A mitad de camino entre la ruta que une Murcia y Granada, cuenta la historia que por Caravaca de la Cruz pasaron íberos, romanos y musulmanes. De hecho, la basílica que le ha hecho famosa y santa, el Santuario de la Vera Cruz, surgió de la visión del rey moro Abú Zeid que construyó el primer templo. Luego, su protección cayó en manos de los caballeros de la Orden del Temple. Es decir, todos los ingredientes para convertirla en un lugar lleno de rincones, leyendas e historias.
Pese a todo, Caravaca de la Cruz sigue siendo una de las grandes desconocidas de Murcia pese a su enorme patrimonio cultural y religioso. Y, sobre todo, pese a unas fiestas muy populares que se celebran en mayo, en honor a la Vera Cruz, donde los caballos, y el vino, tienen todo el protagonismo único.
- Santuario de Caravacas
- Castillo de Caravaca de la Cruz
- Parroquia de El Salvador
- Museo Caballos del Vino
- Museo Arqueológico
- Fuentes del Marqués
- Dónde comer en Caravaca de la Cruz
Santuario de Caravaca
Cuenta la leyenda que en 1231 el rey Abú Zeid contempló cómo dos ángeles bajaban del cielo llevando una cruz para dársela a un sacerdote cristiano, preso en el castillo, para que pudiera oficiar misa.
La basílica que vemos ahora se levantó en 1617 sobre una antigua capilla medieval y con una impresionante fachada barroca, añadida en el siglo XVIII, hecha de mármol rojo de Cehegín, un pueblo muy cercano a Caravaca.
El castillo en el que está construido se atribuye a la Orden del Temple. De hecho, se cuenta que fueron los caballeros templarios los que pudieron traer desde Jerusalén un trozo del madero donde Cristo fue crucificado, un lignus crucis, que se encierra en el corazón de una reliquia de estilo oriental. Después, el rey de Castilla cedió su custodia a la Orden de Santiago, cuyos símbolos siguen luciendo junto a la basílica y por toda la ciudad.
Desde 2003, este impresionante santuario acoge una peregrinación jubilar cada siete años concedida por el papa Juan Pablo II. Hasta él llegan miles de peregrinos sobre todo para el 3 de mayo, que es cuando se celebra el gran día de la Vera Cruz. También se puede visitar el Museo de la Vera Cruz en su interior.
Castillo de Caravaca de la Cruz
Este castillo lleno de leyendas e historia responde a la construcción típica musulmana, por lo que muchos fechan su origen en el siglo XI. Parece ser que fue Alfonso X quien se lo entregó a la Orden del Temple pero desde el siglo XIV fueron los caballeros de la Orden de Santiago los que custodiaron este lugar clave por su carácter defensivo y espiritual: desde su atalaya de más de 600 metros se controla la huerta murciana hasta la Sierra del Segura.
En la actualidad, cuenta con 15 torres y un espigón, una puerta principal escoltada por dos torres y una albacara, o plaza de armas, donde en la actualidad se celebra la famosa fiesta de los Caballos del Vino. El castillo fue clave durante la Guerra de la Independencia contra los franceses.
En su interior había un palacio que fue destruido para levantar la Basílica de la Vera Cruz y la Casa del Capellán, desde donde se pueden disfrutar de unas vistas espectaculares.
Una de las torres más antiguas es la Chacona o Torre del Homenaje, que desempeñaba una función defensiva muy destacada en el complejo.
Es muy curiosa la red de aljibes con la que contaba esta fortaleza de enormes muros y que les permitía almacenar el agua de lluvia durante los meses de asedio.
Parroquia de El Salvador
La Iglesia del Salvador es un ejemplo de renacimiento caravaqueño del siglo XVI. Aunque está inconclusa, nadie lo diría cuando uno se adentra en un interior sostenido sobre cuatro altísimas columnas de casi dos metros de alto con bóvedas estrelladas.
En su interior, se puede disfrutar de un gran patrimonio rico en esculturas y pinturas y, sobre todo, de su retablo mayor, procedente de la desamortizada iglesia de los jesuitas.
Museo Caballos del Vino
La casa señorial de los Muso Muñoz Melgarejo, del siglo XVIII, es ahora la Casa Museo de los Caballos del Vino. Con distintos materiales se cuenta la tradición de esta fiesta nacional que tendría su origen en la Edad Media cuando un grupo de templarios rompieron veloces con sus caballos las defensas musulmanas para llegar al castillo. Ahora, cada 2 de mayo, los participantes de más de 60 peñas del Bando de los Caballeros del Vino suben lo más rápido posible con sus caballos por las empinadas calles medievales hasta la plaza de armas del Castillo. La fiesta tiene tres modalidades: la del Caballo a Pelo, el de Enjaezamiento y el de Carrera.
Museo Arqueológico
El Museo Arqueológico Municipal La Soledad está levantado sobre la primitiva Parroquia del Salvador. En su interior se pueden encontrar los hallazgos de las diferentes excavaciones que se han llevado a cabo en la ciudad y en los alrededores, como el complejo íbero romano de la Encarnación. Es un buen lugar para ser conscientes de la importancia de Caravaca en la historia de Murcia y el levante.
Fuentes del Marqués
Este parque natural de 17,4 hectáreas no podía permanecer ajeno a las leyendas de princesas y templarios de una ciudad como Caravaca de la Cruz. Cuentan que había un pasadizo secreto que unía el castillo con el nacimiento de aguas de este parque. Un día, un caballero lo descubrió y al llegar al sonar del río vio a la princesa Ayla y se enamoró. Desde ese momento las Fuentes del Marqués se convirtieron en el escondite de su romance hasta que un día el rey volvía por el frondoso parque, oyó ruido y pensó que era un oso y disparó matando a su hija. Al darse cuenta, culpó de todo al caballero templario.
La realidad es que es un lugar increíble para pasear tanto por su variedad vegetal, con álamos, pinos canarios, fresnos y encinas, como por su fauna. En él se pueden ver en un paseo tranquilo a ardillas, mochuelos, abubillas o escuchar a los ruiseñores si no se hace mucho ruido.
Además de las Cuevas del Marqués, llama mucho la atención el Torreón de los Templarios, del que no se conoce muy bien el origen. La torre actual está levantada sobre una más antigua y parece ser que la primera es citada ya en el siglo XIII por el geógrafo árabe Al-Himyari.
El Templete
Es uno de los monumentos más característicos de la ciudad, más por su valor simbólico que arquitectónico. Se trata de un edificio del siglo XVIII de estilo barroco y de planta hexagonal con una cúpula sobre tambor cubierta de teja árabe. Este Templete recoge las aguas de las Fuentes del Marqués cuyo significado místico para los caravaqueños es importantísimo: se dice que en 1384 una plaga de langosta azotaba los campos de alrededor y se pidió agua bendita a la Vera Cruz para sofocarla. Desde entonces, cada 3 de mayo, la reliquia llega hasta el templete y “se baña” en sus aguas para hacerlas milagrosas. De hecho, a este edificio también se le llama El Bañadero por este ritual.
Dónde comer en Caravaca de la Cruz
Si vas a Caravaca no te puedes perder el famoso cocido con pelotas. Es un plato tradicional, y contundente, que se puede disfrutar en lugares tradicionales como el Casón de Reyes. También se puede optar por otros restaurantes como Fuentes del Marqués o la terraza del Casón de los Reyes.