Ubicado en el extremo oriental de Navarra, a unos cincuenta kilómetros de Pamplona, el Castillo de Javier es una fortaleza medieval que combina historia, arquitectura impresionante y un profundo legado religioso. Lugar de nacimiento de San Francisco Javier, este destino, que atrae a miles de visitantes cada año, ofrece una inmersión única en la historia y las tradiciones de la región. Desde las antiguas murallas y torres que datan del siglo X hasta la conmovedora capilla dedicada al santo, el castillo es una visita obligada para los amantes de la historia y la arquitectura medieval.

    1. Historia del Castillo de Javier: de fortaleza defensiva del siglo X a destino de peregrinación de las ‘Javieradas’
    2. Javier, érase un pintoresco pueblecito a un castillo pegado
    3. Qué ver en el Castillo de Javier, donde San Fracisco Javier vivió de joven
    4. Consejos prácticos para que no te pierdas nada
    5. Cómo llegar al Castillo de Javier

Historia del Castillo de Javier: de fortaleza defensiva del siglo X a destino de peregrinación de las ‘Javieradas’

El Castillo de Javier, situado en el pequeño pueblo de Javier, tiene sus orígenes en el siglo X, cuando fue erigido como una fortificación defensiva en la frontera entre los reinos cristianos y musulmanes. A lo largo de los siglos, el castillo ha sido testigo de numerosos conflictos y transformaciones arquitectónicas. Su aspecto actual es fruto de diversas reconstrucciones y ampliaciones, especialmente las llevadas a cabo en los siglos XIII y XV, mientras que en 1516 fue parcialmente destruido por orden del Cardenal Cisneros, a causa de las continuas revueltas que se sucedieron. Estas transformaciones no sólo reforzaron sus capacidades defensivas, sino que también añadieron elementos arquitectónicos de gran belleza, como torres, almenas y patios interiores.

El castillo es conocido, sobre todo, por ser el lugar de nacimiento de San Francisco Javier, uno de los fundadores de la Compañía de Jesús (Jesuitas). Nacido en 1506, San Francisco Javier es una figura de gran importancia religiosa e histórica, conocido por sus misiones en Asia. Su vida y obra misionera en lugares como la India, Japón y China han dejado una huella profunda en la historia de la Iglesia Católica. Cada año, durante el mes de marzo, miles de peregrinos acuden al castillo para celebrar las Javieradas, una serie de peregrinaciones en honor al santo, que culminan en una emotiva fiesta religiosa. Este evento atrae tanto a devotos como a turistas curiosos por presenciar una de las tradiciones religiosas más importantes de Navarra.

Javier, érase un pintoresco pueblecito a un castillo pegado

El pequeño pueblo de Javier, situado en torno a la colina donde se alza el castillo, es un lugar encantador que complementa la visita a la fortaleza. Con una población que apenas supera los 100 habitantes, Javier ofrece un ambiente tranquilo y pintoresco, ideal para los amantes del turismo rural. Pasear por sus estrechas calles empedradas y admirar las casas de piedra con sus balcones adornados con flores es como retroceder en el tiempo.

Además del encanto intrínseco del pueblo, los visitantes pueden encontrar la Iglesia y Abadía de la Anunciación, cuyos orígenes se remontan al siglo XV y tiene un gran valor histórico, y la Basílica de Javier, aneja al castillo, que es de finales del siglo XIX y cuenta con una hermosa portada neorrománica e interiores neogóticos. En la basílica hay varias pinturas italianas que representan distintos momentos de la vida de Javier en el Castillo.

El pueblo cuenta con un pequeño museo dedicado a San Francisco Javier, donde se exponen reliquias y documentos relacionados con su vida y misión. Este museo ofrece una visión detallada de la vida del santo, incluyendo cartas y objetos personales que ilustran su incansable labor misionera. El entorno natural que rodea a Javier, con sus paisajes verdes y colinas suaves, invita a los visitantes a disfrutar de paseos al aire libre y rutas de senderismo, siendo un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza.

