La Selva de Irati es un destino espectacular, especialmente en otoño. Es en esta época del año cuando los colores dorados, pardos, rojos u ocres lucen a la máxima potencia. Su inmensa masa forestal, a pesar de haber sufrido una intensa explotación forestal desde el siglo XV, da pie a paisajes a camino entre la mágico, la leyenda y la belleza de la naturaleza casi virgen.

La Selva de Irati está considerada como uno de los mejores bosques de hayas y abetos de Europa -solo superado por la Selva Negra, en Alemania-. Alberga una rica fauna y flora, y ofrece al visitante una amplia variedad de rutas de senderismo.

Una opción ideal para los viajeros que se acerquen a Pamplona o a Navarra y quieran disfrutar de uno o varios días del aire fresco del bosque.

  1. Contexto Natural
  2. Cómo llegar
  3. Fauna y flora de la zona
  4. Reservas naturales
  5. Dónde comer en la zona/strong>
  6. Qué ver en los alrededores
  7. Dónde dormir en Navarra

Contexto natural

El bosque de Irati, que abarca una superficie de más de 17.000 hectáreas, se sitúa en una cuenca rodeada por montañas en pleno Pirineo Oriental navarro, extendiéndose por los valles de Aezkoa y Salazar, y atraviesa el País Vasco francés para esparcirse por los valles de Cize y Soule, en los Pirineos Atlánticos en el suroeste de Francia.

En la vertiente española, la Selva de Irati se ubica en el valle del río Irati y está delimitada, al oeste, por los montes de Orzanzurieta y Roncesvalles; al este, por el monte Orhi; y al sur, por la sierra de Abodi.

Por su gran valor ecológico, todo el valle de Irati es una ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) y varias zonas están protegidas como reserva natural o reserva integral.

Cómo llegar

Si el turista se acerca a la Selva de Irati desde Pamplona, el trayecto en coche es poco más de una hora. Hay dos entradas, que son las más populares: Orbaitzeta, en el valle de Aezkoa, y Ochagavía, en el valle de Salazar.

El recorrido hasta Orbaitzeta se realiza tomando la A21 desde Pamplona; luego, al llegar a Aoiz, se continúa por la NA 1720, por la la NA 140 y por la NA-2030.

El recorrido hasta Ochagavía se realiza tomando la A21 desde Pamplona; luego hay que coger la salida 35 para continuar por la NA-150 hasta llegar a Lumbier, punto en el que se toma la NA-178 y se sigue por la carretera de Salazar hasta llegar a Ochagavía.

Si el viajero quiere ir desde Madrid o desde Barcelona, por poner dos ejemplos de grandes capitales de provincia españolas, la distancia en ambos casos es pareja si el medio de transporte es el coche: más de 400 kilómetros de carretera que se recorren en unas cinco horas.

Fauna y flora de la zona

El enclave en el que se ubica la Selva de Irati es muy húmedo, por lo que en esta gigantesca masa forestal discurren muchos ríos, arroyos y torrentes que son fuente de vida vegetal y animal.

A nivel de flora, destacan las hayas y los abetos: predomina el haya común y el abeto blanco. Se dan otras especies asociadas a zonas de humedad y al sotobosque tales como el abedul, tejo, el acebo, el arce, tilo, la zarzamora, la seta, el serbal… También hay robles, sauces, helechos o musgos.

Toda esta espectacular masa vegetal sirve de cobijo y morada a fauna como ciervos, corzos, jabalíes o ardillas rojas, entre otros animales. Y oteando el bosque desde el aire, vuelan buitres leonados,  águilas reales y halcones peregrinos, entre otras aves.

Por el río Irati, además de que el visitante tenga la fortuna de poder observar nutrias, tortugas moras, víboras hocicudas o especies exóticas como el desmán de los pirineos (de la familia de los topos) y el musgaño patiblanco (o musaraña acuática), sobrevuela el mirlo acuático.

Reservas naturales

El bosque de Irati cuenta con tres zonas protegidas como reserva natural o reserva integral:

Reserva natural de Lizardoia. Bosque de hayas y abetos que ocupa 64 hectáreas ubicado en el monte La Cuestión, entre 850 y 1.125 metros de altitud. Veinte hectáreas son de bosque virgen. Es el paraje de mayor valor ecológico de la Selva de Irati y en 2017 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como extensión de los bosques primarios de los Cárpatos y otras regiones de Europa.

