Menorca da para mucho, tanto en el ámbito cultural, como gastronómico o de naturaleza. Pero si quieres adentrarte en la Menorca más oculta, no tienes nada más que seguir la ruta de sus cuevas que están distribuidas por toda la geografía. Porque las hay grandes, pequeñas, semi sumergidas, a la vista, junto a los acantilados, bajo el agua… La mayoría han sido moldeadas por la fuerza de las olas. Estos espacios irreales ofrecen estampas dignas de bonitas postales. Son las profundidades de la isla y conviene explorarlas, claustrofóbicos aparte.
A continuación, vamos a enumerar las cuevas más singulares de Menorca, las más sobresalientes, pero hay muchas más. Son tantas que sería imposible citarlas todas. Ahí van las más singulares:
- La cova des Coloms, la más grande de Menorca
- Cova d’en Xoroi y sus atardeceres
- Cales Coves, una necrópolis prehistórica
- Cova Polida: estalactitas y estalagmitas
- Las cuevas de Cala Morell
- Sa Cova des Moro y Sa Cova Murada
- Sa Cova des Pardals
La cova des Coloms, la más grande de Menorca
Es seguramente, la cueva más renombrada, sobre todo por sus dimensiones. Se encuentra en las inmediaciones de Es Migjorn Gran, entre el pueblo y la costa. Allí tendremos que tomar el camino que nos conducirá hasta la cova des Coloms, la más grande de Menorca. ¿Sus dimensiones? Nada menos que 300 metros de largo y 24 de alto. Dicen los lugareños que en la época talayótica sirvió de santuario, por lo que muchos la conocen como la cueva Catedral o la segunda catedral de la isla. Sus formaciones calcáreas recuerdan las columnas y paredes que adornan los grandes templos.
Cova d’en Xoroi y sus atardeceres
Uno de los grandes atractivos turísticos de Menorca se encuentra en la cala en Porter, donde se halla la cova d’en Xoroi, una gruta en la que podrás disfrutar del atardecer mientras tomas una copa. El espacio cuenta con diversas terrazas y miradores a diversas alturas. Se trata de un bar-discoteca que se encuentra literalmente en una gran cueva excavada en el acantilado, desde la que se puede disfrutar de unas vistas increíbles. Es un plan muy original y atractivo para rematar una jornada en la isla. Es, seguramente, el lugar más visitado de Menorca.
Esta cueva cuenta con una leyenda de la que es protagonista Xoroi, un hombre que al parecer utilizó la cueva como refugio tras sobrevivir a un naufragio. Al poco tiempo, una joven de la zona desapareció la víspera de su boda. Nunca más se supo de ella hasta que, con el paso del tiempo, descubrieron aquí a un hombre, a una mujer y a sus tres hijos. Al ser descubierto, Xoroi se lanzó al mar, desesperado, y perdió la vida. Así que nunca se supo de donde llegó aquel misterioso hombre.
Cales Coves, una necrópolis prehistórica en
En el municipio de Alaior, en la costa sur de Menorca, se halla cales Coves, un espacio natural encajado entre dos barrancos que, en total, alberga aproximadamente 100 cuevas sepulcrales prehistóricas que datan de la Edad del Bronce. Constituye la mayor necrópolis de toda la isla y, si lo tuyo es la Historia, no puedes dejar de visitarla. Está declarada monumento histórico-artístico nacional y el acceso está señalizado en el suelo con grandes letras pintadas.
En los años 70 y 80 del siglo XX, las cuevas fueron usadas por los hippies como alojamiento. Y, al parecer, en tiempo de los romanos hubo un camino que las comunicaba con la ciudad de Mahón. De hecho, en una de las cuevas se encontraron inscripciones religiosas romanas del siglo II. En la actualidad, llegan hasta aquí numerosas embarcaciones de recreo porque es un espacio que está bien protegido. Se accede a las dos pequeñas calas por un camino de tierra que parte de la urbanización Son Vitamina. Dicen que es la “cara salvaje” de la isla.
Cova Polida: estalactitas y estalagmitas
Es una cueva pequeña, pero muy singular. Está repleta de estalactitas y estalagmitas y sirvió hace ya mucho tiempo como cantera de mármol. Si uno se fija detenidamente, puede ver la marcas que dejaron las herramientas en la roca.
Las cuevas de Cala Morell
Cala Morell es, además de un espacio espectacular y recoleto del litoral menorquín, el territorio de un conjunto de cuevas prehistóricas que bien merece una visita. Algunas son cuevas de enterramiento y otras sirvieron de vivienda en tiempos primitivos. Están excavadas sobre lo que fue el lecho de un torrente (barranc) que desembocaba en la cala.
Sa Cova des Moro y Sa Cova Murada
Muy cerca del yacimiento arqueológico de Son Mercer de Baix, en Ferreries, existe una cueva prehistórica espectacular cuyo nombre es Sa Cova des Moro, cuyo techo está sostenido por unas piedras monumentales. No muy alejado se encuentra el barranc d’Algendar, un torrente de 11 kilómetros de longitud y una anchura de casi 100 metros, que alberga una cueva prehistórica, Sa Cova Murada, que corresponde a uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos de Menorca.
Sa Cova des Pardals
Sa Cova des Pardals o cueva de los Gorriones se halla dentro del municipio de Ciutadella. Para acceder a la misma hay que recorrer un agradable sendero de unos 15 minutos desde la playa de Son Xoriguer, por el Camí de Cavalls. Al final del itinerario, el viajero se va a encontrar con una casa blanca situada sobre una roca, donde existen unas escaleras que conducen hacia la cueva. Este espacio fue utilizando en su día por los pescadores de la isla y para hacer contrabando de tabaco, café y jabón. Las vistas son de ensueño, así que si tienes oportunidad y tiempo, no te pierdas este espectáculo. Eso sí, tendrás que compartir el lugar con un gran número de gorriones.