Hay un año clave en la historia de las Baleares. Es el año 903. Las islas se integraban en el mundo musulmán y fueron anexionadas al califato de Córdoba bajo el mandato de Isam Al Khawlani. En este contexto, se pensó en construir una fortaleza que sería el punto de defensa principal de la isla. Y así es como se buscó un emplazamiento privilegiado en lo alto de una cumbre en el término municipal de Ferrerías, en Menorca. La fortaleza fue levantada a 264 metros de altura sobre el nivel del mar, para poder divisar mejor al enemigo y cumplir con éxito su principal función. Así fue como se convirtió en una de las más importantes de Al-Ándalus.
Desde esta fortaleza, se divisaban unas extraordinarias panorámicas de toda Menorca, especialmente de Ciutadella, permitiendo así a los soldados adelantarse a cualquier posible ataque.
- El castell de Santa Águeda por dentro
- Excursión al castell de Santa Águeda
- Ferrerías, un pueblo con encanto
- Qué ver en Ferrerías
El castell de Santa Águeda por dentro
El complejo defensivo tiene tres ambientes bien diferenciados: dos de ellos fueron construidos en el siglo X y reformados años después, y el tercero se levantó en el siglo XIII. El recinto Central era el que ocupaba la parte superior de la montaña y constaba de 16 torres –la mayoría de planta circular– y también tenía una muralla desde la cual se accedía a este ala de la fortaleza. El recinto de Castellet tenía una planta de 275 metros con forma rectangular, además de torres redondas y cuadradas. Y contaba con su propio suministro de agua gracias a dos aljibes. El recinto de Casa de Armas es la más reciente de las construcciones y, según los documentos que se guardan, su función principal era preservar los aljibes. En total, el conjunto está formado por 1.800 metros de murallas y 37 torres, aunque lo que ha llegado hasta hoy es poco.
Excursión al castell de Santa Águeda
Conviene que lleves agua y algo de comida si tienes intención de visitarlo en verano, ya que no hay servicios ni cafeterías ni bares en todo el recorrido. Una vez hayas llegado al castillo, podrás contemplar un espacio en ruinas, pero si te asomas por sus ventanas enrejadas, podrás soñar con cómo fue en el pasado y ver las dependencias por dentro. Lo mejor que ofrece este lugar son las impresionantes vistas que se pueden disfrutar desde aquí y contemplar el monte Toro o toda la costa norte de Menorca.
Ferrerías, un pueblo con encanto
Tu visita al castell de Santa Águeda puede complementarse con un recorrido por Ferrerías, uno de los pueblos con más encanto de Menorca. Con apenas 6.000 habitantes, se presenta como un pequeño lugar salpicado de casitas blancas y con flores en sus fachadas. Se encuentra situado en un valle entre montañas.
Recorrer sus calles te permitirá apreciar la belleza de un pueblo sencillo, sin grandes plazoletas ni calles anchas. Al revés: todo es tranquilo, relajado y humilde. Durante años, Ferrerías poseía una importante actividad relacionada con la bisutería y el calzado, que hoy en día siguen siendo las principales actividades económicas de la localidad.
Qué ver en Ferrerías
A lo largo de su casco histórico se pueden visitar estos encantadores lugares:
Plaza de la Peixateria
Es una de las más transitadas por sus vecinos. También es conocida por sus adoquines y por la pescadería que durante años flanqueaba la plaza. En ella, también se pueden ver dos pozos que servían agua dulce a sus habitantes.
Mercado
Si te gusta el producto 100% local, te recomendamos que aproveches para ir a Ferrerías en sábado, ya que te encantará el mercado de frutas, quesos y todo tipo de manjares de la zona.
Iglesia de Sant Bartomeu
Una linda basílica de color blanco que responde a la arquitectura menorquina, es de las más populares de la zona. En su interior, hay ocho capillas a ambos lados de la nave.
Es un pueblo de interior, pero no por ello hay que descartar darse un baño en alguna de sus calas y playas vecinas, según muchos las más bonitas de Menorca:
- Cala Galdana: está a escasos 20 kilómetros de Ciutadella y es una de las más extensas de la isla. Está dotada de todo tipo de servicios y comodidades (hamacas, sombrillas, bares…) y es una de las más visitadas de Menorca. Si lo prefieres, puedes alquilar una barca a motor y recorrer otras calas, un plan ideal para conocer mejor la isla.
- Cala Mitjana: se puede llegar a pie desde cala Galdana porque están a escasos metros de distancia la una de la otra. Cala Mitjana es una cala pequeña pero maravillosa para pasar un día en familia.
- Cala Mitjaneta: está muy cerca también de las dos anteriores. Lo magnífico de esta cala es que está rodeada de un paisaje natural con mucho encanto y su buen emplazamiento le hace estar protegida del viento, algo que a veces le juega una mala pasada a cala Mitjana. Es una ensenada muy pequeña, pero muy tranquila y de fácil acceso.