Ourense es una de las provincias más desconocidas de España pero merece la pena descubrirla a través de la historia de sus pueblos medievales llenos de castillos, leyendas, torres y santuarios; de callejuelas estrechas y de señoríos que fueron clave en la historia de Galicia.

 

 

 

 

 

  1. Allariz
  2. Castro Caldelas
  3. Ribadavia
  4. Carballiño
  5. Vilanova dos Infantes
  6. Pazos de Arenteiro
  7. Montederramo
  8. Celanova
  9. As Ermidas
  10. Dónde dormir en Ourense

Allariz

El origen de este pueblo medieval es romano, aunque su nombre se debe al rey godo Alarico. Mantiene un casco histórico único, con su puente romano, las escaleras en piedra, casas nobles de gruesos muros e iglesias llenas de historias que son Patrimonio Artístico Cultural.

No te puedes perder el antiquísimo Convento de Santa Clara, fundado por la reina Violante, mujer de Alfonso X el Sabio, y que sigue siendo de clausura. Sólo se puede visitar el Museo de Arte Sacro que guarda una joya muy especial del siglo XIII, la Virgen Abridera.

Pero Allariz también es famoso porque cuenta en su casco antiguo con outlets de moda de las principales firmas gallegas: Maximo Dutti, los accesorios de Zara, Adolfo Domínguez o Roberto Verino, entre otros.

Castro Caldelas

Este pueblo, corazón de la Ribeira Sacra, está dominado por un impresionante castillo medieval que corona sus estrechas callejuelas llenas de casas de piedras con una característica propia de Castro Caldelas: las galerías blancas.

El castillo fue construido en el siglo XIV por Pedro Fernández de Castro, señor de Lemos y Sarria, aunque en el siglo XVIII pasó a ser propiedad de la Casa de Alba, quien lo donó al pueblo hace solo 30 años.

De la imponente fortaleza, con doble muralla, destacan sus torres, y en especial la del reloj, aunque éste es mucho más moderno que las piedras que lo guardan. En una parte del castillo se encuentra el Museo Arqueológico y Etnográfico.

No te puedes ir de Castro Caldelas sin dar una vuelta por sus increíbles calles y sin visitar el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, de estilo neoclásico pero muy venerado por los vecinos. Para los más galleguistas, aquí se ubica el “Monumento a los Magistrados”, en recuerdo a tres vecinos de Castro Caldelas que fueron los primeros en utilizar el gallego en la Justicia.

Ribadavia

Muy pocos saben que este increíble pueblo llegó a ser la capital de Galicia entre los años 1065 y 1071. Entre sus atractivos, un castillo medieval, unos pazos increíbles, unas casas nobles y unas termas donde olvidarse de cualquier tensión o estrés.

Lo mejor para descubrir el pueblo es perderse por las callejuelas de la antigua judería y entre piedras entender por qué muchos hebreos se asentaron en el pueblo para comerciar con el vino, exportar a Europa o convertirse en artesanos. Normal que en estas calles esté localizado el Centro de Información Judía de Galicia.

Otro de los puntos importantes de Ribadavia es el castillo de los Condes de Sarmiento, unas ruinas con mucha personalidad, sobre todo sus murallas. En este lugar se celebra la muestra Internacional de Teatro de Ribadavia, una de las citas más importantes de Galicia.

Llama mucho la atención en esta localidad los pazos y miradores que hay por doquier. En un paseo por las afueras se abren viejas casas palaciegas, como la Casa do Carballo, y sin salir del pueblo la Casa de la Inquisición. Si podemos alejarnos un poco, es ideal subir a un mirador para tener una idea completa del pueblo y el río.

No nos podemos ir de Ribadavia sin disfrutar del vino que se hace en una zona con denominación de origen, Ribeira Sacra. De hecho, en esta localidad se encuentra el Museo Etnolóxico donde cuentan cómo se exportaban ya sus caldos en el siglo XIV por España y Europa y, más tarde, hasta América. Imposible no contar el daño que produjo al pueblo la filoxera, que acabó con casi todas las viñas y obligó a la migración de muchos vecinos.

Carballiño

Aunque su historia se remonta al Neolítico, el símbolo de este municipio es un templo de 1930 diseñado por el arquitecto Antonio Palacios, el Templo de la Veracruz, una mezcla de estilos bizantino, prerrománico, románico y gótico. Es un contraste perfecto con la monumentalidad del Monasterio de Oseira, del siglo XII, ubicado a pocos kilómetros.

También llama mucho la atención los parques y puentes que cruzan el río Arenteiro y que descubren una naturaleza potente y misteriosa.

No te puedes ir de Carballiño sin ver el yacimiento castreño de San Cibrao de Las y el Pazo de los Quiroga y Santa Baia de Banga, una obra de arte del románico con un mural policromado que aguanta la decadencia que ha vivido este lugar.

Carballiño también es referente por dos cosas más: la estación termal, un descanso de lujo, y la fiesta del pulpo, que se celebra en el mes de agosto.

Vilanova dos Infantes

Este concello pertenece hoy en día a Celanova, aunque hasta 1927 fue independiente. Su historia está llena de leyendas y gestas históricas como que debería llamarse Vilanova de las Infantas, pues fueron siete hermanas las que se instalaron en este municipio medieval lleno de casa porticadas, hórreos y corredores.

Uno de sus edificios más famosos es la Torre, del siglo X, que es lo único que queda en pie de la fortaleza que protegía el pueblo.

