Calasparra es conocida en toda España por ser el primer lugar del mundo en tener un arroz con denominación de origen propia (desde 1986). No fueron Valencia ni Alicante, sino una pequeña ciudad al noroeste de Murcia que cultiva arrozales en terrazas en la vega del río Segura con variedades distintas, Balilla x Sollana y Bomba.

Pero no es su único atractivo: en Calasparra se puede visitar un santuario legendario excavado en una roca y la famosa Torre del Reloj mientras se reserva en alguno de sus restaurantes para probar cualquiera de sus paellas o platos tradicionales.

 

 

  1. Santuario Virgen de la Esperanza
  2. Mirador de las Lomas
  3. Museo Arqueológico y Museo del Arroz
  4. Torre del Reloj
  5. Dónde comer por Calasparra
  6. Qué ver cerca de Calasparra
  7. Dónde alojarse en la provincia de Murcia

Santuario Virgen de la Esperanza

El Santuario de la Virgen de la Esperanza sorprende nada más llegar a su portada principal, excavada en la piedra e integrándose en la cueva que da origen a este lugar de peregrinación. Algunos incluso se han atrevido a llamarla la pequeña Petra murciana por esta disposición.

La cueva donde se guardan dos imágenes de la Virgen de la Esperanza no era más que un refugio de pastores, cerca del río Segura, con un manantial dentro. Pero las historias de apariciones y milagros hicieron que cada vez se tuviera más devoción y ya desde el siglo XVII se estableció una ermita allí.

De hecho, durante siglos, fervientes peregrinos contaban los milagros, llevaban estampas y difundían sus gozos.

No te puedes perder la virgen más antigua que preside el santuario, que tiene más de 400 años de antigüedad, ya que se sabe que fue donada en 1617 por Juana Sánchez.

Mirador de las Lomas

Es el lugar perfecto para entender qué significa el arroz en Calasparra. Desde este mirador, que se encuentra en la carretera que va al Santuario de la Virgen de la Esperanza, se ve toda la vega arrocera, llena de terrazas inundadas donde se cultiva ese oro blanco para esta ciudad.

Hay que tener en cuenta que en el mes de mayo es cuando se siembra el arroz y las vegas que se ven desde esta vista panorámica están encharcadas en agua durante meses. En verano, los arrozales ya muestran un tono verde que en otoño, por el mes de octubre, ya es amarillo. Es justo cuando se inicia su recolección.

Museo Arqueológico y Museo del Arroz

Dos museos completan la visita turística que se puede hacer en Calasparra, el Arqueológico y el del Arroz, aunque ahora mismo no pueden visitarse al estar en fase de rehabilitación y obras.

El Museo Arqueológico ocupa uno de los edificios más emblemáticos del centro de la ciudad, el de la Encomienda de la Orden de San Juan de Jerusalén. Se trata de un inmueble del siglo XVIII y recuerda la estrecha relación histórica que tuvo Calasparra con esta orden hasta mediados del siglo XIX.

En su colección destacan algunos de los objetos hallados en yacimientos próximos, como el islámico de Villa Vieja.

Ya hemos explicado la importancia que tiene y ha tenido el arroz en la historia y la economía de Calasparra, por lo que es normal que tengan un museo dedicado exclusivamente a este producto. Además, para su ubicación se eligió un edificio ligado a la historia de este cultivo: la Casa Granero del Conde del Valle de San Juan, de inspiración neoclásica, donde se guardaban los cereales.

Fue abierto en 2007 y se muestra desde cuántos arrozales tiene el pueblo a cómo es el proceso de cultivar arroz y la mejor forma de comerlo. Guarda fotografías antiguas de campesinos, maquinaria de la época, herramientas y hasta parte de un molino donado todo por los vecinos de Calasparra.

Torre del Reloj

Muy cerca de la calle Mayor de Calasparra se encuentra la Torre del Reloj, de la que se tiene constancia de su uso y existencia por un acta capitular de 1609. Los tres cuerpos de esta torre, de estilo mudéjar y planta cuadrada, van estrechándose conforme se eleva dando una sensación de mayor altura todavía.

Es en el segundo cuerpo donde se ve el reloj que le da nombre, mientras que en el último cuenta con dos campanas que fueron muy usadas en su época y que le dotan de una función especial como campanario.

Se sabe que dentro hay una escalera de caracol que llega hasta la zona de las campanas, lo más alto de la torre, pero no se puede visitar.

Dónde comer por Calasparra

Casi en cualquier sitio de Calasparra se come bien pero hay tres locales donde el disfrute gastronómico está asegurado. El primero es el Restaurante Centro Calasparra, un lugar ideal para pedir un plato de la zona o un guiso con arroz.

Otro en los que hacer una parada es La Tasca de Calasparra, en pleno centro, con ambiente taurino y con un buen arroz. O el bar La Esquinica, que es una apuesta segura en tapas y en picoteo.

Qué ver cerca de Calasparra

Una de las visitas cercanas a este pueblo que más merece la pena es el yacimiento de Villa Vieja. Se trata de un antiguo poblado islámico del que han salido a la luz fortificaciones, las murallas, cerámicas, ajuares y utensilios cotidianos. El mayor esplendor de Villa Vieja fue entre el siglo XII y el XIII, lo que coincide con las luchas históricas en Murcia entre reinos islámicos y cristianos..

Otro yacimiento muy curioso pero mucho más antiguo que el de Villa Vieja es el de los Abrigos del Pozo, de la época del epipaleolítico, es decir, de unos 8000 años de antigüedad. Lo más llamativo son las pinturas rupestres que conserva en sus paredes y que muestran figuras humanas y animales simbólicos. Esta cueva está ubicada en el paraje del Cañón de Almadenes, que también es un lugar que merece una visita al ser un increíble desfiladero sobre el río Segura y un espacio natural protegido.

Dónde alojarse en la provincia de Murcia

Hay muchas opciones para alojarse cerca de Calasparra, pero es una buena idea hacerlo en Murcia capital para seguir disfrutando de la historia, el arte y la gastronomía de la región. Allí, el Occidental Murcia Siete Coronas, de cuatro estrellas, supone el hotel más moderno de la capital, pues ha sido renovado últimamente, pero con una ubicación perfecta, en pleno centro, una historia de más de medio siglo en experiencia.

A pocos minutos andando podemos encontrarnos el río Segura, la Plaza de Toros y la Catedral de Murcia, además de una conexión perfecta en transporte público con otras partes de la ciudad por si queremos seguir de ruta.

Sus 156 habitaciones, muchas con vistas a la ciudad, ofrecen una estancia moderna y luminosa. Además, dispone de gimnasio, un magnífico restaurante Bistro con terraza para no salir del hotel si no queremos y nueve salas multifunción equipadas con la última tecnología. También cuenta con parking y acepta mascotas.