Las playas y calas de Puntas de Calnegre son un lugar mágico, de esos rincones pocos conocidos y que contrastan con su alrededor. Seguramente si pensamos en una playa de Murcia nos imaginemos un mar en calma, una extensión de arena y sombrillas de colores por aquí y por allá alrededor de un chiringuito.

Pero en la zona de Puntas de Calnegre no hay casi nada de eso. Se tratan de zonas de baño vírgenes, no muy concurridas y donde te tienes que llevar todo lo que vayas a necesitar.

 

 

 

  1. Contexto natural de las Puntas de Calnegre
  2. Playas y calas de la zona
  3. Pueblo de Puntas de Calnegre
  4. Actividades para hacer en la zona
  5. Chiringuitos y zonas para comer
  6. Qué puedes ver en los alrededores
  7. Dónde alojarse en la provincia de Murcia

Contexto natural de las Puntas de Calnegre

Puntas de Calnegre se encuentra dentro de un parque regional protegido de más de 2.600 metros cuadrados entre Lorca y Águilas. Es uno de los pocos espacios naturales en el Mediterráneo que se mantienen vírgenes y con un paisaje único: zonas de playa, acantilados, saladares, dunas, ramblas… una variedad salvaje que hace únicos a estos 17 kilómetros de costa.

Playas y calas de la zona

Playa de Calnegre

Está situada en la pedanía de Ramonete y tiene 190 metros de largo, una de las más grandes de la zona junto a la de Parazuelos.

Esta zona de baño está galardonada con la bandera azul y además cuenta con un premio a las mejores ecoplayas que valoran la excelencia ambiental y los servicios.

A su arena fina y dorada se llega por un camino sin asfaltar y un sendero natural, aunque cuenta con una zona para aparcamiento.

Es de las pocas de la zona que cuenta con servicios, y adaptados, y en los meses de julio y agosto también tiene vigilancia.

Playa de Parazuelos

La playa de Parazuelos es la última de Lorca ya llegando a Mazarrón. Se trata de una zona de baño semiurbana de arena que goza de todos los servicios que podamos necesitar, incluidos bares y restaurantes para poder disfrutar de la gastronomía de la zona. Se puede llegar a pie desde el pueblo de Puntas de Calnegre y dejar el coche en la misma orilla.

Baño de las Mujeres

Esta pequeña playa de arena fina también está ubicada en Ramonete. Sólo tiene 40 metros de largo y 30 de ancho pero es muy popular entre los vecinos de la zona, aunque hay que tener en cuenta que no tiene ningún tipo de vigilancia.

A primera línea del mar se accede por un sendero natural y para llegar a la zona hay que tomar un camino sin asfaltar. Se puede aparcar en una zona reservada.

Playa de Puntas de Calnegre

Esta playa semiurbana sigue teniendo su punto salvaje aunque esté en la zona del pueblo de Puntas de Calnegre. De arena y grava, cuenta con más de un kilómetro para poder disfrutar del mar. Su ubicación hace que se pueda llegar en coche, a pie y hasta en un autobús interurbano que tiene su parada muy cerca.

Es una zona de baño con todas las comodidades habituales de una playa del Mediterráneo pero con muchos menos bañistas.

Playa Larga

Esta playa en mitad del parque regional es una de las pocas aptas para ir con mascotas. Claro que primero hay que encontrarla y llegar hasta ella. No busquemos muchos carteles, sino más bien los senderos que marcan las subidas y bajadas desde la carretera. El entorno es un acantilado pero la playa es de arena y grava. Es fácil acceder a pie y cuenta con una zona donde se puede dejar el coche antes de coger el camino.

Playa Cala Leña

Es una cala pequeña, poco conocida que no cuenta con ningún servicio pero donde te puedes dar un baño en solitario en pleno mes de agosto y en el Mediterráneo. Un lujo que en muy pocos sitios es posible. El acceso a pie es difícil pero merece la pena conocer este rinconcito lleno de vegetación autóctona. Eso sí, cuenta con un aparcamiento para menos de 50 plazas.

Playa del Siscal

Es una playa aislada pero popular entre los bañistas de la zona que goza de cierto ambiente familiar. Ubicada en la pedanía de Ramonete, son 200 metros de arena en mitad de una ensenada que permite un baño cómodo. Para llegar hasta la playa hay que atravesar un camino sin asfaltar después de la zona reservada para aparcamiento. Tiene un canal de entrada y salida de embarcaciones pero no cuenta con ninguna vigilancia ni siquiera en verano.

Playa de los Hierros

Es un lugar casi secreto, que no mucha gente conoce. Una pequeña playa bastante aislada pese a que guarda un encanto especial por el paisaje montañoso en el que se encuadra. La arena se combina con grava e incluso piedras, aunque el mar sigue siendo bastante tranquilo. Hay una zona de aparcamiento antes de llegar para poder dejar el coche pero con plazas limitadas.

Playa de San Pedro

Esta zona de baño es casi un añadido a la playa del Siscal, ya que se ubica a unos 100 metros caminando. En este caso, no cuenta con zona de aparcamiento y hay que tratar de dejarlo en el de las playas colindantes y no esperemos ni nada muy grande ni nada muy concurrido: 26 metros de arena fina mezcladas con piedras.

