La riqueza vegetal y animal de Menorca está fuera de toda duda. Todo el territorio fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1993. La conservación de su patrimonio, su flora y su fauna indican el intenso compromiso que existe para mantenerlos. En la isla se apuesta por la sostenibilidad, para que se puedan seguir aprovechando los recursos naturales en el futuro, siempre respetando el paisaje y sin dañar su belleza. La protección de los diferentes ecosistemas que aquí conviven es crucial, por lo que las campañas de concienciación para conocer el legado natural y arqueológico son fundamentales.
- Rutas en el espacio de la Albufera des Grau
- Qué más puede ofrecer el parque natural de s’Albufera des Grau
Para que se dé esta preservación, los territorios se han dividido en tres zonas: zonas núcleo, zonas de amortiguación y zonas de transición. La zona núcleo esencial de Menorca la forman espacios naturales que destacan por sus características biológicas. Este lugar estaría ocupado por el parque natural de s’Albufera des Grau, el auténtico pulmón de la isla. Es el sitio más húmedo y las áreas que encontramos son la propia Albufera des Grau, la isla de Colom y el cabo de Favàritx. Se sitúa en la parte nororiental de Menorca y ocupa más de 5.000 hectáreas.
Un sinfín de posibilidades se abren ante nosotros al planear esta visita. Disfrutar de la exuberancia paisajística, observar la fauna que habita en la Albufera, recorrer sus numerosas playas y calas, realizar algunos de sus más conocidos itinerarios o explorar los restos arqueológicos de la cultura talayótica. Un paraíso que te espera para que descubras sus secretos. ¿Quieres dejarte cautivar por la albufera des Graus? Sigue leyendo.
Rutas en el espacio de la Albufera des Grau
El entorno de la albufera es altamente recomendable, no solo por el imprescindible significado medioambiental que tiene, sino porque el abanico de actividades a realizar harán de tu día algo inolvidable. Está formada por una gran laguna, de unas 70 hectáreas, donde podemos contemplar el ecosistema más singular de toda la isla de Menorca. Con sus tres metros de profundidad, la enorme diversidad de plantas acuáticas, peces y aves la convierten en todo un espectáculo.
Dentro de la Albufera se pueden hacer un total de tres itinerarios:
- Sa Gola. Se trata de un recorrido sencillo de menos de dos kilómetros, para realizar a pie. Pasarás por el canal de Sa Gola y las dunas de la playa de Es Grau. No resulta un problema ir en pleno verano, pues las sombras de los pinares y el frescor del mar ayuda a combatir el calor. En el mirador tendrás una espectacular panorámica de la Albufera des Grau. Este punto se vuelve de ensueño a la hora de la puesta de sol, por lo que es un lugar ideal para una escapada romántica. A lo largo del paseo podrás observar pinzones o carboneros, vecinos habituales del parque natural.
- Santa Madrona. Este camino de baja intensidad, de dos kilómetros, bordea la costa suroeste de Albufera des Grau y resulta el de mayor atractivo para todos los amantes de la ornitología. Durante el trayecto podrás ver a un gran número de aves acuáticas, ya que hay varios observatorios especiales. Por ello, es uno de los lugares más privilegiados para contemplar tranquilamente a especies como las fochas, las garzas reales o a las águilas pescadoras en plena acción.
- Mirador de cala Llimpa. El último itinerario que se puede hacer en el parque se desarrolla por la parte sureste de la laguna y tiene menos de dos kilómetros. Es el menos transitado y el más aconsejable si te interesa ver el paisaje en todo su esplendor. Desde el mirador de Ses Puntes podrás sentarte para detener la mirada entre la variada vegetación que ofrece el terreno. También es un sitio perfecto para comprobar las peculiares características y formas de Albufera des Grau.
Qué más puede ofrecer el parque natural de s’Albufera des Grau
Además del interés natural, en en esta albufera menorquina es posible llevar a cabo muchas otras actividades. En el parque encontrarás sobresalientes representaciones del patrimonio cultural propio de la isla. Existen diferentes restos arqueológicos, como el poblado talayótico de Sa Torreta. Aquí se conserva un talayot escalonado, el recinto de la taula y vestigios de varias viviendas. Es una ocasión que no puedes dejar escapar para admirar los elementos que distinguen a esta impresionante arquitectura ciclópea.
Otra alternativa interesante es cruzar hasta la isla de Colom, uno de los territorios que forman parte del parque natural de s’Albufera des Grau. Es un plan estupendo para hacer en pareja, pudiendo llegar hasta este pequeño islote en kayak. Una vez allí, quedarás maravillado con las playas paradisíacas totalmente vírgenes que hay, como la del Arenal d’en Moro. Si acudes fuera de temporada alta, podrás disfrutar de la experiencia que es tener una playa de película para ti solo, mientras te sumerges en sus aguas turquesa.
En caso de que hayas decidido conocer el espacio natural Albufera des Grau, otro lugar que no deberías dejar de visitar es el faro de Favàritx, uno de los primeros que se levantó en Menorca. La imagen de postal que forma junto con el mar y el paisaje de fondo no te dejará indiferente. Su arquitectura singular se debe a que se construyó con las rocas que tenía a su alrededor. Muy cerca del faro te toparás con la cala Tortuga, donde puedes darte un baño en este entorno tan exclusivo.
En resumen, el espacio de la Albufera des Grau es un fantástico ejemplo de la simbiosis que se puede conseguir entre el hombre y la naturaleza, partiendo del respeto. El equilibrio que se ha conseguido entre el ecosistema y las explotaciones agrícolas y ganaderas que aquí se sitúan es digno de admiración. Aprovecha para descubrir este parque natural y todos los tesoros que encierra.