Para aquellos que deciden visitarla, Mallorca, por su condición de isla, ofrece esa sensación impagable de abandonar momentáneamente las leyes del tiempo y toda noción del espacio. De la rutina diaria, de las mismas esquinas y calles, de los mismos parques y edificios, se transita, en espacio de una o dos horas, a un lugar renovado, en el que la naturaleza se muestra virgen en muchos rincones, y la expresión facial de los locales no se corresponde con la acostumbrada. “La isla de la calma”, como se refirió a ella el escritor decimonónico Santiago Rusiñol tras una de sus visitas, es un paraíso de la naturaleza para los amigos que deciden viajar a ella.
Una ruta playera por sus calas más recoletas, una excursión por el corazón de su Sierra de Tramontana, una acampada montañera en alguno de sus varios refugios, o un divertido día en un parque acuático, todo eso es posible en Mallorca y sin incurrir en grandes gastos. ¿Os apuntáis?
Actividades en grupo en torno a las calas más recogidas de Mallorca
Cala, dícese de “aquella pequeña ensenada surgida en la costa a partir de procesos marinos y kársticos de distinto grado y antigüedad”. O, en terminología popular, “aquellas playas que por su reducido tamaño no pueden considerarse como tales y, por lo tanto, se hacen merecedoras de esta coqueta denominación”. En el caso concreto de Mallorca, asombra descubrir que de sus 555 kilómetros de costa sólo un 10% aproximadamente se corresponde con playas arenosas, perteneciendo el 90% restante a una sucesión interminable de barrancos y acantilados, y cómo no, de escondidos rincones más o menos accesibles: las calas.
Tal vez por esto, uno de los planes más clásicos de Mallorca, retratado hasta la saciedad en anuncios televisivos y videoclips de toda clase, nos remite a un día soleado con amigos en una recoleta cala de aguas cristalinas y arenas blancas. Concretamente su zona de Levante, muy cercana a la Bahía de Alcudia, atesora algunas de las calas más singulares de la isla, por lo que, dada su cercanía entre sí, su visita en un día se presenta como un plan perfecto con amigos. Veamos, de norte a sur, cuatro de estas calas imprescindibles:
Cala Mesquida
También conocida como S´Arenal de sa Mesquida, esta remota playa, ubicada a sólo siete kilómetros del municipio de Capdepera, ofrece varios atractivos. Está situada en un paraje de dunas blancas y pinos, en el que habita una de las mayores colonias de gaviotas y cormoranes del archipiélago balear. Además, su alta exposición natural a los vientos del norte, la convierte en un lugar ideal para la práctica de deportes acuáticos tales como la vela o el windsurf.
Cala Gat
Si descendemos hacia el sur por la costa, tarde o temprano nos topamos con esta cala semivirgen de arena y rocas. Situada a tan sólo 3 km de Capdepera, en su entorno más próximo encontramos dos atractivos a tener en cuenta. Por un lado, “Sa Cova des Castellàs”, una pequeña cueva ideal para practicar esnórquel. Por el otro, la llamada Torre Cega —Torre Ciega—, una antigua construcción fortificada del siglo XVI, hoy reconvertida en museo por la familia March.
Cala de sa Font
Pasado Capdepera, llegamos al pequeño pueblo de Font de Sa Cala, el cual esconde una pintoresca cala del mismo nombre. Su arenal de no más de 100 metros de largo, rodeado de acantilados de baja altura y pinarcillos, suele ser especialmente popular entre los turistas alemanes y franceses. El submarinismo es una de las actividades estrella en esta cala, debido en gran medida a la presencia de una empresa dedicada a tal actividad.
Cala Rotja
La cuarta y última cala de esta ruta se encuentra situada en plena urbanización Costa de Canyamel, a los pies de la ladera de la montaña sobre la que se asienta el complejo residencial. Su acceso es el más complicado de los cuatro, puesto que doscientos metros de rocas separan el aparcamiento más cercano de la cala propiamente dicha. Sin embargo, un baño en sus aguas seguido de una degustación de gastronomía local en su restaurante no tienen precio.
Subida al Puig des Teix en la Sierra de Tramontana
La siguiente ruta, en vez de tener por objetivo visitar calas, se propone alcanzar picos. De ahí que se le presuponga una mayor dureza, y consecuentemente, una mayor sensación de hermandad entre los amigos que formáis el grupo. Pero que nadie se asuste. La subida al pico del Teix —Puig des Teix—, es una excursión de sólo cuatro horas de duración y 10 km de recorrido, en la que el bello entorno de la Sierra de Tramontana insufla energía cuando parece que ya no queda.
Aunque muchos deciden partir del municipio de Valldemosa, nosotros te proponemos comenzar la ruta desde el encantador pueblo de Deià. Concretamente, haciendo noche en su Refugio Can Boi, perteneciente a la Ruta de Piedra en Seco GR 221, una ruta mayor formada por 167 km de recorrido entre el oeste y el este insular.
Por su parte, el Puig des Teix (1064 metros) es una de las cumbres más apreciadas por los senderistas que visitan la Sierra de Tramontana. En parte, debido a atractivos de origen histórico como su Camino del Archiduque—Camí de s’Arxiduc, en mallorquín—, una vía-mirador mandada construir a finales del siglo XIX por el archiduque Luis Salvador, un miembro de la familia imperial austriaca enamorado de Mallorca y sus paisajes.
Esta es una sugerencia que apuesta por el espíritu explorador y aventurero, por lo que podéis combinar la comodidad de vuestro hotel con una noche en uno de los 8 refugios públicos que el Govern y el Consell de las Baleares ponen a disposición del senderista a lo largo y ancho de Mallorca.
Día con amigos en uno de los parques acuáticos de Mallorca
Tras dos planes centrados en la naturaleza como protagonista, ¿por qué no pasar un día de diversión extrema en alguno de los parques acuáticos que ofrece la isla? Tanto el Western Water Park (Magaluf), como el Hidropark (Alcúdia) o el Aqualand (Arenal), sirven como una excusa perfecta para dejar salir el espíritu juvenil que hasta los más adultos llevan dentro.
Con tarifas similares, cada uno se distingue del otro por disponer de atracciones singulares. Desde los acostumbrados toboganes y pistas resbaladizas, hasta un abanico amplio de otras actividades como castillos hinchables, paintball, mini golf, o camas elásticas, su disfrute está orientado a todas las edades. ¡Queda en vuestra mano elegir cuál se ajusta mejor a vuestro concepto de diversión!