El pueblo de Sóller está considerado uno de los más bonitos de España. Basta pasear por su núcleo histórico para sentirse inmediatamente trasladado a otros tiempos. Personajes tan importantes como el archiduque Luis Salvador aseguraba que era el más hermoso de la isla. Su curioso nombre procede del árabe ‘suliar’, que significa cuenco dorado, una denominación muy acertada para describir el fértil valle de naranjos que lo rodea.
En la arquitectura de Sóller se percibe la mano de Joan Rubió i Bellver, conocido discípulo de Gaudí, cuyas obras más relevantes en este lugar son la iglesia neogótica de San Bartomeu y el banco de Sóller.
Recorriendo las estrechas calles de la población sentirás la historia de una de las ciudades mallorquinas con un pasado más floreciente. La exportación de naranjas y vinos a Francia permitieron su desarrollo y el despertar de numerosos negocios. De hecho, la orografía de la zona provocó que Sóller viviera de espaldas a Palma, debido a la dificultad de las comunicaciones, y se centrara en la exportación a través de Marsella. Irás descubriendo, durante un breve paseo, las casas de arquitectura mallorquina y los palacios de influencia francesa que conviven con edificios modernistas.
- Plaza de la Constitución, el corazón de Sóller
- Iglesia de San Bartolomé, del barroco al modernismo
- Banco de Sóller, símbolo de esplendor
- Carrer de Sa Lluna, un paseo por la Historia
- Can Prunera
- Los naranjos de Sóller en Ecovinyassa
- De compras en Sóller
- Tren de Sóller, vuelta al pasado
- Port de Sóller
- Restaurantes en el Puerto de Sóller
- Playas cerca de Sóller
- Pueblos cerca de Sóller
De todas sus calles, la más larga es Sa Lluna, cuyo nombre hace referencia a una luna esculpida en piedra en el portal de una de las casas. En tu recorrido por las callejuelas, asómate discretamente a las puertas abiertas para descubrir hermosos jardines privados con pérgolas, fuentes y azulejos. Al final de esta calle se sitúa el antiguo lavadero público, ya casi a la salida del pueblo, donde comienzan los huertos de naranjos y limoneros. También encontrarás el Museo Balear de Ciències Naturals en la salida hacia Palma, y el Museo Etnológico en el carrer del Mar.
Una escapada turística por Mallorca, queda claro, no estaría completa sin haber visitado los rincones más hermosos y los espacios imprescindibles de Sóller. Para ayudarte a no perderte ninguno de los lugares “top” de este bonito municipio, te recomendamos que anotes lo que, sí o sí, tienes que ver en Sóller.
Como no puede ser de otra manera, te vamos a recomendar que callejees por el casco histórico para que tomes el pulso a esta preciosa localidad mallorquina y para que descubras sus escenarios y edificios más singulares: la animada plaza de la Constitución, la singular iglesia de San Bartolomé, el impactante edificio del Banco de Sóller o la antigua vía medieval convertida hoy en el gran eje comercial del municipio: Carrer de Sa Lluna. Comencemos:
Plaza de la Constitución, el corazón de Sóller
Es el centro de la vida y la animación de Sóller (Mallorca). La plaza de la Constitución está presidida por los edificios de la iglesia de San Bartolomé, el Banco de Sóller, Can Bordils y el Ayuntamiento, y flanqueada por animados bares, restaurantes y cafeterías. Aquí se celebran la mayoría de las fiestas y actos populares de la localidad y es el gran punto de encuentro de los vecinos y visitantes. Sin duda, es una de las plazas más bonitas de Mallorca. Cuenta con un ágora central de piedra rosada y un surtidor de agua que aporta frescor a la plaza. Por este agradable espacio público transita también otra de las grandes atracciones de Sóller: el tranvía eléctrico que recorre los 5 kilómetros que separan esta localidad del Puerto de Sóller y que se conserva prácticamente intacto desde 1913. El Ayuntamiento o Casa de la Vila es un edificio barroco diseñado por el arquitecto Antoni Coll y en lo alto de su fachada hay un gigantesco escudo de Sóller. En su escalinata interior, se puede contemplar una exposición de retratos de los hijos ilustres del municipio.
