Viajar con amigos a Pamplona es un plan ideal para un fin de semana; en el caso de ir durante las fiestas de San Fermín, los días que el cuerpo aguante. La capital de Navarra es conocida mundialmente por los Sanfermines, pero también por su historia en forma de calles y monumentos, o por su oferta gastronómica de calidad.
Situada en el noreste de la Península Ibérica, en la vega del río Arga, Pamplona colinda con el País Vasco y está muy cerca de la frontera con Francia. Se puede llegar en coche, autobús, tren y en avión (el aeropuerto se encuentra a seis kilómetros de la ciudad, en la localidad de Noáin).
Cualquier momento del año es bueno para acercarse hasta la capital navarra, teniendo en cuenta que del 6 al 14 de julio la ciudad se transforma para acoger a las miles de personas que acuden a la cita de las fiestas de San Fermín.
A continuación, te ofrecemos una selección de planes si viajas con amigos a Pamplona.
Selección de planes
Visita a la ciudad: del casco antiguo a la Ciudadela
De un lado, la ciudad moderna, con jardines, edificios contemporáneos y grandes avenidas; del otro, el casco antiguo, donde se respira historia paseando por sus callejuelas, la Ciudadela y las famosas murallas de Pamplona.
Visitar el casco viejo, que conserva su trazado medieval, es el principal atractivo turístico de Pamplona, cuando no coincida el viaje en fechas con los Sanfermines. Se puede hacer en una jornada, pero siempre se puede dilatar según el tiempo que tengas con tu grupo de amigos y las inquietudes con las que llegues a la capital de Navarra.
Los burgos, o conjunto de barrios de origen medieval, siguen siendo el corazón del núcleo urbano. Estos eran: Navarrería, San Cernín y San Nicolás. El nexo de unión de estos barrios es el Ayuntamiento de Pamplona, edificio construido en el siglo XVIII con fachada de estilo barroco y que se erige en la plaza Consistorial. Desde el balcón de este edificio se lanza “El chupinazo” que inaugura los famosos Sanfermines. El Ayuntamiento puede ser un buen punto de partida para un recorrido por la Pamplona más histórica -además, en la plaza se ubica la oficina de turismo-.
Muy cerca del consistorio se ubican la iglesia gótica de San Saturnino (siglo XIII); la Cámara de Comptos, que es el edificio más antiguo de Pamplona; y la iglesia de San Lorenzo (siglo XIX), donde se puede visitar la capilla de San Fermín y admirar la venerada imagen del popular santo.
Si tomamos la calle Mercaderes, que en su intersección con Estafeta se forma la famosa curva por la que corren toros y mozos en los encierros de los Sanfermines, llegamos a la catedral de Santa María la Real, cuyas obras finalizaron en el siglo XVI y arrancaron a mediados del siglo XII poniendo la primera piedra sobre la antigua catedral románica. Con fachada de estilo neoclásico, sus tres naves son de estilo gótico. Es de las mejor conservadas de España.
Volviendo por la calle Mercaderes, llegamos a la famosa calle Estafeta. Podemos recorrerla hasta llegar a la Plaza del Castillo, considerada como el verdadero corazón de Pamplona con un gran ambiente en sus terrazas y bares. Desde allí, es de visita obligada la plaza de Toros, una de las más grandes de España y donde termina cada encierro de San Fermín.
Para concluir la visita a la ciudad de Pamplona, no hay que olvidar alejarse un poco del casco viejo para acercarse hasta la Ciudadela y las murallas, espacio declarado Monumento Nacional y que supone uno de los complejos militares renacentistas mejor conservados de Europa.
Vivir los Sanfermines
Si viajas con amigos a Pamplona, el gran momento del año son los Sanfermines, las fiestas por antonomasia de Pamplona y una de las celebraciones más conocidas a nivel mundial. El Premio Nobel de literatura Ernest Hemingway las popularizó hace décadas, pero tienen su origen mucho antes: según los historiadores, se tiene conocimiento de las fiestas de San Fermín desde el siglo XII, cuando eran únicamente celebraciones religiosas en honor al santo.
