Situada en pleno corazón de la capital navarra, la plaza del Ayuntamiento de Pamplona es donde empiezan y acaban las fiestas de San Fermín. Arrancan el 6 de julio, cuando desde el balcón del Ayuntamiento se lanza el famoso “Chupinazo”, y terminan el 14 de julio, fecha en la que una multitud canta el ‘Pobre de mí’.
La plaza está presidida por la impresionante fachada del Ayuntamiento, de estilo barroco. En frente y a los lados, edificios con establecimientos comerciales, bares y restaurantes, una oficina de turismo, etcétera.
La también llamada plaza Consistorial supone un buen punto de partida para realizar un recorrido por la Pamplona más histórica.
Historia
El origen de la plaza Consistorial de Pamplona se remonta a la época
de Carlos III. El monarca español ordenó la edificación de una casa municipal (por aquel entonces llamada jurería) en 1423 puesto que era el punto donde confluían los tres burgos de Pamplona (Navarrería, San Cernín y San Nicolás). Hasta ese momento, eran barrios medievales separados por murallas, pero con el Privilegio de la Unión, Pamplona se conformó una sola ciudad, con un recinto amurallado, un escudo de armas e impuestos únicos.
Durante el siglo XVI la jurería se conocía como la Casa del Regimiento. Décadas después, se derriba en 1753 debido a su deterioro y, en los años posteriores, se construye un edificio nuevo, según el proyecto del maestro obrero Juan Miguel de Goyeneta. La inauguración oficial tiene lugar en 1760.
Casa consistorial
El edificio actual de la Casa Consistorial de Pamplona data de mediados del siglo XX. En 1952 se derribó todo menos la fachada y el edificio nuevo se proyectó por los arquitectos Yárnoz Orcoyen.
En la fachada de la Casa Consistorial de Pamplona, que se construyó a finales del siglo XVIII, se mezclan los estilos barroco tardío y el neoclásico. Es obra de don José de Zay y Lorda, un clérigo y arquitecto pamplonica, y las esculturas las realizó José Jiménez. Destaca la ornamentación de hojarasca, las dos virtudes (la Prudencia y la Justicia) que se ubican en la puerta principal, así como dos Hércules y la alegoría de la Fama, que están en la parte alta de la fachada.
Se puede realizar una visita guiada previa petición al Ayuntamiento de Pamplona.
San Fermín (chupinazo)
Los Sanfermines dan comienzo el 6 de julio, día de “El chupinazo”. A las doce del mediodía se lanza un cohete desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona -hasta 1941, el anuncio del inicio de las fiestas de San Fermín con el lanzamiento de un cohete se hacía en la Plaza del Castillo-. Desde 2016, son los ciudadanos de Pamplona los que eligen quién es la persona encargada de encender la mecha; antes, este honor siempre recaía en alcaldes, concejales y alguna personalidad elegida por la alcaldía.
La Plaza Consistorial de Pamplona se llena de una multitud vestida con el traje de los Sanfermines -camisa y pantalón blanco, faja rojo y el pañuelo de las fiestas, también de color rojo- para ver “El Chupinazo”.
A partir de ese momento, que sucede en torno al mediodía, y hasta el 14 de julio, fecha en la que se canta el ‘Pobre de mí’, también en la Plaza Consistorial y también a las doce (pero de la noche), hay un sinfín de actividades lúdicas por las calles de la ciudad (conciertos, verbenas, pasacalles, teatro para niños, gigantes y cabezudos, etc).
Además, los encierros que se celebran cada mañana por las calles de la ciudad pasan por la plaza.