El nombre de los jardines hace honor a lo que representa: Alderdi Eder significa “lugar hermoso” en euskera, una evocadora denominación para uno de los parques más bonitos de la ciudad. Se encuentra situado frente al Ayuntamiento de la ciudad y a la playa de la Concha, y se ha convertido en uno de los lugares más visitados y fotografiados por turistas y curiosos.

Los jardines de Alderdi Eder

Para conocer más en detalle este parque y la evolución que ha tenido hasta convertirse en lo que es hoy en día, conviene recordar una fecha clave para la ciudad de San Sebastián: 1863. Ese año se produjo el derribo de las murallas y el espacio que hoy ocupa Alderdi Eder pasó a estar dedicado provisionalmente a zona de maniobras del Ejército. Fue así hasta el año 1875, cuando esta actividad se trasladó a otro de los barrios más conocidos de la ciudad, El Antiguo.

Alderdi Eder
Uno de los rincones verdes de la ciudad

A partir de esa fecha, estos jardines cambiaron de función y se brindaron al pueblo donostiarra para el disfrute de todos los ciudadanos. Eran los años maravillosos de la Belle Époque, cuando San Sebastián recibía la llegada de personalidades del mundo de la política y de la realeza que fueron convirtiendo a la ciudad en uno de los destinos más solicitados del momento. Los jardines vieron como en sus instalaciones se levantaron algunas atracciones como un circo, un teatro de guiñoles y un velódromo, que entretenían y encantaban a los niños de la época.

Algunos años más tarde, en 1887, se construyó el famoso casino que coronaba los jardines y que, finalmente, fue clausurado casi sesenta años después, coincidiendo con la fiesta grande de la ciudad, la Tamborrada. El edificio del casino pasó a ser el Ayuntamiento, y en esa transición sufrió algunos cambios, especialmente en la fachada del mismo. También los alrededores y la zona de Alderdi Eder fueron rehabilitadas por completo, aunque bien es cierto que esta plaza tuvo una segunda reforma importante en 1997, transformación que fue paralizada al hallarse restos arqueológicos bajo el suelo. Una vez recuperados, se completó el plan de rehabilitación de los jardines y el resultado es el que ahora se ofrece para disfrute de locales y visitantes: un precioso parque lleno de fuentes, estatuas, un estanque, palmeras, árboles y un precioso tiovivo.

Una noria y un carrusel, un planazo para los niños

El parque está lleno de flores, de tamarices (una especie arbórea muy habitual que crece en ambientes cercanos a las playas), palmeras… y un largo etcétera. El conjunto consigue crear un ambiente especial, perfecto para relajarse y contemplar las preciosas vistas que ofrece de la bahía de la Concha. Todo el que pasea por este jardín puede toparse también con otras bonitas atracciones – perfectas si visitas San Sebastián con niños– ya que harán que tanto ellos como tú disfrutéis de una tarde inolvidable:

  • Carrusel: esta pieza se instaló aquí en el año 1998 para homenajear aquel otro tiovivo que había años atrás y que era una de las atracciones favoritas de los turistas. El carrusel es un viaje al pasado, a la Belle Époque de la ciudad, y presenta innumerables detalles: el techo está pintado a mano, con representaciones de conocidos pintores como Monet, Picasso y Van Gogh. Tiene dos alturas y sus figuras llaman la atención de pequeños y mayores: coches, cisnes, caballitos… Una auténtica joya.
  • La noria de Donostia: probablemente es uno de los lugares más apreciados por quienes visitan San Sebastián en verano, ya que se instala cada año a principios de agosto y se mantiene en funcionamiento durante unas cinco semanas. La noria cuenta con 40 metros de diámetro y se emplaza en el Paseo Nuevo, cerca de los jardines de Alderdi Eder. Desde ella se pueden contemplar unas maravillosas vistas de la playa de la Concha, gracias a sus cabinas-mirador.

 

 

Qué ver cerca de Alderdi Eder

Siempre que se visita San Sebastián es una buena idea caminar por el paseo marítimo de la Concha, que ofrece un precioso recorrido por algunas de las residencias que antaño alojaron a personalidades de la época. Si inicias este paseo a pie desde los jardines de Alderdi Eder, podrás vislumbrar la noria, el tiovivo y pasarás cerca del Hotel de Londres y de Inglaterra, un clásico de la ciudad que, además, se encuentra muy cerca de la catedral.  Lo curioso de este hotel es que ha llegado a alojar a personalidades tan conocidas como la reina Isabel II o a la mismísima Mata Hari. También Orson Welles o aristócratas de la época eligieron el establecimiento como lugar de descanso. La ubicación es otro de sus mayores atractivos gracias a la cual puede ofrecer una panorámica increíble de la ciudad. Está renovado pero su aire clásico y elegante, te transportará a una época gloriosa de la ciudad.

Dejando el edificio del hotel a nuestras espaldas, podemos proseguir nuestro recorrido hasta casi finalizar el paseo marítimo. Ahí, a mano izquierda se camina hasta encontrar otro establecimiento, el palacio de Aiete y, a continuación, el Centro Cultural Aiete, situado en Aiete Pasealekua, 63, y en él podrás disfrutar de todo tipo de actividades culturales, festivales, teatro y museo. Su programación cultural es apta para todos los públicos, desde cine y festivales a exposiciones y ciclos de teatro. Proporciona un encuentro con la cultura en pleno corazón de la ciudad que permite a donostiarras y turistas completar su visita a los jardines Alderdi Eder y disfrutar de la ciudad desde esta otra perspectiva.