pueblos más interesantes que merecen la visita cerca de Ronda:
Setenil de las Bodegas
El origen del asentamiento en este lugar fueron las muchas cuevas que, con el tiempo, se acabaron convirtiendo en casas, con parte de las habitaciones exteriores y otras subterráneas. Así, todas las construcciones de Setenil de las Bodegas (vincular a www.barcelo.com/guia-turismo/es/espana/malaga/que-ver/setenil-de-las-bodegas) están distribuidas en una suerte de anfiteatro natural, con varias de las calles cubiertas por grandes losas pétreas.
Júzcar
Este pueblo se conoce en todo el mundo como “el de los pitufos” (vincular a www.barcelo.com/guia-turismo/es/espana/malaga/que-ver/juzcar). Y es así desde que la promoción de esa película, en el año 2011, lo pintó de azul y luego sus habitantes decidieron mantener ese color en las fachadas de sus casas.
Alpandeire
Su nombre es de origen musulmán, pero mucho antes ya había estado habitado, como atestiguan los dólmenes de las Encinas Borrachas. La localidad es célebre por la iglesia de San Antonio de Padua (siglos XVI-XVIII), conocida como la Catedral de la Serranía. También porque aquí nació el beato Fray Leopoldo, muy querido y admirado en toda Andalucía.
Gaucín
Este pueblo, crecido a lo largo de los siglos bajo el castillo del Águila (hoy en ruinas) es, sin duda, uno de los más bonitos de Málaga y del resto de país. Ayuda el paisaje que lo rodea y contribuye mucho el cuidado de sus calles y las fachadas encaladas de sus casas. Bonito legado, el del enjalbegado, dejado por los musulmanes, que también construyeron tres aljibes y un camino subterráneo para la huida en caso de ataques.
Dónde comer en Ronda: los mejores restaurantes
Si queremos ir a tomar el apertivo, la Plaza del Socorro y las calles aledañas son un buen lugar para tapear en sus múltiples terrazas. A la hora de comer o cenar, existen reputados locales de cocina tradicional como el restaurante Pedro Romero, que ofrece desde 1971 platos típicos como las migas serranas, la perdiz con alubias o su plato más apreciado, el rabo de toro.
Otros restaurantes con solera donde probar la mejor cocina andaluza son el Mesón Carmen la de Ronda y Casa María, que enamora por su trato y ambiente familiar. También está la opción de probar el Parador Nacional de Ronda, que dispone de un restaurante de cocina andaluza y mediterránea y otro, El Manzel de Ronda, especializado en cocina de la provincia malagueña.
Descubre la Serranía de Ronda
La ciudad de Ronda está inmersa entre diferentes formaciones montañosas, que son las que le dan ese carácter agreste y, en tiempos, también recóndito. De hecho, la Serranía de Ronda fue refugio, a finales del siglo XIX, de bandoleros, la mayor parte de ellos asociados al contrabando que venía desde Gibraltar y que utilizaban los pasos de montaña de estas sierras, alejados de los caminos y del control de las autoridades.
Pero, si por algo es importante la Serranía de Ronda es por sus riquezas naturales, con endemismos y singularidades biológicas que bien merecen una visita. Estos son los dos parques naturales que conforman estos paisajes montañosos:
Parque Natural de Los Alcornocales
Lo más llamativo de este espacio protegido es que aquí se encuentra el último reducto de selva del Mediterráneo. Y es así porque en determinadas zonas del parque hay un microclima de tipo subtropical, muy similar, por ejemplo, al de las Islas Canarias. Con sus casi 170.000 hectáreas, es uno de los parques naturales más extensos del país.
Parque Natural de la Sierra de las Nieves
Si buscas contrastes, aquí los tienes asegurados. Desde la cima del parque, a más de 2.000 metros de altura, hasta la que está considerada como la tercera sima más profunda del mundo (GESM), que se adentra en el interior de la tierra y que tiene más de 1.100 metros.
Parque Natural de Sierra de Grazalema
Por su situación geográfica (primer obstáculo montañoso que encuentran los vientos atlánticos al entrar desde el Golfo de Cádiz), éste suele ser el punto con mayor pluviometría anual del país. Además, aquí hay una rareza botánica que casi parece un milagro: el espectacular bosque de pinsapos, árbol de la familia de los abetos que también se puede encontrar en la Sierra de las Nieves.
