Situada en la entrada al majestuoso puerto de Mahón, La Mola es una península que está situada en el punto más oriental de España y que fue concebida para defender el puerto de Mahón. En su recinto, se encuentra una de las mayores fortalezas europeas construidas en el siglo XIX, que tiene un estado de conservación excelente y desde la que se admiran magníficas estampas del puerto y del litoral de la isla, especialmente cuando despunta el alba. Se encuentra, además, en un entorno natural que ha sido declarado Zona Especial para la Protección de Aves y Lugar de Interés Comunitaria para garantizar su protección.
- La Mola de Menorca, una visita imprescindible
- La fortaleza que mandó construir Isabel II
- Visitas guiadas a la fortaleza de La Mola
- Miradores en la península de La Mola
- La triste leyenda de La Mola
La Mola de Menorca, una visita imprescindible
El recinto de La Mola de Menorca es tan grande que ofrece la posibilidad de disfrutar tanto de sus monumentos defensivos, como de su rica naturaleza y sus impresionantes paisajes. Pero si hay algún espacio que llame la atención en la península de La Mola es, evidentemente, la fortaleza que mandó construir Isabel II a mediados del siglo XIX en respuesta a la presión militar británica. Debido a su importancia histórica, es imprescindible hacer un recorrido a lo largo de su recinto amurallado y de su entorno natural porque nos va a permitir descubrir espacios de gran interés, magníficos miradores sobre la costa, y laberínticas galerías subterráneas que despertarán la curiosidad de los niños, en caso de que la visita sea familiar.
La fortaleza que mandó construir Isabel II
¿Qué ver en La Mola? Además de la fortaleza de Isabel II, es interesante contemplar los frentes 9-10, porque eran la defensa marítima de la bocana del puerto. También debes conocer la Mina, un laberinto subterráneo donde se situaban los polvorines, almacenes y casamatas que defendía la puerta de la Reina, una entrada en honor a Isabel II, que es la zona más impactante de la fortaleza. También merece la pena detenerse en el Hornabeque, la primera línea de defensa donde se situaban las principales piezas de artillería y cuya plaza de armas acoge hoy conciertos y eventos culturales. Otros atractivos de la fortaleza son La Cortadura, el último reducto defensivo, y La Caponera, que servía para defender el foso.
A continuación, te encontrarás con el Entrante 5, que fue diseñado aislado de la fortaleza principal, y el foso, que tiene 1.500 metros de longitud y rodea por el exterior todo el frente defensivo. Otros espacios que no debes dejar de visitar son la galería Aspillerada, formada por 48 arcos con sus correspondientes casamatas; la torre de la Princesa, construida por los británicos en 1799 durante su tercera ocupación de la isla, y el aljibe de la Reina, una de las obras de ingeniería que recogía el agua de la lluvia para que no faltara el líquido elemento a la guarnición de La Mola.
Visitas guiadas a la fortaleza de La Mola
Hay distintos tipos de visitas guiadas por la zona fortificada de La Mola para que el viajero pueda desvelar, a su antojo, los misterios que esconde este gran espacio, al mismo tiempo que da un agradable paseo por la historia militar de Menorca. Las visitas suelen durar hora y media, y hay varias opciones. Además, algunas son guiadas y están incluidas en el precio de la entrada.
Una posibilidad es descubrir el imponente y famoso cañón Vickers del calibre 38,1 uno de los mayores de España, que sólo estuvo en uso durante la guerra civil española. Puedes visitar el interior de la cámara de tiro y las salas subterráneas donde se encuentran las máquinas, así como el almacén de munición y carga de proyectiles. El punto de encuentro de esta visita es el mismo cañón, que se halla a unos 30 minutos de la recepción. Consulta los días de visita en la web oficial.
¿Quieres visitar la fortaleza de La Mola de noche? Sólo tienes que reservar y podrás descubrir el recinto de una forma particular porque la luz del ocaso aporta otro tono a las piedras. Además, las galerías se tornan más misteriosas y la temperatura es más agradable. Eso sí, las visitas se realizan si hay, al menos, 15 personas en el grupo.
Para los que aman la bicicleta eléctrica, hay una visita especial para ellos. La ruta pasa por la zona fortificada del recinto de La Mola, atraviesa sus galerías subterráneas, también el foso de la fortaleza, además de las antiguas baterías militares que conducen hasta el extremo oriental de la isla, la punta de S’Esperó. La dificultad es baja y el precio asequible.
La ruta Buggie es una visita que se hace en vehículos eléctricos que se alquilan por horas y está pensada para grupos reducidos de familias con niños o para personas con movilidad reducida. En este caso, la visita al complejo histórico militar de La Mola se hace de forma muy cómoda.
Miradores en la península de La Mola
El recinto de La Mola está a un paso de Mahón y está plagado de miradores que muestran espectaculares paisajes de la isla, desde la bocana del puerto de Mahón hasta la costa norte y una buena parte de la costa este de Menorca. Así, desde el mirador Clot de La Mola, se puede ver una pequeña ensenada que permitía a los barcos fondear durante los siglos XVIII y XIX. Desde el mirador Puerta de la Reina, se divisan los restos del castillo de San Felipe y la torre británica de Sant Felipet. Desde el mirador Hornabeque, se contempla el puerto de Mahón y gran parte de la ensenada, además del Lazareto o fortaleza sanitaria. El mirador Cañón Vickers es el punto más alto de La Mola y ofrece vistas de gran parte de la isla. Y desde el faro y el mirador de la Punta de S’Esperó, se divisan estampas impresionantes del Mediterráneo y de la costa menorquina.
Después de la visita, siempre podrás recompensarte con un tentempié, un refresco o un helado en el bar del recinto, situado en el centro de la plaza de Hornabeque. También hay una tienda donde podrás conseguir un recuerdo de tu estancia en la fortaleza de La Mola.
La triste leyenda de La Mola
Seguramente, en tu visita al recinto te contarán que la fortaleza de Isabel II sirvió de prisión en varias ocasiones y que algunos se refieren a ella como el “Alcatraz español”. Hay constancia, además, de una masacre, el 2 de agosto de 1936, que acabó con la vida de 87 prisioneros.
Aquel día comenzó a fraguarse la leyenda de La Mola de Menorca, una fantasmagórica historia que asustaba a los reclutas que durante muchos años hicieron aquí el servicio militar. Al parecer, por las noches se escuchaban los gemidos de la ‘dama blanca’, un nombre con el que se referían a la condesa Rocamari, esposa de un oficial de la base naval de Mahón, que fue fusilada aquel 2 de agosto de 1936 y arrojada al mar en los acantilados de punta Esperó. La leyenda refiere que la mujer agonizó durante tres días, antes de morir sobre las rocas. Parece ser que los sonidos que escuchaban los reclutas se debían al canto nocturno de las pardelas que anidan en los acantilados.
Esta es solo una de las visitas imprescindibles en Menorca, continúa recorriendo otros monumentos y lugares de interés en Mahón.