¿Alguna vez soñaste con disfrutar de una jornada playera en un precioso acantilado rocoso rodeado de pinos? Cala Macarella es la demostración de que no tendrás que viajar hasta el mar Caribe para pasar una jornada en el paraíso: basta volar hasta Menorca, isla de maravillosos paisajes, siendo uno de ellos esta playa, una de la más sorprendentes del Mediterráneo. ¿Quieres saber qué tiene esta cala de especial? ¡Sigue leyendo!
- Cala Macarella, una experiencia inolvidable
- Cala Macarella y Cala Turqueta: el combo perfecto
- Disfrutar de las calas desde el barco
Cala Macarella, una experiencia inolvidable
No olvides la cámara de fotos porque estamos más que seguros de que querrás inmortalizar tu experiencia y recordar –siempre que veas la foto – cómo fueron tus días en este paraíso menorquín. La cala, una de las playas más conocidas de la isla, está flanqueada por unas paredes rocosas de hasta 30 metros de altura en las que descansa una gran variedad de pinos y otros tipos de árboles de la zona. A lo largo de las rocas, la propia naturaleza ha erosionado las rocas creando pequeñas cuevas que antaño, fueron utilizadas como refugio.
En la cala Macarella disfrutarás de un paisaje natural único, pero también de una arena fina y dorada, así como de unas aguas teñidas por el azul del cielo. Bañarte aquí será una de las experiencias más increíbles que te puede ofrecer la isla. Por suerte o por desgracia, en la cala hay pocos servicios, así que conviene ser previsor y llegar hasta allí con comida y bebida suficiente si tienes previsto aprovechar el día allí, aunque, eso sí, encontrarás un pequeño chiringuito donde poder reponer fuerzas.
Si eres de los viajeros a los que les encanta disfrutar de una jornada playera de diez, debes saber que cala Macarella tiene una “hermana pequeña” llamada cala Macarelleta, una playa de menor tamaño que se encuentra a escasos 10 minutos de distancia andando desde su hermana mayor. Esta cala es muy conocida porque dado su reducido tamaño y enclave la frecuentan los bañistas que hacen nudismo.
Cala Macarella y Cala Turqueta: el combo perfecto
Si eres un apasionado de las calas o si, simplemente, disfrutas de la sensación de verte rodeado de paisajes de ensueño, no puedes irte de Menorca sin zambullirte también en otra de las playas más conocidas y valoradas de la isla, cercana a cala Macarella. Se trata de cala Turqueta y está oculta entre pinos y le debe su nombre precisamente al color de sus aguas, de un azul intenso que promete grabarse en tus retinas. Es una cala algo más extensa pero, aún así, conviene llegar pronto para asegurarse un buen sitio, sobre todo durante los meses de verano.
Estas dos playas: Macarella y Turqueta, se disputan las primeras posiciones en el top de las mejores playas de toda la isla de Menorca, con el incentivo de que la distancia que las recorre se puede recorrer a pie. Aprovechando una jornada playera, puedes plantearte disfrutar de ambas en un mismo día: una de ellas por la mañana y por la tarde, gozar de la apuesta de sol desde la otra, eso sí… procura no tomártelo con prisas. Como ya se ha indicado, que están a muy poca distancia, a apenas 2 kilómetros una de la otra, con un agradable paseo entre ambas.
Disfrutar de las calas desde el barco
Otra excelente opción para disfrutar de cala Macarella es la de contratar una excursión en barco y recorrer no sólo una ni dos, sino tres o más calas durante la travesía. Es posible, también, contratar una lancha motora, muy fácil de conducir casi para cualquiera, con capacidad para 4 personas, que te permitirá planificar la jornada según los gustos y necesidades del grupo. Si te animas a ello, te animamos no dejar de incluir en tu itinerario a cala Galdana, una playa más grande, con ambiente familiar y unas aguas muy tranquilas. Esta cala, al contrario de Macarella, está dotada de muchos servicios como chiringuitos, quioscos o tumbonas y, en ella, también existe la posibilidad practicar deportes acuáticos (cuenta con un centro de buceo en las inmediaciones y también es posible, por ejemplo, alquilar un kayak).
¿Más opciones? También puedes plantearte alojarte en las inmediaciones de la cala, en alguno de los complejos hoteleros más bellos y mejor acondicionados de Menorca: una buena forma de no preocuparse por más que de disfrutar de los encantos de esta isla-paraíso.