La costa cantábrica está plagada de rincones mágicos. Uno de ellos es el monte Jaizkibel, una elevación de más de 500 metros de altitud, pegada al mar como si de una pared se tratase. En este artículo te contamos qué ver y qué rutas hacer en el monte Jaizkibel, una visita imprescindible si estás cerca de San Sebastián.
El Jaizkibel es vigía de muchas cosas, ya que su cima alcanza los 543 metros de altitud. Es un auténtico mirador de la desembocadura del río Bidasoa, vértice de Euskadi, punta de lanza de la frontera hispano-francesa y techo de Hondarribia, Lezo y la costa cantábrica. Es todo un símbolo lleno de historia que se precipita sobre el mar en acantilados de hasta 240 metros de altura.
Jaizkibel es, tras el acantilado de Vixía da Herbeira en A Coruña, el segundo monte costero más alto de España. Acompáñanos a conocer esta atalaya considerada el fin occidental de los Pirineos.
El monte Jaizkibel, el mirador de Hondarribia
El Jaizkibel es una cresta este-oeste que se alza entre el mar y la desembocadura del río Bidasoa. Desde lo alto se obtiene una magnífica vista de la bahía de Txingudi, Hondarribia, Irún, Hendaya y del resto de la costa atlántica francesa. Para subir necesitarás coche o emprender una buena caminata desde Hondarribia, Pasaia o Lezo, en función del lado por el que accedas.
La montaña parece querer unir a estas villas, a la vez que las separa temporalmente de la costa. La presencia de grandes antenas delimita a la perfección donde se encuentra la cima de Jaizkibel, en el centro de esta cornisa.
Fuertes y torreones de Jaizkibel
La posición estratégica del monte en los límites de España ha servido para que el paso de los siglos dejase allí numerosos rastros de la Historia. Sobre todo, destacan las construcciones pertenecientes al bando liberal de la última guerra carlista (1872-1876), testigos de una época de altísima conflictividad.
En la ascensión te encontrarás con el fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe, el más grande de Euskadi, construido a finales del siglo XIX y que albergaba a más de 700 soldados y decenas de piezas de artillería. La vegetación cubre hoy el fuerte, aunque es visitable en época estival. Muy cerca del mismo está el santuario de Guadalupe, del siglo XVI, y dedicado a la patrona de Hondarribia. Hay un aparcamiento junto al templo, por lo que puedes dejar tu vehículo y disfrutar de las primeras vistas de la bahía de Txingudi desde el mirador.
Otro de los elementos más conocidos de Jaizkibel son los cinco torreones, construidos para la defensa de Irún en la guerra carlista. Se disponen en línea con la propia cresta de la montaña y conforman una buena ruta de senderismo por la cima del monte. Allí, a 543 metros de altitud, resiste el fuerte de San Enrique, también del XIX.
La bajada hacia Lezo y Pasaia nos dejará el último de los torreones y el fuerte de Lord John Hay, también del bando liberal. Lord John Hay estaba al mando de la Legión Auxiliar Británica en la primera guerra carlista (1836) y fue quien mandó construir el fuerte original.
Rutas de senderismo por Jaizkibel
El monte Jaizkibel es un clásico del senderismo en la provincia de Guipúzcoa. Ofrece rutas longitudinales a la propia sierra, uniendo las localidades de Lezo y Pasaia, al oeste, con Hondarribia, al este. Unos 23 kilómetros por toda la cadena montañosa moderadamente exigentes que permiten conocer a fondo el lugar.
También es posible descender hacia la incomunicada costa de Azabaratza. En esta zona encontrarás viejos molinos e hitos geológicos como una gran laja de roca, la grieta de Akerregi o la roca de Zapelarri, de curiosas e irregulares formas. Todo ello desde auténticos miradores naturales sobre el mar Cantábrico.
Aunque son muchas las posibles combinaciones, lo más habitual son las rutas circulares desde cualquiera de los extremos hacia la cima del monte, o incluso combinando zonas altas y bajas en recorridos de ida y vuelta, por lo que no hay pérdida.
Es posible, asimismo, recorrer la cadena montañosa por el lado más costero, desde el puerto de Pasaia hasta el faro de Higer, el extremo del territorio español en Hondarribia. Son unos 22 kilómetros de una ruta espectacular no apta para principiantes.
El Camino de Santiago en el monte Jaizkibel
El Camino del Norte que va a a Santiago de Compostela también pasa por el monte Jaizkibel. En su primera etapa española (Irún – San Sebastián), la ruta asciende hacia Guadalupe según sale de Irún. Tras el santuario, es posible continuar el camino tradicional o bien tomar la opción que sube a Jaizkibel. Ambos vuelven a unirse unos cuatro kilómetros más adelante.
Esta etapa del Camino del Norte tiene una longitud de 27,6 kilómetros y parte del puente internacional de Santiago, sobre el Bidasoa, hasta alcanzar el centro de San Sebastián. Es un trayecto espectacular que recorre lugares como Pasaia, San Pedro, el faro de la Plata y el monte Ulía, el espectacular mirador sobre San Sebastián y la playa de la Zurriola.