Reserva natural de Mendilatz. Es un espacio de 119 hectáreas con bosque de grandes hayas y otras especies, se sitúa en el monte Mendilatz, a 1.100 metros, en Orbaitzeta. Es, además, una zona de roca caliza y donde suele haber abundantes lluvias.

Reserva natural de Tristuibartea. Espacio de un tamaño de 55 hectáreas de bosque de roble en las zonas bajas y de hayas en zonas altas. Se encuentra en la ladera norte del monte Petxuberro, en Villanueva de Aezkoa, a 940 metros de altitud.

Las mejores rutas

A pie, en bici, con raquetas de nieve o con esquís, primavera, verano, otoño o invierno son épocas ideales para conocer la Selva de Irati a través de alguna de sus rutas y senderos.

Hay rutas para niños y para los más mayores, y con diferentes grados de dificultad que llevan al turista hasta cima de montañas o hasta lo más profundo del bosque, entre otros rincones. Se dividen entre las del valle de Aezkoa y las del valle de Salazar.

En el valle de Salazar, destacamos:

Errekaidorra. Ruta circular que arranca en las Casas de Irati. Es una ruta sencilla que discurre por puntos museísticos en los que conocer los usos forestales de la madera para producir mástiles, muebles o carbón vegetal.

Gartxot. Ruta circular de 12 kilómetros de unos 600 metros de desnivel que parte del centro de montaña Irati-Abodi. Durante el recorrido, se pueden observar cumbres pirenaicas y vistas panorámicas del valle de Irati. El nombre de este sendero hace referencia a la leyenda del bardo Gartxot (personaje de la mitología navarra).

En el valle de Aezkoa, destacamos:

Los Parísos-Erlán. Ruta circular sencilla de poco más de 4 kilómetros con muy poco desnivel apta para todas las edades y condición física. Se inicia desde el parking del embalse de Irabia para bordear esta bella masa de agua a través de pistas forestales y sendas de leñadores que discurren por el esplendoroso bosque de hayedos y abetos.

Dónde comer en la zona

En la Selva de Irati es posible degustar lo mejor de la gastronomía navarra con el añadido de los alimentos que se extraen del bosque (hongos, setas, etc) y de los platos tradicionales pirenaicos (guisos de caza con carne de jabalí o de ciervo, queso de oveja, migas de pastor…). Y, por supuesto, que no falte un buen pacharán o un chupito de basaka (licor de manzana silvestre de elaboración artesanal).

Hay un buen puñado de restaurantes y bares en los valles de Salazar como de Aezkoa, tanto en las localidades de Orbaitzeta como de Ochagavía, así como en otras poblaciones de la zona.

Qué ver en los alrededores

Además de perderse por el extenso bosque de hayas, abetos y otras especies vegetales a través de rutas y senderos, hay otros puntos de interés en la Selva de Irati.

Destacamos varios:

Real Fábrica de  Municiones de Orbaizeta. En lo hondo del barranco de Txangoa, en la entrada a Irati desde Aezkoa, persisten al tiempo las ruinas de la antigua Real Fábrica de  Municiones de Orbaizeta. Se erigió en el siglo XVII para abastecer al Rey Carlos III de munición y armamento.

Estación megalítica de Azpegui. A escasos kilómetros de Orbaizeta y casi colindando con la frontera francesa, se ubica la Estación Megalítica de Azpegui. Un conjunto de piedras y dólmenes prehistóricos enclavados en el suelo conformando un círculo o elipse. Quien llegue hasta aquí no podrá evitar empaparse de un ambiente enigmático y mágico.

Remendía, pueblos de los alrededores y Puerto de Larrau. Remendía es un área de descanso y paraje natural que se ubica entre los valles de Aezkoa, Salazar y Urraul en el que se puede tomar un descanso o hacer rutas. Para disfrutar de vistas panorámicas del Valle de Irati, el puerto de Larrau, con 1.578 metros de altitud, es el sitio idóneo. Está a poco menos de 20 kilómetros de Ochagavía. Por último, yendo por la carretera y si se dispone de tiempo, merece la pena hacer alguna parada de los pueblos que se van sucediendo camino a Roncesvalles.