Ubicada en pleno casco histórico, a espaldas del Palacio Almudí, la Plaza de las Flores es un lugar emblemático de Murcia y toda una referencia para los amantes del tapeo y de los buenos momentos. Bullicioso y alegre, este popular espacio urbano invita a disfrutar, entre bocado y bocado, del colorido de la capital murciana, a sentir el pulso de la ciudad y a dejarse cautivar por el inagotable encanto de un lugar lleno de historia.

Después de un agradable paseo por la ribera del Segura, de una visita a la Plaza del Cardenal Belluga y la Catedral, de un mañana de compras en las calles Platería, Trapería y Jabonerías, o de disfrutar de cualquiera de las múltiples opciones que ofrece esta maravillosa ciudad, nada como acodarse en un barra o sentarse en una soleada terraza de la Plaza de las Flores para disfrutar de la vida como se merece.

 

 

  1. Historia de la Plaza de las Flores
  2. Qué podrás encontrar en la Plaza de las Flores
  3. Bares y restaurantes en la Plaza de la Flores
  4. Qué ver en los alrededores
  5. Dónde alojarse en Murcia

Historia de la Plaza de las Flores

Desde época medieval –e incluso antes, en tiempos de la antigua Madinat Mursiya hispanomusulmana–, este espacio en pleno corazón del casco histórico de Murcia ha sido una auténtica encrucijada, un punto de conexión entre distintas zonas de la ciudad, desde los caminos reales que venían por el norte y el este hasta la propia ribera del Segura y su cruce por el Puente de los Peligros para seguir hacia Cartagena y la costa mediterránea.

Las múltiples callejuelas que en ella desembocan, así como las vecinas plazas de San Pedro y Santa Catalina –esta última fue durante siglos la verdadera plaza mayor de la ciudad–, subrayan la rica historia de un entramado urbano que se ha forjado a lo largo del tiempo y que ha sido testigo de los avatares de distintas civilizaciones.

En particular, desde el siglo XVII y hasta el XIX una buena parte de la plaza fue ocupada por el edificio de la Carnicería Mayor de Murcia y el consecuente trajín que aquello suponía. Un ir y venir de mercancías y mercaderes que comenzaron a aprovechar también pequeños puestos de flores, una tradición que aún hoy sigue presente y que, finalmente, consiguió que la zona recibiera, en 1968, el nombre oficial de Plaza de las Flores.

Qué podrás encontrar en la Plaza de las Flores

Esta famosa plaza, una de las más alegres y típicas de la ciudad, está rodeada por bonitos edificios decimonónicos, de estilo ecléctico, como el que se encuentra en el número 9, esquina con la calle Ruipérez, con sus floridos balcones y miradores rematados por cresterías. O como el edifico de la esquina de la calle San Joaquín, también con balcones de forja y ventanas bien decoradas. El edificio del bar Fénix y el de la esquina con la calle Jiménez Baeza también suman a la atractiva estampa de la Plaza de las Flores.

Además, en la plaza se encuentran un par de puestos de flores que aún recuerda el origen del apelativo de este pintoresco rincón murciano, y en la fuente central se puede ver «La niña de la flores», una escultura de bronce del escultor José Fuentes Aynar.

Pero, sobre todo, la Plaza de las Flores es el epicentro de una auténtica constelación de bares, restaurante y terrazas que invitan a disfrutar del mejor tapeo y la excepcional gastronomía murciana.

Bares y restaurantes en la Plaza de la Flores

Esta pintoresca plaza y su entorno se han convertido en una de las mejores zonas de tapeo de la ciudad. Montaditos de todo tipo, las típicas marineras (rosquillas con ensaladilla y anchoa) el matrimonio (anchoa y boquerón) el zarangollo, los michirones, la patata cocida con ajo…, así como platos más elaborados, desde arroces y asados hasta pastel de carne, caldo con pelotas, migas, cocido, albóndigas con salsa y todo un universo de frituras, salazones, ibéricos y productos de la huerta y el mar hacen de las mesas y las barras murcianas una auténtica delicia.

Lugares como el Bar Gran Rhin, La Tepeoteca, El Pasaje de Zabalburu, el Parlamento Andaluz, La Tapa, La Esquina de las Flores, la bodega Pepico del Tío Ginés, Las Mulas, El Secreto y el Bar Fénix, entre otros, son el sitio perfecto para degustar la mejor de la cocina local y pasar un buen rato disfrutando del buen ambiente que les caracteriza.

Qué ver en los alrededores

Si la Plaza de las Flores es un lugar que hay que visitar, sí o sí, su entorno también ofrece visitas imprescindibles. Empezando por las dos plazas vecinas, la de Santa Catalina, al norte, y la de San Pedro, en el lado contrario (entre las tres forman un espacio peatonal continuo).

La primera, la Plaza de Santa Catalina, fue la original plaza mayor de la ciudad y está coronada por un monumento dedicado a la Inmaculada Concepción. El lugar cuenta también con varios locales para comer y tomar algo, así como la parroquia que le da nombre al conjunto, el gran edificio de La Unión y el Fénix, del siglo XVII, y un museo dedicado al genial pintor y escritor murciano Ramón Gaya.

Por su parte, en la pequeña Plaza de San Pedro se encuentra la parroquia del mismo nombre, construida sobre una antigua mezquita y uno de los templos más tradicionales del centro histórico; en su interior guarda un importante patrimonio artístico. Y un par de calles más allá, el Palacio Almudí es una de las muestras de arquitectura civil más significativas de la ciudad. Tras su restauración a finales del siglo XX, este singular edificio –que recarga en uno de sus lados en un lienzo de la antigua muralla árabe– se ha convertido en una interesante sala de exposiciones y sede del archivo histórico municipal.

A un costado del Palacio, en el mismo Plano de San Francisco, el Mercado de Verónicas, un edificio de estilo modernista, construido en 1919 por el arquitecto murciano Pedro Cerdán, también merece una visita. Considerado la principal plaza de abastos de Murcia, este popular mercado ofrece los mejores productos de la huerta y de las costa murcianas, carnes, encurtidos, conservas, salazones, charcutería… ¡Un auténtico paraíso foodie!

Dónde alojarse en Murcia

En el paseo de Garay, a 10 minutos andando desde la Plaza de las Flores y muy cerca de grandes atractivos, como la Catedral, el Ayuntamiento y la Plaza de Toros, se encuentra la opción perfecta para disfrutar de una estancia inolvidable en pleno corazón de la ciudad. Se trata del hotel Occidental Murcia 7 Coronas , un auténtico “clásico”, fundado en 1971, que ha experimentado una completa renovación en los últimos tiempos.

Con sus 156 habitaciones totalmente equipadas y un conjunto de propuestas complementarias de primera línea, como un moderno gimnasio y lo mejor de la gastronomía local e internacional de temporada en el restaurante Bistro-bar, entre otras, este establecimiento del Grupo Barceló es una opción perfecta para todo tipo de viajeros.