Iglesia de San Bartolomé, del barroco al modernismo
La impresionante iglesia de San Bartolomé, que tiene su origen en un templo del siglo XIII, domina también la plaza de la Constitución, el corazón monumental y sentimental de Sóller. Su estructura es barroca, la fachada es modernista y su campanario, neogótico. Fue en 1904 cuando el arquitecto Joan Rubió i Bellver, ex alumno de Gaudí, añadió la fachada modernista. La iglesia también tiene una torre arqueada de 1912, con unas enormes agujas, que está suspendida sobre el rosetón.
Banco de Sóller, símbolo de esplendor
Joan Rubió i Bellver, el mismo arquitecto que realizó la fachada modernista de la iglesia de San Bartolomé, también diseñó en 1899 el impresionante edificio de la entidad financiera que está junto al templo. Se trata de una edificación con doble tribuna volada, con ventanas de hierro forjado propias del Modernismo, que están decoradas con una estructura de “filigrana” metálica. Hoy es propiedad del Banco Santander, pero se le conoce con la antigua denominación de “Banco de Sóller”. Es uno de los símbolos de la prosperidad y el esplendor de Sóller, alentados por la exportación de naranjas a Europa.
Carrer de Sa Lluna, un paseo por la Historia
Esta antigua vía medieval es el gran eje comercial de Sóller, el espacio ideal para hacer “shopping” en la localidad. En otro tiempo, el Carrer de Sa Lluna unía Sóller con Biniaraix, Binibassí y Fornalutx. Fue a principios del siglo XX cuando muchas de las antiguas construcciones medievales de esta arteria urbana fueron sustituidas por casas de estilo modernista y regionalista. Algunas han sobrevivido. Por ejemplo, en el número 50 de esta vía se encuentra el inmueble más antiguo de Sóller, la Casa de sa Lluna, que pertenece al Casal de Cultura-Museu de Sóller. Data del siglo XV y destaca por las piezas irregulares de sus muros, su portal de medio punto y la figura de la luna en cuarto creciente que sobresale por el arco de la puerta de acceso. Hay otras edificaciones interesantes en esta calle. En el número 16, se halla Can Prohom, una posada de 1758; en el número 23, Can Bardí, una casa de estilo historicista, y en el número 52, Ca la Nena, una construcción de estilo modernista.
Can Prunera
Toda la esencia modernista de Sóller se concentra en el Museo Modernista ubicado en esta casa de comienzos del siglo pasado. Alberga la rica colección de pintura d’Art Serra que arropa unas estancias de formas sinuosas inspiradas en la naturaleza. Las dos primeras plantas del edificio son una buena muestra de la decoración y el interiorismo modernista ya que conservan parte del mobiliario original. En el sótano, el visitante puede recorrer las estancias conocidas popularmente como botigues compuestas por el depósito de aceite, la cocina, un lavadero y un pozo. El antiguo comedor y los almacenes son, en la actualidad, las salas dedicadas al pintor local Juli Ramis. Ya en el jardín se exponen una serie de escultura.
Los naranjos de Sóller en Ecovinyassa
En el huerto de Vinyassa, a los pies de Sóller, se puede descubrir la importancia que tiene la naranja en esta tierra. Más de 18.000 m2 a los pies de la sierra de Alfabia para pasear y empaparse de la cultura del naranjo en un ambiente natural, con un microclima especial, donde se producen mermeladas ecológicas de naranja y limón, infusiones de azahar o piel de naranja confitada.
De compras en Sóller
Todas las mañanas hay mercado en Sóller pero sólo los sábados se organiza un mercadillo en la plaza des Mercat. También en Buyola tienen uno el sábado por la mañana. Estos son un buen lugar para adquirir productos típicos de la zona. Si tu visita no coincide con los mercados, también puedes acudir a la tienda Fet a Sóller, situada en la propia estación de tren, que vende productos elaborados en el valle de Sóller. En esta zona de Mallorca puedes encontrar los bordados tradicionales de punto mallorquín, calzados tradicionales hechos a mano, y artesanía en madera y cerámica.
No dejes de disfrutar en la misma plaza del Mercat de un auténtico helado artesano de Mallorca en la heladería Sa Fàbrica de Getats, donde podrás elegir entre más de 30 sabores diferentes. Sin duda, el sabor estrella es el de naranja.
Tren de Sóller, vuelta al pasado
La manera más romántica de llegar a Sóller desde Palma es en un antiguo tren de madera que atraviesa montañas. La propia estación del ferrocarril, con su estilo modernista e intacto desde su construcción, te parecerá sacada de otro tiempo.
