Conocida popularmente como la Colonia, esta bonita localidad, situada en el punto más meridional de Mallorca, es el puerto más cercano a la isla de Cabrera y un destino muy apreciado por los turistas. La Colonia de Sant Jordi, un antiguo poblado de pescadores, está rodeada de increíbles playas, la mayor parte de arena blanca y fina; festoneada con 13 pequeños islotes y en su entorno hay viejas salinas. Un ejemplo, las salinas de Sa Vall son las segundas más antiguas del mundo (siglo IV a. C.). Hoy, con algo más de 2.500 habitantes, la Colonia de Sant Jordi de Mallorca sorprende al visitante por sus recursos naturales y turísticos.

Una historia milenaria

Se sabe con certeza que esta localidad estuvo habitada en tiempos prehistóricos, ya que se han encontrado en su territorio talayots del siglo IX a. C., unos monumentos megalíticos de la cultura del Bronce típicos de las islas Baleares, además de vestigios púnicos y restos de embarcaciones romanas.

Uno de los grandes atractivos de la Colonia de Sant Jordi y de su entorno, como ya hemos dicho, son sus numerosas salinas. No en vano esta zona de la isla se conoce como Ses Salines. Las más célebres, por su antigüedad, son las de Sa Vall o de la Colonia de San Jorge y, al parecer, su explotación corrió a cargo, en un principio, de mercaderes púnicos, si bien las salinas también gozaron del interés de los que vinieron detrás: romanos, bizantinos, árabes y cristianos. La extracción de la sal todavía se lleva a cabo con métodos tradicionales. Estas salinas forman parte del área natural El Trench-Salobrar de Campos y, lógicamente, están protegidas.

Qué ver y qué hacer en Colonia de Sant Jordi

Son muchos los atractivos turísticos que tiene la Colonia de Sant Jordi. Las playas son su principal reclamo, pero hay que recordar que la localidad cuenta también con un puerto deportivo desde el que parten los barcos con destino a la vecina isla de Cabrera, donde se puede visitar el Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera, que así se llama. En la Colonia de Sant Jordi, además, está el centro de interpretación del parque, por lo que aquí se puede obtener toda la información necesaria para visitar el destino, conocer la historia de Cabrera y valorar toda su riqueza. Aquí también podrás contemplar un talayot. Pero hay muchas más cosas que ver y hacer en la Colonia de Sant Jordi. Te lo contamos:

Caminar por el Paseo Marítimo

Esta agradable y animada avenida marítima comienza justo donde se encuentra la playa de Es Port y desemboca en el puerto, desde donde podemos contemplar a lo lejos la isla de Cabrera.

Recorrer el mercadillo de los miércoles

Todas las semanas se monta, en la avenida de la Primavera, un delicioso mercadillo en el que podremos encontrar de todo, además de numerosas tiendas de moda, de regalos y de comida. Esta avenida está jalonada, además, de bonitos restaurantes.

Disfrutar de la playa de Es Trenc

Rodeada de pinos, es la playa natural más larga de la isla. Su arena es blanca y fina y sus aguas completamente transparentes la convierten en una de las mejores playas de Mallorca. En realidad, la playa de Es Trenc pertenece al municipio de Campos, pero se puede acceder a ella desde la Colonia de Sant Jordi. Otras playas interesantes son Es Port, situada al comienzo del Paseo Marítimo; Es Dolç, una playa virgen de fácil acceso, y Es Marques, una playa con alta ocupación que cuenta con numerosos servicios.

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Es Trenc

Visitar el Centro de Interpretación de Cabrera

Este centro, que tiene como objetivo acercar al visitante la historia de la isla de Cabrera, alberga, en su interior, un acuario con especies marinas autóctonas. El acceso es gratuito, excepto a la zona del acuario. Desde su terraza se puede divisar una bonita vista con Cabrera al fondo.

Contemplar las salinas de Sa Vall

Al final de la avenida de la Primavera, justo antes de alcanzar la playa dels Estanys, encontraremos estas antiquísimas salinas, donde, durante el mes de agosto, se extrae la sal mediante un método tradicional. Si seguimos en dirección a la playa de Es Trenc, nos encontraremos con más salinas, como las de Llevant, que se hallan junto a unos humedales que están protegidos por su importante flora y fauna. En algunas épocas del año aquí se pueden ver flamencos.

Hacer una excursión a la Reserva Marina de Cabrera

Cabrera es una isla sin habitar que fue utilizada en el pasado como prisión. Desde el puerto deportivo de la Colonia de Sant Jordi, en Mallorca, parten las excursiones en barco que tienen como destino este islote de playas vírgenes, ideales para la práctica del buceo, ya que sus fondos marinos son espectaculares.

Practicar deportes acuáticos

La Colonia de Sant Jordi es una localidad muy adecuada para la práctica de deportes acuáticos. Por ejemplo, podrás alquilar un velero, hacer rutas en piragua, nadar en su gran piscina olímpica y sobre todo practicar el buceo.

Visitar los pueblos cercanos

Si tienes posibilidad, bien merece la pena visitar las poblaciones más cercanas, como Ses Salines, Campos, Santanyí, Cala d’Or y Cala Figuera. Cada una tiene su particular encanto.

Balneario de San Juan de la Fuente Santa

Estos baños termales se hallan a tres kilómetros de la Colonia de San Jordi, en el término municipal de Campos. Tienen la particularidad de que son los únicos naturales de Mallorca,

Dónde comer en Colonia de Sant Jordi

Las mejores zonas para comer en la Colonia de Sant Jordi son el Paseo Marítimo, el puerto y la avenida de la Primavera, ya que aquí se concentran la mayoría de los restaurante y bares. Te sugerimos algunos restaurantes donde tendrás una experiencia inolvidable y podrás disfrutar de los deliciosos platos de la cocina tradicional mallorquina:

  • Cassai Beach House (Carrer Major, 21). Ubicado en una antigua casa de pescadores, es un restaurante con una bonita decoración donde podrás relajarte mirando al mar desde su increíble terraza o bien desde su acogedor salón interior. En su abundante carta, hay cremas, sopas, embutidos, arroces, carnes… y pescados. Te costará trabajo elegir.
  • Bodega Bar Ca’n Gori (Carrer Estanys, 21). Este establecimiento familiar, que acaba de cumplir 30 años, tiene una propuesta muy interesante de comida mallorquina y mediterránea. Aquí podrás probar, y a buen precio, atún rojo de Cabrera, floquet a la mallorquina o una deliciosa escalivada.
  • Sal de Cocó (Moll de Pescadors, s/n). Cuenta con un sugerente menú degustación con elaboradas propuestas de cocina de autor con influencia mallorquina. Tiene cocina abierta al comensal y vistas al puerto. No te olvides de probar el pan artesano con algas marinas.
  • 5ille Eat & Drink (Avenida de la Primavera, 42). El chef, Aure García, propone una excelente cocina de mercado basada en el concepto de “compartir”. Ofrece una amplia selección de tapas que se inspiran en la cocina mediterránea y, atención, también en la cocina canaria. Cuenta, además, con una variada propuesta de cócteles.