Menorca se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos del archipiélago balear. Arenas blancas y aguas cristalinas que invitan a no dejar de soñar son el principal reclamo vacacional. Sin embargo, la isla tiene magia, tiene cuento, tiene historia. Probablemente la Menorca talayótica sea la menos conocida pero, desde luego, merece la pena adentrarse en los entresijos, rumores y leyendas que nos narran el porqué de estos monumentos.

Como un museo aire libre, Menorca nos envuelve con su brisa y nos descubre cuevas, talayots y fortalezas que recubren y protegen cada poro de la isla. Cabe destacar la taula de Menorca, ya que se trata de un monumento prehistórico y único a nivel mundial.

 

 

  1. La cultura talayótica y sus leyendas
  2. Talayots, navetas y ruinas de Menorca
  3. Camino de ser Patrimonio de la Humanidad

La cultura talayótica y sus leyendas

Dice la leyenda que unos gigantes construyeron estos monumentos como protección y forma de vida hace más de 2.000 años. Sin embargo, el verdadero origen y final de la cultura talayótica son bastante inciertos. Hay quienes se lo atribuyen a los griegos, pero sea como fuere lo que está claro es que te transporta a una época en la que el ganado y la agricultura eran la principal fuente de supervivencia, y la defensa de los habitantes, la principal preocupación. Hoy en día, aún podemos observar ruinas en Menorca que delatan poblados y murallas que sirvieron de escudo durante aquellos años.

Los talayóticos vivían en poblados a menudo dominados por un talayot y con las cabañas dispuestas concéntricamente alrededor del mismo. Poco se sabe de la lengua que usaban, únicamente que era de origen indoeuropeo.

La historia talayótica de Menorca intensifica nuestras ganas de recorrer cada rincón buscando datos, significados y relatos que conformen este rompecabezas aún por terminar.

Talayots, navetas y ruinas de Menorca

Si sientes curiosidad por descubrir toda la magia que la Menorca talayótica desprende, no puedes dejar de visitar los principales monumentos que la componen.

Naveta des Tudons

Probablemente sea uno de los elementos más emblemáticos de la cultura talayótica en Menorca. La naveta de Tudons es una construcción funeraria que se encuentra en perfecto estado de conservación.

 

 

Talatí de Dalt

Es uno de los lugares más bellos de la isla. Dentro del Talatí de Dalt se encuentran varios monumentos:

  • El santuario y la taula: Construidos a base de piedras que sirven como soporte entre ellas, constituyen un recinto sagrado que servía para realizar ofrendas y sacrificios por parte de sus habitantes.
  • El Talayot central. Cuenta la leyenda que se trataba de un lugar de observación y vigilancia para el pueblo. Se encuentra en la parte más elevada del poblado y eso lo convierte en un lugar único para la protección de los habitantes y del ganado.
  • Casas talayóticas. Todavía se muestran las ruinas de las principales construcciones de viviendas. Se vislumbran las entrañas de lo que fueron los cimientos de una cultura que es poco a poco más conocida en la isla menorquina. El transporte público no llega al poblado talayótico, por lo que es necesario disponer de vehículo privado.

Museo de Ciutadella

Tanto la ciudad de Mahón como la de Ciutadella comparten monumentos de la Menorca talayótica. Cada vez se hace más patente la necesidad de conocer no sólo sus increíbles y paradisiacas playas, sino también la profunda historia que oculta la isla. Por ello, el museo de Ciudatella, que engloba Historia y Arqueología, profundiza en las raíces de la urbe. Su ubicación no es la original, ya que antiguamente dicho museo se encontraba en los bajos del consistorio. Actualmente se encuentra en el edificio del Bastió de Sa Font, declarado Bien de Interés Cultural.

Talayot de Torelló

Es el más espectacular sin lugar a dudas, además de destacar por su conservación. En la parte superior del monumento se puede observar un portal con dintel que da acceso a la cámara de planta circular.

 

 

Necrópolis de Cala Morell

Catorce cuevas de enterramiento picadas en la piedra componen cala Morell, situada al norte de Ciutadella. Este cementerio estuvo activo desde la época pretalayótica hasta el siglo II d.C. Está formado por columnas interiores, ventanas, ábsides y patios frontales. En las cuevas resaltan las capades de moro, unos agujeros de forma ovalada que podían servir para recoger ofrendas o para acoger urnas funerarias. Cabe destacar que la entrada a la necrópolis es gratuita.

Torre d’en Galmés

Es, probablemente, uno de los poblados talayóticos mejor conservados y más grandes de las islas Baleares. Dispone de tres talayots y un recinto de Taula. El poblado también destaca por la presencia de casas talayóticas muy bien conservadas y de gran monumentalidad. Paseando por la zona, es fácil descubrir cómo podría ser la vida entonces, pues permite que nos remontemos a sus costumbres y sentirnos inmersos en la cultura talayótica.

Navetas de Rafal Rubí

Y si queremos continuar disfrutando de la Menorca talayótica, no debemos dejar de visitar las navetas de Rafal Rubí. Se trata de elementos funerarios y tumbas colectivas divididas en varios niveles. Estos objetos de cerámica y colgantes de bronce, que fueron hallados durante una reciente excavación arqueológica, tienen gran valor histórico.

El origen de estas interesantes construcciones funerarias corresponde a los momentos finales de la cultura pretalayótica y los momentos iniciales de la cultura talayótica.

Camino de ser Patrimonio de la Humanidad

El buen estado de conservación, la historia que esconde detrás, el estupendo y especial enclave en el que se encuentran y la magia que confiere a la isla de Menorca hacen que la Menorca talayótica sea candidata a convertirse, de manera mas que merecida, en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.