El ferrocarril de Sóller sale de una pequeña estación situada en la plaza de España de Palma. Funciona desde 1912 y aún conserva los vagones de madera llenos de evocadores detalles de aquella época. Durante más de una hora atraviesa la sierra de la Tramuntana a baja velocidad, lo que permite disfrutar del paisaje disfrutando del propio trayecto, tal como se hacía en el pasado. La salida de la capital se realiza a través del ensanche. Las primeras imágenes, como fotogramas de una película, están salpicadas de almendros y algarrobos. A partir de Palmanyola comienza a ascender hacia la sierra, pasando por la comarca de Raiguer. Al llegar a la estación de Bunyola comienzan a aparecer pinos y olivos tras las ventanillas, los restos de una vieja fábrica textil y una destilería donde se elabora el palo, típico licor Mallorquín.
Tras pasar esta pequeña población con sus casas pintadas de ocre, el tren comienza a subir la sierra de la Tramuntana que atraviesa mediante algunos túneles. Posiblemente recuerdes la polémica en torno a la construcción del túnel de Sóller, pero que permitió evitar la vieja carretera de trazado vertiginoso. Al salir del túnel aparece el verde valle de Sóller con sus bancales de olivos y huertas de naranjos. No te puedes ir de Sóller sin disfrutar de un zumo de naranja, elige cualquiera de sus bares o terrazas. En la propia plaza de la Constitución verás la animación de sus terrazas.
Port de Sóller
Desde la estación de tren de Sóller sólo tienes que desplazarte unos metros para subir al tranvía que atraviesa l’Horta. Entre palmeras y naranjos llega al Puerto de Sóller (Port de Sóller) y a la única playa de la parte noroeste de la isla.
El puerto, además, es un buen lugar para contratar una excursión marítima que te lleve recorrer la costa y para comenzar alguna ruta de senderismo. Incluso puedes escalar hasta el faro de cabo Gros y disfrutar de sus vistas.
Restaurantes en el Puerto de Sóller
En tu excursión al Puerto de Sóller puedes aprovechar y deleitarte con la gastronomía mallorquina en alguno de sus restaurantes con agradables terrazas y vistas inigualables. Te hacemos una pequeña selección de los más significativos.
- Restaurante Sabarca. Una amplia terraza en el paseo marítimo fue el lugar elegido por un matrimonio alemán para cumplir su sueño y abrir este restaurante del Puerto de Sóller, donde ofrecen una combinación de cocina local, asiática y mediterránea. Passseig Es Través, 19.
- Es Passeig. Un pequeño restaurante junto al mar regentado por el matrimonio Marcel e Yvonne donde se ofrece cocina internacional con excelentes presentaciones. Puedes optar por uno de sus menús degustación. Tienen opciones vegetarianas, sin gluten y menús para niños. Paseo de la Playa, 8
- Brisas del Mar Puerto de Sóller. Especialista en carnes asadas y a la parrilla, este restaurante fusiona la mejor gastronomía española, griega e italiana con los productos de la tierra y del mar. Passeig Es Traves, 7.
- Restaurante Agapanto. Dominando toda la bahía, la terraza de este restaurante está rodeada de flores que aportan un ambiente único. Ofrece música en directo algunos días de la semana y durante el verano cuenta con un Beach Club con tumbonas donde se ofrece servicio de bar y masajes. Camino del Faro, 2.
Playas cerca de Sóller
El entorno de Sóller ofrece unas preciosas playas y calas que merece la pena visitar. A continuación, enumeramos las más singulares:
Playa del Puerto de Sóller
También conocida como Playa del Través, se trata de un arenal que bordea parte del puerto natural de Sóller. Está rodeada por la Serra de Tramuntana y tiene un agradable paseo marítimo por el que pasa el tranvía que enlaza Sóller con el Puerto de Sóller. Su arena es fina y dorada y es ideal para disfrutarla con niños, ya que cuenta con todo tipo de servicios: duchas, sombrillas, hamacas, etc. Y en sus inmediaciones hay bares, restaurantes y tiendas. En el puerto se pueden contratar excursiones en catamarán hacia Sa Calobra, Torrent de Pareis y Cala Tuent.
Playa d’en Repic
Situada junto al Puerto de Sóller, tiene unos 250 metros de largo y es una playa familiar de arena y pequeñas piedrecitas. Al tratarse de una playa urbana, en la temporada alta hay servicio de tumbonas y sombrillas. Sus aguas suelen ser tranquilas y cristalinas y se halla junto a restaurantes y pequeños comercios que otorgan al enclave un ambiente de vacaciones. Hasta aquí llegan autobuses públicos y el tranvía de Sóller.
