Ubicada a escasos kilómetros del centro de Donostia – San Sebastián, la villa y puerto de Pasaia es un lugar mágico, inquebrantablemente ligado a una rica y larga tradición marinera.
Marcada por la caprichosa geografía labrada por su ría, que se abre paso entre las montañas que la flanquean –el monte Ulía, al oeste, y el Jaizkibel, al este–, Pasaia se divide en cuatro distritos: Pasai Donibane (San Juan), al este, y el más antiguo de los cuatro; Pasai San Pedro, al oeste de la bahía, frente al anterior; Antxo, al sur, y Trintxerpe, enclavado entre San Pedro y San Sebastián. Cada uno de ellos poseedor de un encanto particular, de un carácter propio y, sobre todo, de distintos atractivos.
Visitar Pasaia supone, en cualquier caso, descubrir uno de los lugares más pintorescos e interesantes del entorno donostiarra y, por extensión, de la costa vasca. Paisajes increíbles, una excepcional gastronomía, rincones encantadores, tradiciones, cultura, ocio, deportes en plena naturaleza…, las opciones para disfrutar de este singular destino son tan variadas como atractivas.
- Historia de Pasaia
- Casco histórico de Pasaia
- Ría de Pasaia y bocana del puerto
- Faro de Pasaia
- Qué ver cerca de Pasaia
- Dónde comer en Pasaia
- Dónde dormir en Pasaia
Historia de Pasaia
Como casi siempre, la Naturaleza fue la encargada de dar origen y sentido a este singular punto del litoral guipuzcoano, y es que la bahía de Pasaia es un puerto natural privilegiado que desde siempre ha ofrecido resguardo a pescadores y navegantes, de todo tipo, frente a las implacables aguas del Cantábrico. De hecho, sus dos núcleos históricos, San Pedro y Donibane, surgieron a cada lado de la parte más estrecha de la ría como aldeas de pescadores.
Desde aquellos primeros días hasta hoy, Pasaia siempre ha mirado al mar y, por lo tanto, jugado un papel clave en el intercambio marítimo con Europa desde la Edad Media, en el comercio con la América colonial, y, desde luego, en la industria pesquera, tanto de bajura como de altura –no fueron pocos los famosos balleneros vascos que partieron desde Pasaia para faenar en Terranova; también zarpó de ahí el célebre Marqués de Lafayette para luchar en la guerra de independencia norteamericana en 1777–.
Las actividades ligadas a la industria naval y el comercio internacional de mercancías definieron el día a día de Pasaia también a lo largo del siglo XX, y lo siguen haciendo hasta hoy. En este sentido, un lugar que resume la dilatada tradición marinera de Pasaia es Albaola – La Factoría Marítima Vasca, un innovador museo-taller ubicado en un astillero renovado en donde se construyen y restauran embarcaciones tradicionales de gran valor etnográfico e histórico, incluyendo una réplica de la nao San Juan, un ballenero del siglo XVI. En todo caso, el mar siempre ha sido la conexión de este lugar con el mundo.
Casco histórico de Pasaia
El innegable encanto de este rincón de Euskadi tiene que ver, evidentemente, con su patrimonio histórico y cultural. En este sentido, la mayoría de sus edificios de interés se dividen entre Pasai Donibane y Pasai San Pedro. En el caso del primero, lo que capta la mirada del visitante nada más llegar son las casas alineadas a ambos lados de una única callejuela peatonal; la montaña, por un lado, y el mar, por el otro, no dan lugar a más. Incluso, la calle se ve obligada, en ocasiones, a pasar por debajo de las propias casas, a través de estrechos pasadizos.
Casonas renacentistas del siglo XVI, la parroquia de San Juan Bautista, el Humilladero de la Piedad, antiguas casa de mareantes de los siglo XVII y XVIII, la Basílica del Cristo de la Bonanza, el palacio Arizabalo (actual Ayuntamiento), la ermita de Santa Ana, la Plaza de Santiago, la famosa casa donde pasó una temporada el escritor francés Victor Hugo, las ruinas del Castillo de Santa Isabel…, todo ello se va sucediendo a lo largo de la orilla oriental de bahía. En algunos casos, las fachadas están en contacto directo con el agua, en otros, encajadas en el monte.
