El Parque Natural Sierra de las Nieves, con una extensión cercana a las 20.200 hectáreas, se encuentra ubicado en la zona central del Sur de Andalucía, en la provincia de Málaga. Su geografía accidentada, con altos picos y profundos tajos, está custodiada por la presencia de municipios serranos de gran tradición histórica y cultural, como El Burgo, Ronda o Yunquera; así como por la mirada insorteable de la Torrecilla, su pico más alto con 1919 metros sobre el nivel del mar.
A tan sólo 58 kilómetros de la capital provincial, este paraíso natural permanece además catalogado como Reserva de la Biosfera (por la UNESCO) desde 1995. Un paraíso, por cierto, abierto al disfrute de sus visitantes, dada la extensa red de alojamientos y caminos que acoge en su interior. Acoge, además, la posibilidad de realizar multitud de actividades lúdicas brindadas por empresas autóctonas, tales como la recolección de castañas o aceitunas, la elaboración de aceite, o el acercamiento a alguno de los antiguos oficios de la sierra, por decir sólo algunas. ¿Te vienes?
Flora y fauna en el Parque Natural Sierra de las Nieves
A pesar de lo manido que pueda sonar, la Sierra de las Nieves merece ser presentada como un paraíso natural digno de ser visitado (y las razones son varias). Obviando la belleza incomparable de su paisaje serrano, colmado de escarpadas sierras blanquecinas y montes rojizos, este enclave es ante todo el hogar por excelencia del pinsapo (Abies pinsapo), un abeto mediterráneo considerado reliquia botánica por datar de la época glaciar de la Península Ibérica. De esta forma, resulta un poquito menos llamativo el hecho de que en la zona aún pervivan ejemplares con hasta 500 años de edad, como el de la Escalereta, declarado Monumento Natural.
Sus encinas y alcornoques —mayoritariamente localizados en los montes de Istán y Monda—, o sus algarrobos y castaños —en las zonas de Tolox y Parauta—, ayudan a completar la característica diversidad forestal de este espacio en el que también se rastrea la presencia el Castaño Santo, un ejemplar que ya alzaba sus ramas cuando la Península Ibérica permanecía bajo dominio árabe.
En términos de fauna, el parque natural también da cobijo a numerosos animales como la cabra montesa o el águila real, fácilmente rastreables en las cotas más altas, o el corzo y la nutria, visibles, por el contrario, en las riberas de los ríos.
Ahora bien, la otra gran joya escondida del parque natural es el llamado GESM, un kilométrico sistema endokárstico formado por galerías y túneles subterráneos desarrollados gracias a la erosión milenaria del agua. Y no es para menos, con grutas verticales que superan los 1100 metros de profundidad, dicho sistema está considerado como la tercera sima explorada más profunda del mundo.
Rutas de senderismo en Sierra de las Nieves
Antiguamente, las altas cumbres de esta sierra servían como neveros para los habitantes de los pueblos adyacentes, proporcionando grandes cantidades de hielo que eran transportadas mediante mulas hasta el puerto de Algeciras. Hoy en día, a pesar de que dicha actividad solamente permanece viva en el nombre que adopta la Sierra, sus picos continúan recibiendo la visita indistinta de senderistas, montañistas y ornitólogos. Todos ellos suben impulsados por la belleza del camino, y por las panorámicas increíbles que promete su altura.
La ruta de ascenso al Pico de Torrecilla es, tal vez, el clásico senderista por excelencia en la zona. Su recorrido de 10 kilómetros (y cuatro horas de duración) abre la puerta a la cumbre más alta del parque, no sin antes pelearse con un desnivel que ronda los 1300 metros. Los puntos de inicio son variados, pudiendo partir tanto desde los pinsapares de Yunquera y El Burgo, como desde Los Quejigales de Ronda, o desde el Cerro Corona de Tolox. Al mismo tiempo, la ruta promete al senderista todo un escaparte de las formaciones vegetales que el parque acoge, así como una de las mejores vistas de la provincia de Málaga.
Otra ruta “montañista” es la que asciende desde Yunquera hasta el Peñón de los Enamorados, concretamente a través del Puerto del Caucón (o Mirador de Ceballos). Con 1.748 metros de altura, dicho monte se caracteriza por ser una zona especialmente pedregosa, salpicada de pinsapares, encinares y matorrales; y en las cotas más altas, de quejigales propios del parque. Su cercanía con el mencionado Pico de Torrecilla permite incluso coronar ambas cumbres durante el mismo día.
A pesar de que las anteriores son las más representativas, las rutas de senderismo en la Sierra de las Nieves abundan. La Ruta Turística Sendero de la Acequia del Molino —de dificultad fácil—, o el Sendero Nacimiento del Río Turón —de dificultad media—, son buenas oportunidades para conocer la vegetación de ribera que el parque acoge.
Y si queremos algo más, empresas autóctonas como Squaretravel o Vera Rural se encargan de organizar tantas actividades como uno pueda imaginar. Rutas a caballo, barranquismo, kayak, espeleología, agricultura ecológica… Todo esto y más es posible dentro de los confines de este parque natural.
Cocina autóctona en pueblos serranos
Como suele suceder con este tipo de planes, la degustación de la gastronomía autóctona es la guinda del pastel. En el caso concreto de la Sierra de las Nieves, un acercamiento a cualquiera de sus pueblos limítrofes bastará para empaparnos de su cocina tradicional mediterránea en un contexto único, salpicado de casas blancas y calles estrechas. Con una fuerte presencia de hortalizas, frutas de temporada, aceitunas, almendras, legumbres, espárragos y setas, así como de carnes de caza y pescados de la vecina Costa del Sol Occidental, la cocina serrana de esta zona promete no dejar indiferente a nadie.
En el municipio septentrional de Istán, por ejemplo, se puede visitar el Bar El Calvario, un lugar acogedor con terraza que brinda unas deliciosas chuletas de cordero. Y más al norte, en Guaro, la sencilla Venta El Abuelo nos deleita con platos suculentos a base de productos de la huerta y carne (tanto de ave como de ganado). En Tolox y en Casarabonela, los restaurantes Hotel Cerro de Hijar y Antigua Venta San Antonio, respectivamente, dan la oportunidad de probar cocina andaluza con toques creativos, en contextos más refinados que los anteriores.