Es Canyeret o Playa de Llucalcari
Está a sólo 8 kilómetros de Sóller y es un espacio con mucha magia. Se trata de una cala de piedras y rocas con bonitas vistas en la que hay un manantial de agua dulce. Son muchas las personas que llegan hasta aquí para embadurnar su cuerpo con el fango acumulado en el fondo de esta fuente buscando unas supuestas propiedades terapéuticas. El acceso no es fácil y no existen restaurantes en sus inmediaciones.
Cala Tuent
Está ubicada a unos 40 kilómetros de Sóller, entre Punta de Sa Corda y Morro des Forat. Es una bonita cala de rocas de forma semicircular que está custodiada por los picos y los pinares de la Serra de Tramuntana. Tiene una longitud de unos 180 metros y es una de las pocas calas vírgenes que existen en la isla balear.
Sa Calobra
Es una de esas calas que no debes dejar de visitar en tu escapada a Mallorca. Está a 38 kilómetros de Sóller, entre Morro de sa Vaca y Morro de ses Fel.les, y es una playa de arena, grava y piedras pequeñas ubicada a escasos metros de la espectacular desembocadura del Torrent de Pareis, que tanto ha inspirado a artistas locales y foráneos.
Cala Deià
A 10 kilómetors de Sóller, nos encontramos con esta bonita playa de pequeñas piedras, situada entre Punta de Son Beltran y Sa Pedrissa, junto a los imponentes picos del Teix y el Caragolí de la Serra de Tramuntana. Es una playa de apenas 70 metros de largo muy frecuentada por personajes célebres.
Pueblos cerca de Sóller
Sóller reparte su valle entre las localidades de Fornalutx y Biniaraix, cuya población no supera en total los 13.000 habitantes. El valle de Sóller se encuentra a media hora del aeropuerto de Palma de Mallorca y en sus inmediaciones hay bonitos pueblos que merece la pena visitar. Te recomendamos algunos:
Biniaraix
A dos kilómetros de Sóller, se encuentra este pequeño pueblo, que tiene una encantadora plaza y una monumental iglesia construida en los siglos XVI y XVII. Merece la pena visitar los lavaderos que utilizaban las mujeres del pueblo hasta hace bien poco. Desde aquí parte un bonito sendero denominado “Barranco de Biniaraix” que, eso dicen, data de la Edad Media y que serpentea por terrazas de cultivo con numerosos olivos milenarios.
Fornalutx
Es uno de los “pueblos más bonitos de España” que se recuerda por sus encantadoras calles empinadas y por la riqueza de su folclore. Situado en el corazón de la Serra de Tramuntana, ha sabido cuidar y enaltecer la antigua villa, que cuenta con un pasado árabe y una reconquista cristiana. Su iglesia es gótica y su ayuntamiento tiene una espectacular torre defensiva.
Llucalcari
También conocido con el nombre de Es Carrer, este pueblo está situado en la pendiente de una montaña que mira al mar y brinda una de las imágenes más bonitas de Mallorca. Tiene un pequeño oratorio del siglo XVII y algunas de sus casas presentan torres defensivas. En sus inmediaciones se encuentra la Cala de es Canyeret.
Deià
Es un pueblo bellísimo y tranquilo, que parece diseñado a medida con casas de piedra típicas de la arquitectura tradicional mallorquina. Con su encanto, ha atraído a numerosos artistas y celebridades. Aquí han pasado largas temporadas desde el archiduque Lluís Salvador de Austria hasta el compositor Manuel de Falla, pasando por los pintores Leman, Junyer y Rusiñol o los escritores Robert Graves y Laura Riding.
Alaró
A apenas 25 kilómetros de Sóller, Alaró es un enclave cuya historia está documentada desde el siglo XIII, a partir de la conquista de Mallorca. Sobresale por su interés su mítico Castillo, al que se puede acceder andando. Como curiosidad, Alaró fue el primer pueblo que tuvo electricidad en la isla a partir del mes de agosto de 1901.
Puigpunyent
Situado a unos 38 kilómetros de Sóller, este encantandor pueblo de la Serra de Tramuntana tiene apenas 2.000 habitantes y su valle está jalonado de viñas, naranjos y olivos. Las pequeñas aldeas de la zona están conectadas por caminos de herradura, algunos de los cuales mantienen su empedrado original.