En frente, en San Pedro, donde se encuentra el muelle pesquero, también se pueden encontrar diversos edificios históricos que, desde luego, merecen una visita. La iglesia parroquial, barroca, del siglo XVIII, la casa natal del almirante Blas de Lezo, las portadas románica y gótica del cementerio, y las casonas que se asoman a la ría son solo algunos de los elementos que se alinean entre montaña y mar, como en el caso de Donibane, pero en la banda occidental.
Ría de Pasaia y bocana del puerto
La abrupta fisionomía de este mágico territorio invita a descubrir el entorno y disfrutar, sobre todo, de las espectaculares vistas que ofrecen sus distintos miradores y senderos que se asoman, desde lo alto de ambas montañas, hacia la ría y la bocana del puerto.
Desde la desembocadura del río Oiartzun hasta las puntas de Arando, que abren paso a las aguas del Cantábrico, pasando por el estrecho canal que separa Donibane y San Pedro, la ría de Pasaia es un auténtico espectáculo natural que se puede explorar tanto en recorridos en barco como por distintos itinerarios senderistas.
En el caso de los primeros, tanto desde San Pedro como desde Donibane, existen varias opciones para abordar embarcaciones de todo tipo (veleros, barcas tradicionales, lanchas rápidas, piraguas…) que recorren la bahía y permiten admirar su singularidad geográfica, la fachada marítima de los barrios que la flanquean y, por supuesto, la estrecha bocana custodiada por los montes Ulía y Jaizkibel.
También hay experiencias como la del Mater, la última gran bonitera vasca de madera reconvertida en barco-museo, que entre sus múltiples propuestas ofrece la posibilidad de admira el paisaje costero y aprender todo sobre su valor natural y cultural navegando por la bahía pasaitarra, y más allá.
Y en lo que se refiere a los itinerarios senderistas, hay opciones para todos los gustos, tanto en la ribera oriental de la ría como en la occidental. Un buen ejemplo es la Ruta Talaia o Ruta de los Acantilados, una espectacular senda litoral que, según la dirección que se tome, parte de la Plaza de Santiago de Pasai Donibane, o del embarcadero de San Pedro, para dirigirse hacia la bocana de la bahía y desde ahí atravesar los montes Jaizkibel y Ulía para bordear el litoral (utilizando parte del GR-121-Talaia) hasta Donostia-San Sebastián, por el lado del Ulía y, por el del Jaizkibel, hasta Hondarribia. Un camino extraordinario entre mar y montaña.
Faro de Pasaia
En realidad, son dos los faros que guían a los navegantes hacia el puerto de Pasaia: el pequeño Faro de Senokozuloa, que se encuentra más adentro de la ría, en las puntas de San Pedro, y el espectacular Faro de la Plata, situado sobre un impresionante acantilado de más de 150m de altura que mira desafiante hacia el mar, en la parte occidental de la bocana del puerto.
Ambos faros (acompañados de otras balizas y señalamientos marítimos instalados en otros puntos de la bahía) forman parte de la infraestructura y de la tradición marinera de Pasaia, y suelen ser puntos de visita marcados en varios itinerarios senderistas y paseos por la zona. Sin embargo, el atractivo arquitectónico y paisajístico del Faro de la Plata es notable y le hace destacar casi como un lugar de visita obligada. El edificio, con aspecto de pequeño castillo almenado y rodeado de árboles, fue construido en 1855 y aunque no puede visitarse por dentro sí que merece la pena echarle un vistazo. Además, desde los alrededores del faro se puede disfrutar de vistas espectaculares tanto del litoral cantábrico como de la propia ría de Pasaia.
Qué ver cerca de Pasaia
Además de los senderos y miradores que permiten descubrir el privilegiado entorno de Pasaia y su espectacular bahía también merece la pena aprovechar la visita a este rincón de la costa vasca para explorar lugares como Lezo, Errenteria y Oiartzun, tres antiguas villas medievales que hoy invitan a descubrir todo su encanto.