Calahonda

Es una cala pequeñita, difícil de acceder puesto que se encuentra en un área muy rocosa y protegida. No cuenta con ningún tipo de equipamientos pero si te animas a darte un baño en este rinconcito disfrutarás de una arena fina y de color gris, debido a las montaña que la rodean. El acceso es bastante complicado porque tienes que andar casi dos kilómetros para llegar a la zona de baño. Pero merece mucho la pena la valentía.

Cala Blanca

Esta playa no tiene mucha afluencia por estar un poco aislada aunque se puede llegar en coche y dejarlo en el aparcamiento antes de coger el sendero hacia el mar. En total son 75 metros de arena, piedras y grava, rodeada de acantilados, que son un reclamo perfecto para quienes buscan algo de calma y autenticidad. La playa cuenta con vegetación autóctona lo que le da un toque aún más natural.

Pueblo de Puntas de Calnegre

Dicen que el nombre de esta zona viene de unos viajeros catalanes que cuando llegaron a la zona de piedras escarpadas las bautizaron como Cala Negra (Calnegre) y que fue derivando en el topónimo actual.

La verdad es que este pueblo ya existía desde antiguo y muy vinculado a la actividad pesquera. También se fueron introduciendo algunos cultivos y a principios del siglo XX la zona floreció un poco más por la explotación de las minas de hierro y plomo, en el Lomo de Bas, muy cerca de Puntas de Calnegre.

En los años 30 estas explotaciones cerraron y los habitantes tuvieron que volver de nuevo a la plantación de hortalizas y a la pesca hasta la irrupción del turismo.

Cuenta con distintas propuestas de actividades náuticas.

Actividades para hacer en la zona

En todo el parque regional de Puntas de Calnegre se pueden realizar muchos deportes acuáticos pero también algunos de tierra que permiten ser conscientes, de verdad, de la riqueza de paisajes y calas de esta zona.

Entre los que podemos apuntarnos dentro del agua está ir en kayak, hacer buceo o animarnos simplemente con el snorkel, puesto que la protección de estas calas y playas hace que haya florecido mucha fauna y flora debajo del mar.

Si no queremos bañarnos, en toda la zona hay rutas de senderismo marcadas y se organizan, además, algunas rutas para ir en bicicleta y recorrer los acantilados desde arriba.

Chiringuitos y zonas para comer

Si hay un local mítico en Puntas de Calnegre es el Bar Mercedes, un foco incluso de atracción para quienes quieren probar algunos de sus calderos o su pulpo con patatas famoso en toda Murcia.

Pero no es la única opción, también se puede optar por los chiringuitos, como el de Parazuelos, que cuenta con hamacas y hasta cócteles al atardecer, o el restaurante el Faro de Puntas, un local con las mesas a pie de arena de playa y unos arroces espectaculares.

Qué puedes ver en los alrededores

Si nos sobra un poco de tiempo, hay muchas y variadas opciones que podemos poner en marcha desde Puntas de Calnegre. Una de ellas es visitar Lorca, a 48 kilómetros de distancia. Esta ciudad esconde la Fortaleza de la Luz, un castillo medieval que estuvo en activo hasta el siglo XIX y que merece mucho una visita. También podemos disfrutar de su judería, el centro histórico y de algunas de sus fiestas tradicionales, sobre todo la de Semana Santa, que está declarada de Interés Internacional.

Otro plan divertido puede ser Cartagena, a 57 kilómetros, para poder disfrutar de su teatro romano, y el museo que guarda todo lo descubierto en ese yacimiento, o el Museo Naval.

Si no queremos coger tanto coche, Mazarrón está a poco más de 15 kilómetros y es casi un parque temático de actividades acuáticas, incluida el atardecer con cetáceos.

Y si queremos seguir disfrutando de naturaleza mágica y virgen, a unos 20 kilómetros están las Gredas de Bolnuevo, unas rocas que han sido modeladas por el viento y el agua y que conforman un paisaje único.

Dónde alojarse en la provincia de Murcia

Si decidimos alojarnos en Murcia capital, una de las mejores opciones es el Occidental Murcia Siete Coronas, de cuatro estrellas, que está ubicado en pleno centro de la capital pero cuyas instalaciones han sido renovadas, convirtiéndose ahora mismo en el hotel más moderno de Murcia.

Desde este hotel podemos visitar a pie el río Segura, el centro histórico y la Catedral. Además, está perfectamente conectado por transporte público por si queremos ir a otras partes de Murcia.

Sus 156 habitaciones, muchas con vistas a la ciudad, ofrecen una estancia moderna y luminosa y el servicio más eficaz. También cuenta con un gimnasio, un increíble restaurante con terraza y nueve salas multifunción equipadas con la última tecnología. Tiene una zona reservada para el aparcamiento y se pueden hospedar mascotas, lo que permite viajar con toda la familia al completo.

Es un buen ejemplo de lo que supone esta ciudad, la mejor cultura y vanguardia sin dejar de lado la tradición y oficio aprendidos por el camino.