Pero el monte Jaizkibel oculta una sorpresa más: la Clásica de San Sebastián. Esta carrera ciclista pasa también por esta mítica cima. El Jaizkibel es la máxima dificultad de la prueba y sirve de punto de selección de corredores antes de afrontar el descenso hacia la meta de San Sebastián. Sin duda, un lugar idóneo para que los aficionados al ciclismo se aproximen a este monte para disfrutar de la carrera.
Acantilados y un entorno natural espectacular
El paisaje que se descubre desde el monte Jaizkibel es, seguramente, el más espectacular del litoral vasco. Y es que la insólita belleza de sus acantilados se despeña en dirección al mar desde sus 545 metros de altura y eso impresiona, y mucho.
Hay viajeros que prefieren descubrir el encanto del Jaizkibel con una perspectiva diferente desde un barco tradicional. Para ellos, hay travesías que parten del muelle del Hospitalillo, en Trintxerpe, y que permiten disfrutar de los más bellos parajes del litoral y la bahía de Pasaia. Son embarcaciones diseñadas para todo tipo de público y que discurren por los muelles de carga y descarga donde se desempeña la actividad portuaria y que es muy atractivo descubrir.
Si pefieres una experiencia singular, súbete al barco-museo Mater, que parte de Pasaia y te deja admirar, con la compañía de un guía local, los Picos de Turrulla y su entorno natural. Es un auténtico atunero clásico del Cantábrico, el último que se hizo en madera al modo tradicional y que fue recuperado por una asociación local, Itsas Gela, que quiso contribuir de esa manera con la regeneración de Pasaia. Esta bonita singladura tiene una duración de una hora.
Si te interesa el universo naval, debes saber que en la bocana de la bahía de Pasaia se encuentra un lugar que devuelve a la memoria el esplendor que tuvo en un tiempo pasado la zona en el ámbito de la construcción naval. Se trata de la Factoría Marítima Vasca, donde podrás aprender mucho sobre la historia de las embarcaciones, los primeros viajes transoceánicos y los secretos de los barcos balleneros.
Pueblos cercanos al Monte Jaizkibel
Además de la belleza natural que rodea el Jaizkibel, este monte está flanqueado por pueblos con mucho encnato que bien merecen una visita por su particular belleza. Los más cercanos son Hondarriba e Irún y algo más alejados están Lezo y Oiartzun.
- Hondarribia. A tan sólo cuatro kilómetros del Monte Jaizkibel, Hondarribia es una de las localidades amuralladas más bonitas del País Vasco. Mira hacia la ciudad fronteriza de Hendaya y tiene un encantador trazado medieval, con edificios solariegos, calles estrechas y adoquinadas, un valioso patrimonio y una historia cargada de episodios singulares y leyendas. Puedes disfrutar de su belleza, distribuida junto al mar y la montaña, y también de su deliciosa gastronomía y de sus tradicionales pintxos. Es, sencillamente, una ciudad muy recomendable para visitar en una escapada turística.
- Irún. Después de San Sebastián, es la ciudad más poblada de Guipúzcoa, con 62.000 habitantes. Irún está a unos tres kilómetros de Hondarribia y a unos 9 kilómetros del Monte Jaizkibel y, aunque tiene un perfil de ciudad moderna, conserva monumentos tan espléndidos como la iglesia de Santa María del Juncal, del siglo XVI, su ayuntamiento barroco o la ermita de Santa Elena, edificada sobre una necrópolis y un templo romanos. Al igual que Hondarribia, está a un paso de las ciudades francesas de Hendaya, Sokoa, San Juan de Luz o Biarritz.
- Lezo. Situada a unos 15 kilómetros del monte Jaizkibel, la villa marinera de Lezo tiene un casco histórico con gran valor arquitectónico y artístico, que se distribuye en torno a una gran plaza cuadrada. Su gran joya monumental es la basílica gótica del Santo Cristo, que está en la ruta de la costa del Camino de Santiago y que conserva una de las pocas imagénes de Cristo que existen en Europa que carecen de barba. El ayuntamiento de Lezo data del siglo XVIII y es de estilo renacentista.
- Oiartzun. Separado 18 kilómetros del monte Jaizkibel, el pueblo de Oiartzun está enclavado en un entorno natural de ensueño, en una zona montañosa y a pocos kilómetros del mar. Su casco hisstórico alberga dos iglesias de gran valor histórico-artístico: la de San Esteban de Lartaun, que conserva un magnífico retablo del siglo XVII, y la de San Juan Bautista, del siglo XVI. Parte del territorio de Oiartzun pertenece al Parque Natural Aiako Harria, el único macizo granítico del País Vasco.
¿Sorprendido por todo lo que esconde el monte Jaizkibel? Es sin duda un lugar único, de fácil acceso desde San Sebastián e Irún y perfecto para disfrutar de la naturaleza y la historia.