Lezo, arte y arquitectura
Ubicada en la ribera oriental de la desembocadura del río Oiartzun, en las faldas del Jaizkibel, esta histórica villa ofrece un Casco Histórico repleto de tesoros artísticos y arquitectónicos. Empezando por la basílica gótica del Santo Cristo, un punto relevante del Camino de Santiago por la costa, conocida por su singular Cristo imberbe, una de las tres únicas imágenes que se encuentran en Europa de un Jesucristo crucificado sin barba. Las casas blasonadas, los torreones de Jaizkibel, la iglesia de San Juan Bautista y la Casa Consistorial son también buenos ejemplos del patrimonio de la villa.
Errenteria, historia y naturaleza
Situada al sur de la ría, en la margen izquierda del Oiartzun, esta histórica localidad fundada en el siglo XIV cuenta con el Casco Histórico más grande de los cuatro municipios de la comarca (Pasaia, Lezo, Errenteria y Oiartzun). La Casa Consistorial, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la basílica de peregrinos de María Magdalena, las casas-torre medievales de Torrekua y Morrontxo, y el palacio barroco de Zubiaurre son solo algunos de sus puntos destacados. Además, el Fuerte de San Marcos, del siglo XIX, ubicado sobre una colina que domina todo el territorio, desde Donostia hasta Hondarribia, es también uno de los grandes atractivos de la zona. Al sur del municipio, el Parque Natural Aiako Harria, las Peñas de Aia y el embalse Añarbe son ejemplo de la privilegiada naturaleza de Errenteria.
Oiartzun, paisaje y tradición
Junto a las dos anteriores, Oiartzun es una localidad también enmarcada por paisajes de gran belleza y poseedora de interesantes tesoros históricos, empezando por su propio Casco Antiguo, una joya medieval en la que destacan, por ejemplo, el Hospital de Peregrinos, la iglesia de San Esteban de Lartaun, la Basílica de San Juan Bautista y la Casa Consistorial, entre otros edificios históricos. A las afueras, la mina de Arditurri, explotada desde época romana, es también una visita que merece mucho la pena, y que marca la entrada al Parque Natural Aiako Harria, un lugar imprescindible para los amantes de la naturaleza.
Dónde comer en Pasaia
Todo el mundo sabe que la gastronomía es uno de los tesoros indiscutibles del País Vasco, y Pasaia no es la excepción. Pintxos, platos tradicionales, sidrerías…., aprovecha la visita a esta villa marinera para disfrutar de los mejores frutos del mar y de la tierra, mimados por las manos expertas de los cocineros locales.
- Restaurante Txulotxo.- Cocina tradicional vasca, con especial atención en pescados y mariscos, en pleno casco antiguo de Pasai Donibane.
- Casa Cámara.- Fundado en 1884, este restaurante es uno de los más veteranos de Guipuzkoa y un símbolo gastronómico de Pasaia.
- – A un paso del Ayuntamiento y la iglesia de San Juan Bautista, este restaurante ofrece lo mejor de la cocina tradicional así como platos más actuales.
- Muguruza Ardoak.- Ubicada frente al puerto deportivo de San Pedro, esta pequeña y pintoresca taberna es un resumen de la rica tradición marinera de Pasaia.
- Izkiña.- Pescados y mariscos de la mejor calidad, así como una amplia selección de vinos, en un local de elegante inspiración marinera en el distrito de Trintxerpe.
Además, no dejes de disfrutar de las diversas experiencias gastronómicas que ofrece la comarca, desde talleres de cocina tradicional hasta visitas a caseríos especializados en la elaboración de manjares artesanales de primerísima calidad. Una manera perfecta de vivir de cerca la auténtica gastronomía vasca.
Dónde dormir en Pasaia
Vive una experiencia de primera clase el hotel Barceló Costa Vasca. Ubicado a unos pasos de la bahía de La Concha, este espectacular 4 estrellas con algo más de 200 habitaciones de diseño vanguardista, y totalmente equipadas, ofrece todo lo necesario para disfrutar de una estancia fuera de serie en San Sebastián y, desde luego, una visita a la encantadores villa marinera de Pasaia.