Dan comienzo el 6 de julio, día de “El chupinazo”. La Plaza Consistorial se llena de una multitud vestida con el traje de los Sanfermines: camisa y pantalón blanco, faja rojo y el pañuelo de las fiestas, también de color rojo. A partir de ese momento, que sucede en torno al mediodía, y hasta el 14 de julio, fecha en la que se canta el ‘Pobre de mí’, también en la Plaza Consistorial y también a las doce (pero de la noche), hay un sinfín de actividades lúdicas por las calles de la ciudad (conciertos, verbenas, pasacalles, teatro para niños, gigantes y cabezudos, etc).
El santo y seña de las fiestas de San Fermín son los encierros: tradición que consiste en correr delante de seis toros bravos por las calles del casco antiguo de Pamplona. A las ocho en punto de la mañana los toros salen de la Cuesta de Santo Domingo. Luego pasan por la plaza Consistorial, las calle de Mercaderes y Estafeta para terminar en la plaza de Toros. El recorrido de hoy respeta el de finales del siglo XVIII (la tradición de los encierros tiene su origen en la Edad Media, pero es en el siglo XVI cuando carniceros y mozos empiezan a correr delante de los astados desafiando a las autoridades competentes).
De pinchos, asadores y sidrerías
La gastronomía navarra ocupa un lugar destacado dentro de la tradición culinaria española por lo que si viajas como amigos a Pamplona, es imprescindible que la degustes. Y hay dos maneras de hacerlo: yéndose de pinchos o comiendo en algún asador o sidrería tradicional pamplonica.
Irse de pinchos o poteo (así lo denominan los vascos y navarros) por la plaza del Castillo y las calles de San Nicolás, Mercaderes y Estafeta (y colindantes), es una costumbre local que podéis replicar en pandilla. Además de los famosos espárragos, los pimientos del piquillo rellenos de bacalao, cordero al chilindrón o pochas con chistorra, que son algunos de los platos más tradicionales, podéis pediros unas rabas, croquetas, raciones de pulpo, pinchos de foie, hojaldres y otras tapas de “alta cocina”, por ejemplo.
Para disfrutar de una buena comida con su respectiva sobremesa, lo típico es ir a un asador o a una sidrería. Para comer: un buen chuletón o solomillo del ganado de la tierra, chorizos a la sidra, tortilla de bacalao, bacalao con pimientos, merluza, rodaballo, cordero al chilindrón o costillas de cordero. Para beber: sidra hecha en la propia sidrería o un buen vino de Denominación de Origen Navarra.
De museo en museo
Viajar con amigos a Pamplona te puede llevar un fin de semana, todos los Sanfermines o el tiempo que quieras. Tanto si es un fin de semana o varios días, para profundizar en la cultura local y navarra, nada mejor que visitar los principales museos de Pamplona.
Para viajar por la historia de Navarra, hay que visitar el Museo de Navarra (Cuesta de Santo Domingo, 47). En este espacio se exhiben desde hallazgos paleolíticos hasta obras de Francisco de Goya y pintura navarra de los siglos XIX y XX.
Otro de los museos destacados es el de la Catedral de Pamplona (Calle Curia sin número). En él se pueden observar piezas del arte sacro navarro: desde imágenes góticas o románicas, orfebrería o relicarios, así como pinturas renacentistas o barrocas de grandes artistas como Van Dyck.
Por último, el Museo de la Universidad de Navarra (Campus universitario sin número) alberga una interesante colección de arte contemporáneo que incluye obras de artistas españoles de la segunda mitad del siglo XX y de artistas internacionales de prestigio. Se exponen cuadros de autores como Picasso, Kandinsky o Chillida. También hay una zona dedicada a la fotografía que cuenta con imágenes tomadas por leyendas como Robert Capa, entre otros.
Recomendaciones y consejos
Para llegar a Pamplona, lo podéis hacer en coche o en autobús -quizá, lo más frecuente-, pero también existe la opción de hacerlo en tren o en avión. En tren, Pamplona está a casi tres horas desde Madrid y un poco más desde Barcelona.
Durante el invierno, las lluvias son frecuentes en Navarra, así como el frío. Si quieres evitarlo, la mejor época para visitar Pamplona es a partir de primavera y, sobre todo, en verano.
Un consejo clave es que si viajas en Sanfermines y queréis reservar un alojamiento, lo tenéis que hacer con mucha antelación. La avalancha de turistas hace que sea imposible encontrar algo o algo económico si lo decides en los días previos al 6 de julio.
Si tenéis poco tiempo, reservar visitas oficiales guiadas por la ciudad o free tours siempre es muy recomendable.