La plaza de la Constitución, situada en el casco antiguo de San Sebastián, ocupa el corazón de la ciudad. En ella se celebran los actos más importantes y de mayor trascendencia de la urbe, como la tradicional Tamborrada o la feria del día de Santo Tomás. Está a tan sólo 10 minutos de la playa de la Concha y es uno de los lugares con más historia y mayor encanto.
Conocida popularmente como “la plaza de la Consti”, es el centro de la vida social de la Parte Vieja de San Sebastián y es una visita obligada si se pasan unos días de turismo en la ciudad. Es una plaza llena de historia y, por si fuera poco, en su entorno se ubican los mejores bares de “pintxos” de San Sebastián. Así que no lo dudes, disfruta de la plaza y busca un rato para relajarte y sentarse en una de sus terrazas. Es una auténtica delicia observar sus balcones y toda su singular arquitectura mientras se disfruta del sol y de la gastronomía vasca. Puede ser un plan perfecto para apuntar en tu agenda y en tu itinerario por la ciudad.
Antigua plaza de toros
La plaza de la Constitución data del año 1817 y fue diseñada por el arquitecto Urgantemendia, uno de los profesionales que más activamente participó en la reconstrucción de la ciudad después del devastador incendio del año 1813. Lo primero que llama la atención al acceder a su recinto son los soportales, sus balconadas y la numeración que tienen las ventanas en su parte superior. La razón de estos números se halla en que eran los palcos de la antigua plaza de toros. Porque los festejos taurinos se celebraban aquí y tenían mucha aceptación por los donostiarras, que acudían en masa a disfrutar de la fiesta de los toros en este recinto.
Cuando se edificó la nueva plaza de toros de Illumbe, mucho más grande y moderna por supuesto, la plaza de la Constitución perdió su función de coso taurino, pero las ventanas siguen conservando su antigua numeración, como recuerdo de aquel uso que se daba a la plaza en el pasado.
El edificio central de la plaza, de estilo neoclásico, tiene cinco columnas distribuidas entre los balcones y un reloj en la cornisa. Hasta 1947 albergaba el Ayuntamiento y después, cuando el consistorio se trasladó, el inmueble se destinó a biblioteca municipal y a las oficinas del Área Cultural del Ayuntamiento de San Sebastián.
De pintxos por la plaza de la Constitución
Al estar ubicada en el corazón de la ciudad, la plaza de la Constitución es también el punto de encuentro de muchos domostiarras, que se encaminan desde aquí hasta sus destinos definitivos. Desde ella se accede a las estrechas calles que conforman el Casco Viejo de San Sebastián, por lo que si tienes tiempo puede ser un plan muy agradable callejear y tomar unos buenos ‘pintxos’ en cualquiera de sus tabernas. Y a poco que salga el sol, la zona se llena de terrazas en las que podrás descansar o degustar alguno de los platos de la cocina típica vasca, una de las más variadas y suculentas de nuestro país.
Te sorprenderá la gran cantidad de locales que salen a tu encuentro en los que se ofrecen ‘pintxos’ exquisitos y con presentaciones espectaculares. Es uno de los grandes atractivos, gastronómicamente hablando, que ofrece la ciudad al visitante. Tendrás la posibilidad de entrar en locales históricos, regentados por la misma familia durante varias generaciones, y otros que se han ido incorporando a lo largo de los años. Todos ellos tienen la característica de mostrar en sus barras una amplia oferta de ‘pintxos’. Te costará elegir entre tantos (y tan buenos). También hay restaurantes fantásticos para sentarte tranquilamente y comer una mariscada o una buena carne de reses de Euskadi. Lo que sí es seguro que no te irás de San Sebastián con hambre.
La Tamborrada en la plaza de la Constitución
Si tienes la suerte de pasar por San Sebastián el 20 de enero, no tienes más remedio que acudir a la plaza de la Constitución para ser testigo de una de las fiestas más singulares y tradicionales, junto con la Semana Grande, de San Sebastián: la Tamborrada. Se celebra con motivo de las fiestas del patrón donostiarra. La fiesta comienza a las 00:00 horas del 19 de enero con el izado de la bandera de la ciudad en la plaza de la Constitución. Después, la Sociedad Gaztelubide y los representantes de otras tamborradas (compañías o sociedades gastronómicas) interpretan diversas melodías del músico Raimundo Sarriegui. Se trata de un compositor del siglo XIX muy querido en San Sebastián. Era natural de la ciudad y es el autor de La Marcha de San Sebastián y de otras melodías que también se tocan en la Tamborrada y en los carnavales. Sus composiciones se escuchan por la ciudad durante toda la fiesta.
Los miembros de las diferentes tamborradas van vestidos con trajes militares de época, de los primeros que se utilizaban en los batallones guipuzcoanos, aunque hay otros más imaginativos que se han ido incorporando a lo largo de los años a esta simpática tradición. Los hay incluso que van vestidos de cocineros, puesto que esta fiesta también tiene un significado gastronómico. Hay más de 147 compañías, formadas por entre 20 y 50 tambores, de 50 a 100 barriles, bandas de música, abanderados y cantineras que dan vida a toda la ciudad con bailes, canciones y sonidos atronadores de tambores.
A las 00:00 horas del día 20, después de 24 horas ininterrumpidas de tamborrada, la compañía Unión Artesana se encarga de arriar la bandera y dar por finalizada la fiesta hasta el año siguiente. Deja una gran emoción e incluso lágrimas entre los que participan en esta tradición tan arraigada en la ciudad.