Hablar de Murcia es hablar de sus tradiciones y de su Semana Santa, en especial de la procesión de la Cofradía de Jesús el Nazareno que lleva celebrándose desde el año 1600. Una riada del río Seguro, esas aguas que han marcado la vida y la muerte en la historia de Murcia, destrozó muchos de sus pasos y los hermanos decidieron encargarle a Francisco Salzillo, uno de los escultores barrocos más importantes, que tradujera de nuevo su fe en pasos procesionales. El resultado es una de las Semanas Santas más importantes de España y un museo completo que recoge la obra del mejor imaginero español del siglo XVIII que quiso desarrollar todo su arte en su ciudad natal, Murcia.

Cuentan incluso que el conde de Floridablanca lo invitó a trasladarse a Madrid para que abriera allí su taller y expandir su arte, pero Salzillo lo rechazó. Sus esculturas sólo tenían sentido, y vida, en Murcia.

  1. Historia del Museo
  2. Colecciones que pueden visitarse y obras destacadas
  3. Información para la visita

Historia del Museo

Las esculturas de Francisco Salzillo fueron volviéndose cada vez más populares en Murcia gracias al halo de romanticismo y leyendas que envolvió su obra religiosa que calaba muy hondo en un pueblo lleno de fe. De ahí que muy poco tiempo después de su muerte, ya en el siglo XIX, surgiera la idea de crear un museo, sobre todo viendo el fervor con que la gente paraba en la Iglesia de Jesús donde estaban sus pasos de Semana Santa que custodiaba la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, y que los sacaba en procesión cumpliendo con la tradición desde 1601.

Isidoro de la Cierva fue el primero que junto a la Cofradía promovió la creación del museo y encargó un primer boceto de un edificio que nunca llegó a ejecutarse.

Si se hubiera levantado ese museo, hubiera sido tres veces más grande que el actual y eso que en los años 70 el Museo Salzillo pudo ampliar sus terrenos al colocar la fachada renacentista del Palacio Riquelme que estaba en la calle de Jabonerías.

El edificio que vemos ahora ha ido transformándose con restauraciones de los pasos, en los años 90, y la recreación de la Iglesia de Jesús, como si fuera un teatro, para ver desde los balcones la grandiosidad de los pasos.

Hoy es uno de los lugares más visitados de Murcia por quienes acuden a él guiados por la fe o por quienes quieren comprobar la calidad humana de los Salzillos.

Colecciones que pueden visitarse y obras destacadas

En el museo se exponen los pasos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús que procesionan los Viernes Santo por la mañana desde el siglo XVII. Uno de los más destacados es La Cena, esculpido en 1763, y que consta de las trece figuras que protagonizan esta escena procesional. También se puede disfrutar de La Oración del Huerto, de 1754, con los tres apóstoles durmientes bajo la palmera; El Prendimiento, o como se le conoce popularmente, El beso de Judas, de 1763, y que consigue un perfecto contraste entre el bien y el mal con la fealdad de Judas y la belleza del rostro de Jesús.

Es muy impresionante el rostro de Jesús en la columna, o Los Azotes, como también se le conoce en Murcia, de 1777; o La Caída: de 1752, formada por cinco figuras.

Junto al San Juan, dos pasos protagonizados por mujeres, Santa Mujer Verónica y La Dolorosa, creadas en el mismo año, 1755.

Acompañando estos pasos procesionales, el Museo Salzillo expone la única obra de Semana Santa que no es de su autoría: Nuestro Padre Jesús Nazareno, un paso de 1601, cuando comenzó la tradición de esta procesión, y que da nombre a la cofradía.

Pero la pasión de Cristo no es la única obra religiosa de Salzillo que se puede disfrutar en su museo: hay un Belén que fue iniciado por el escultor murciano y continuado por su discípulo Roque López. Tiene 556 figuras de barro de unos 30 centímetros.

No es el único Belén con el que podemos maravillarnos en la visita; otro más, de estilo napolitano, fue reunido por los hermanos Emilio y Carmelo García de Castro y desde 2014 se expone en este espacio.

Información para la visita

La visita a este museo puede llevarnos algo más de una hora, en función del detalle con el que queramos hacerla. Está abierto todos los días de diez de la mañana a cinco de la tarde y los domingos y festivos, de once de la mañana a dos del mediodía.

Además, todos los días de lunes a sábado se organizan dos visitas guiadas para grupos de no más de 15 personas a las 12 de la mañana y a las cuatro de la tarde.

La entrada cuesta cinco euros aunque hay reducidas a tres para grupos especiales.