Pero el punto espiritual del concello y de toda la comarca es el Santuario de la Virgen de Cristal o de A Pequeniña, como se le conoce. Sobre el año 1650 un pastor encontró una bola de cristal con una virgen dentro de la que no se ha podido saber el origen, por lo que el pueblo enseguida creyó que era muy milagrosa. Sobre esta pequeña bola se construyó la iglesia de San Salvador, donde se halla el Cristo románico del siglo XII, uno de los más antiguos de toda Galicia.

Pazos de Arenteiro

Este pueblo es el inicio de la comarca del Ribeiro, conocida por la calidad de vinos en toda España. Su pasado medieval y señorial hace que entre sus calles adoquinadas se incluya toda la arquitectura típica gallega: casas señoriales, puentes medievales, una iglesia y un antiguo convento de la Orden de Malta.

La mayoría de los potentados de Pazos de Arenteiro eran familias viticultoras con una relación constante con los Caballeros de Malta que pedían tributos por las vides. No es de extrañar que podamos aún recorrer grandes casas como el Pazo de Laxas, el Pazo de los Tizón, el Pazo do Currelo, el Pazo de Feixoo, el de Cervela, la Casa do Ouro, la Casa Granxa do Mato y la Casa de Arriba, entre otras.

También es recomendable visitar la iglesia románica de San Salvador, en pleno centro de la localidad y que nos puede llevar directos a la historia del Capitán Cachamuiña y de cómo milagrosamente en 1809 liberó al pueblo contra los franceses.

Montederramo

Lo más importante de este enclave a 42 kilómetros de Ourense es el Monasterio de Santa María de Montederramo, del siglo XII, fundado por doña Teresa, la hija de Alfonso VII. En él se llamó por primera vez en un documento escrito a la zona Ribeira Sacra.

El edificio dispone de dos claustros, una capilla y una iglesia que fueron restauradas y ampliadas entre los siglos XVI y XVII y está presidido por una gran plaza que le da todavía más majestuosidad a un lugar mágico dentro de este municipio.

Durante la desamortización de Mendizábal, el monasterio pasó a manos privadas y todavía las celdas donde se alojaban los monjes siguen siendo de un particular.

Si podemos, no está mal alejarse un poco del centro para atravesar un puente romano y disfrutar de un área recreativa con playa fluvial en el río Mao.

Celanova

Es uno de los pueblos más bonitos y con más historia de Ourense. Su reclamo principal es el Monasterio de San Salvador, fundado en el 936 por san Rosendo, pero que no paró de crecer gracias a las donaciones que hicieron las familias nobles. Su mayor esplendor lo vivió en el siglo XVI y XVII, cuando construyeron su iglesia, y estuvo muy abandonado en el siglo XIX. Sin duda, el lugar más interesante del complejo es el claustro viejo o de las Procesiones. Ahora, la mayor parte del monasterio son oficinas del Ayuntamiento y un instituto por lo que la mejor forma de visitarlo es con guía.

Cerca del epicentro de Celanova está su Plaza Mayor y la de Do Millo, llenas de terrazas donde tomar algo y hacer un descanso no muy lejos porque aún nos quedaría por ver algo muy pequeño pero muy grande: la capilla mozárabe de San Miguel, única en toda España.

Hay muchas rutas literarias que recorren el pueblo y que pasan por la Fundación Curros Enríquez, justo en la casa que habitó esta familia de poetas.

As Ermidas

Sólo el nombre nos da una idea de qué es lo más simbólico que tiene. En este caso cuentan que siete ermitaños crearon siete ermitas que dieron origen al gran Santuario da Nosa Señora das Ermidas, uno de los lugares más espectaculares de Ourense puesto que el gran edificio está ‘colgado’ del cañón que forma el río Bibei.

Cuentan que en el siglo XIII unos pastores observaron que sus rebaños se curaban cuando cruzaban por esta ladera. Buscaron y dieron con una cueva donde estaba una imagen de la Virgen con el Niño en brazos. El milagro se repitió en el siglo XVII con el obispo de Astorga como protagonista, que fue quien encargó, definitivamente, las obras del santuario, una joya barroca.

Además, As Ermidas cuenta con uno de los Vía Crucis de estilo barroco más importantes de Europa con imágenes de tamaño real que recrean las 14 escenas del Calvario.

No puedes irte del pueblo sin disfrutar de un paseo fluvial ni de los miradores sobre el cañón que forma el río Bibei y que, en algunos puntos, llega a los 500 metros de altitud.

Dónde dormir en Ourense

Una de las mejores opciones para alojarse en Ourense es el hotel Barceló Ourense, de cuatro estrellas, que se encuentra ubicado en pleno centro de la ciudad. Las calles de esta ciudad gallega, famosa por sus aguas termales, dejan al descubierto un carácter fresco y contemporáneo presente en su extraordinaria gastronomía y en la calidez de su gente y eso lo recoge perfectamente este hotel.

Además, es el mejor lugar para un descanso perfecto ya que sus habitaciones son las más amplias de la ciudad y están diseñadas para ser una B-room, es decir, para conseguir el mejor de los sueños gracias a su carta de almohadas, las duchas con efecto lluvia, el set de té y café y un colchón comodísimo.

Entre otros servicios, el hotel cuenta con sala fitness y sauna gratuitas para los clientes y un salón donde disfrutar de un desayuno buffet y saludable. También se podrán encontrar bebidas y snacks en el lobby bar.

Si no podemos desprendernos del trabajo, este hotel cuenta con wifi de alta velocidad en todas las habitaciones y cinco salas de reuniones completamente equipadas e ideales para celebrar toda clase de eventos.

El Barceló Ourense es ideal para descubrir un destino que nos sorprenderá por su vida diurna y nocturna. Un buen destino para disfrutar de compras o de un buen vino y verse imbuido del espíritu del famoso Camino de Santiago.