Qué ver en el Castillo de Javier, donde San Fracisco Javier vivió de joven

La visita al Castillo de Javier es una experiencia enriquecedora que permite explorar diversas áreas de la fortaleza. Al entrar, los visitantes son recibidos por el imponente puente levadizo, que conduce al patio de armas. Este espacio central, rodeado de murallas y torres, ofrece una visión clara de la estructura defensiva del castillo y es el lugar perfecto para comenzar la exploración.

En el interior, destaca la Torre del Homenaje o de San Miguel, una de las partes más antiguas del castillo, que ofrece unas vistas panorámicas impresionantes de los alrededores. Desde lo alto de la torre, se pueden admirar los paisajes circundantes y apreciar la estratégica ubicación del castillo. Además de la ya mencionada basílica anexa al castillo, en el interior podemos visitar el Museo del Castillo, que exhibe una colección de objetos históricos y arte sacro. Aquí, los visitantes pueden aprender sobre la historia del castillo y la vida de San Francisco Javier a través de una serie de exposiciones interactivas y paneles informativos. Entre otros espacios, se puede visitar la Sala Grande, que servía de comedor, cocina, hogar y salón, donde es fácil imaginar la vida familiar de los dueños del Castillo, o la habitación del Santo, donde vivió San Francisco desde joven hasta que en 1525 marchó a la universidad de París. 

El mayor tesoro del museo es la Capilla de Cristo, donde rezó San Francisco Javier. Las paredes están decoradas con unos frescos del S. XV únicos en España, que representan la Danza de la Muerte, y preside la estancia un Cristo sonriente, tallado en madera de nogal, probablemente del S. XV.  Según la tradición, el Cristo sudó sangre el día que murió Francisco Javier frente a las costas de China. Esta capilla es un lugar de gran devoción y uno de los puntos más visitados del castillo. 

Consejos prácticos para que no te pierdas nada

Visitar el Castillo de Javier es una experiencia que se puede disfrutar en cualquier época del año, aunque la primavera y el otoño son especialmente recomendables por el clima agradable y la belleza del paisaje. Es importante llevar calzado cómodo, ya que la visita implica caminar por terrenos irregulares y escaleras empinadas. Además, se recomienda llevar una cámara fotográfica para capturar las impresionantes vistas y los detalles arquitectónicos del castillo.

El castillo está abierto al público todos los días, con horarios que varían según la temporada. Del 1 de marzo al 31 de octubre, suele abrir de 10:00 a 18:30 h, mientras que en noviembre, diciembre, enero y febrero, lo hace de 10:00 a 16:00 h. Se recomienda verificar los horarios de apertura antes de la visita. Las entradas se pueden adquirir en el sitio o en línea, y hay opciones de visitas guiadas disponibles en varios idiomas, que ofrecen una comprensión más profunda de la historia y la arquitectura del lugar. Estas visitas guiadas son especialmente recomendables para quienes desean aprender más sobre la vida de San Francisco Javier y la importancia histórica del castillo.

Cómo llegar al Castillo de Javier

El Castillo de Javier es accesible tanto en coche como en transporte público. Desde Pamplona, se puede llegar en aproximadamente una hora en coche, tomando la carretera N-240 y luego la A-21 hasta la salida 56, desde donde se sigue la carretera local hacia Javier. También hay servicios de autobús desde Pamplona hasta Sangüesa, la localidad más cercana, desde donde se puede tomar un taxi o disfrutar de una caminata escénica hasta el castillo. Para quienes prefieren el transporte público, es recomendable consultar los horarios de los autobuses con antelación.

El Castillo de Javier es mucho más que una simple fortaleza; es un testimonio vivo de la historia y la cultura de Navarra. Con su rica herencia, su impresionante arquitectura y su profundo significado religioso, el castillo ofrece una experiencia única para los visitantes. Ya sea explorando sus torres y murallas, participando en las Javieradas o simplemente disfrutando del tranquilo entorno del pueblo de Javier, una visita a este lugar es una inmersión en el corazón de la historia y las tradiciones de Navarra.