En las primeras horas del 20 de marzo de 1869, Málaga perdía, devorado por las llamas, uno de sus teatros más populares: el Teatro del Príncipe Alfonso –antiguo Teatro de la Merced-, así llamado en honor al futuro rey Alfonso XII desde la visita de la reina Isabel II a la ciudad en 1862. Huérfana de un espacio donde satisfacer sus necesidades de cultura y ocio, la pujante burguesía de la ciudad decide asociarse para construir un nuevo gran teatro que, tras solo unos meses de construcción, se inauguraría a finales de 1870: el Teatro Cervantes. Desde entonces y durante casi 150 años –el aniversario tendrá lugar en 2020-, este edificio neoclásico, declarado Bien de Interés Cultural en 2005, ha sido un referente de la artes escénicas en Málaga, aunque también con sus periodos de sombra. Hoy es famoso por ser la sede principal del Festival de Málaga, que despliega la alfombra roja cada abril para recibir a las estrellas del cine español.

  1. El Teatro Cervantes; el más antiguo de Málaga
  2. El espectáculo también está en el techo: el gran lienzo de Bernardo Férrandiz
  3. Festival de Málaga cine Español

El Teatro Cervantes: el más antiguo de Málaga

Fotografía ©Teatro Cervantes Foto Daniel Perez

Ahora que van a cumplirse 150 años del teatro más antiguo de Málaga, merece la pena hacer un breve repaso por su historia. Inaugurado el 17 de diciembre de 1870 con una versión sinfónica de la ópera Guillermo Tell, el edificio del arquitecto municipal Gerónimo Cuervo llamó la atención en la época por dos cosas: su gran capacidad (2.300 localidades, aunque hoy en día se han reducido a 1.171) y la espectacular decoración ejecutada por el pintor Bernardo Ferrándiz, de la que hablamos más adelante. Todo esto, unido a su sobria fachada neoclásica y al elegante patio de butacas en formas de herradura, con cuatro pisos de altura, ya le valió entonces el título de Monumento Histórico-Artístico.

Pese al éxito que tuvo entonces, con el paso de las décadas el teatro acabaría cayendo en un estado de abandono que se hizo insostenible en 1950. Ese año, sus propietarios reforman el interior del edificio para darle un nuevo uso, alterando así su distribución y diseño originales. Habilitan un bar y un proyector cinematográfico, quedando el Teatro Cervantes reducido a sala de cine. La resurrección llegaría en 1984, cuando el Ayuntamiento adquiere el teatro y emprende una profunda reforma que recuperaría su esencia original. La gran reapertura, presidida por la Reina Doña Sofía el 6 de abril de 1987 y amenizada por la Orquesta Sinfónica Ciudad de Málaga, supuso un gran éxito que le valdría al nuevo Teatro Cervantes los premios Europa Nostra de la UNESCO y Mejor Rehabilitación Andaluza de 1987.

 

 

El espectáculo también está en el techo: el gran lienzo de Bernardo Ferrándiz

Una vez sentados en la butaca, hay un detalle que podría escapársenos si no miramos hacia arriba. Se trata de Alegoría de la Historia, Industria y Comercio de Málaga, un colosal lienzo al óleo (19 x 16,5 metros) con el que el pintor Bernardo Ferrándiz quiso decorar en el siglo XIX el techo del patio de butacas. La pintura es una ventana abierta a una representación alegórica de la ciudad, encarnada en la figura de las Bellas Artes, en el centro. Rodeándola, se despliegan los elementos que hicieron de Málaga una ciudad floreciente económicamente. En la parte inferior, el puerto, con sus mozos cargando y descargando mercancías y los llamados marengos (pescadores) “sacando el copo”, una gran red que se arrastraba hasta la orilla. En el lado derecho, la antigua fábrica de azúcar y los altos hornos de Málaga, representaciones de la Industria. En el izquierdo, la entonces reciente estación de ferrocarril, imagen del Progreso.

 

 

Esta pintura es la más emblemática del teatro, pero al frente podemos ver otra del mismo pintor, en el telón de boca. Restaurada recientemente, en ella vemos al propio pintor autorretratado en la figura de Mefistófeles, que nos abre la cortina a un mundo poblado por personajes dramáticos.

Festival de Málaga Cine en Español

Desde la reapertura del Cervantes hace 32 años, a sus tablas se han subido todo tipo de espectáculos, desde comedias y dramas clásicos a óperas, ballets, conciertos de jazz, flamenco, y rock y musicales, situándose en la vanguardia de los teatros españoles. Sin embargo, el evento que le han granjeado más popularidad es la acogida cada primavera, habitualmente en abril, del Festival de Málaga Cine en Español, que se celebra desde 1998. Se trata de la cita anual más importante de la cinematografía española, donde compiten los principales estrenos del año y también se muestran obras de menor difusión como documentales y cortometrajes. Sobre las tablas del Teatro Cervantes se estrenan las películas de la Sección Oficial, se realizan las ruedas de prensa y se celebra la gala de clausura, donde la mejor película recibe la Biznaga de Oro, el máximo reconocimiento del festival.