Bodegas de la Serranía de Ronda
Por la orografía del terreno, la altitud de la zona y condiciones climáticas especiales (mucho frío en invierno y mucho sol en verano), la Serranía de Ronda es un lugar ideal para el cultivo de la vid y, por tanto, también para la producción de buenos vinos. Las bodegas que los elaboran, unas 20, están acogidas a las denominaciones de origen Málaga y Sierras de Málaga. Estas son algunas de las más destacables:
Descalzos Viejos
Es una de las más peculiares de la zona y ocupa un antiguo convento del siglo XVI, que fue propiedad de una congregación de monjes trinitarios descalzos. De ahí su nombre. Entre las etiquetas más destacadas están DV 2013 y DV Aires. Como curiosidad, tienen algunas barricas de vinos encabezados, al estilo de Jerez.
Bodegas F. Schatz
Esta bodega es la concreción del sueño de juventud de su creador, el alemán Friedrich Schatz, que se trajo hasta la serranía todo el saber hacer de su familia, viticultores desde el siglo XVII. Aparte de producir algunos de los vinos con mayor calidad y personalidad de la zona, pasear por esta finca, detenerse en los pasillos de barricas en que maduran y catar alguno de ellos es una de las experiencias más gratificantes que se pueden vivir cerca de Ronda.
Cortijo Los Aguilares
Muy próxima a Ronda, esta bodega es efectivamente un cortijo. Es decir, una de esas fincas de labranza y residenciales tan típicas de Andalucía. Las cerca de 120.000 botellas de vino que elaboran aquí cada año coloca a sus propietarios entre los mayores productores de la Serranía de Ronda. Tienen seis variedades, entre ellas una limitada producción de vino rosado que apenas dura unas semanas en el mercado, por su gran aceptación.
Bodega Kieninger
En esta bodega presumen con razón de la calidad de sus vinos de producción ecológica. De hecho, el cuidado de la naturaleza y el respeto al medio ambiente es el principal leit motiv de sus creadores y propietarios. Por eso aquí no se usan levaduras industriales y sus productos son aptos para veganos.
Dónde comer en Ronda
Ronda es una referencia gastronómica de Andalucía desde hace años, gracias a Tragabuches y el que fue su jefe de cocina durante años: Dani García. Aquel desparecido restaurantes dejó en la ciudad el gusto por la cocina mimada y bien servida. Aquí están algunos buenos ejemplos de esa tendencia:
Bardal
Nada menos que dos estrellas en la célebre Guía Michelin son las que atesora este restaurante. Al frente está el chef Benito Gómez que ha traído hasta aquí los nuevos conceptos de la cocina catalana y los ha combinado con ingredientes y sabores de la tierra hasta crear una propuesta a base de texturas diversas, a veces muy sorprendentes. Hay dos menús degustación, de 18 y 21 pases, a cada cual más convincente.
José Aparicio, 1.
Las Tablas
Este restaurante es ideal para aquellos comensales a los que le gusta compartir. Además de las tablas (de jamón, chacinas, quesos, carnes o mixta) que dan nombre al local, hay platos como las croquetas, los huevos rotos, los bites de morcilla, los tostones Pulled pork o las parrillas de carnes, ideales para comer entre varios.
Armiñán, 46.
Puerta Grande
Con semejante nombre es normal que uno de los platos estrella de este restaurante sea el rabo de toro. Le acompañan otras propuestas de éxito de la cocina tradicional andaluza y española, como el salmorejo (en temporada), los ibéricos, los arroces en paella o las berenjenas rebozadas con miel. Para finalizar, alguno de los chupitos de licor de elaboración propia.
Nueva, 10.
Kütral
El cocinero argentino Martín Abramzon ha traído hasta Ronda un auténtico edén para los amantes de las buenas carnes. Es cierto que el entorno (un polígono industrial) desmerece, pero la calidad del producto y el encanto del local bien justifican la pequeña excursión hasta aquí. Muy recomendable es probar sus chuletones de vaca que, como el resto de las carnes que preparan en este restaurante, están hechos a la parrilla. Importante: abre solo de jueves a domingo.
Guadalimar, 33.
Dónde dormir cerca de Ronda
Entre las mejores opciones da alojamiento de la provincia, está el Hotel Barceló Málaga, situado a unos 100 kilómetros de Ronda. Concebido como un hotel de negocios, lo cierto es que su situación (junto a la estación de tren María Zambrano) lo hace idóneo también para huéspedes que quieran disfrutar de todos los atractivos de la ciudad y su entorno.
En total, 221 habitaciones, amplias y muy cómodas, diseñadas de acuerdo con la filosofía B-Room, cuyo máximo objetivo es convertir cada estancia en una auténtica experiencia. De hecho, a este hotel se lo considera como uno de los más instagrameables del mundo, gracias sobre todo a su espectacular lobby, con un tobogán de acero. También merece la pena un baño en la piscina, situada en el espacio B-Heaven Relax & Ambience, en la octava planta del hotel, y desde donde se disfruta de unas magníficas panorámicas de la ciudad.