Ainhoa, una de las bastidas mejor conservadas del País Vasco francés, es un destino que cautiva con su carácter medieval y su encanto rural. Fundado en el siglo XIII como punto de apoyo para los peregrinos del Camino de Santiago, este pequeño pueblo fortificado se distingue por su peculiar disposición a lo largo de una única avenida flanqueada de tradicionales casas labourdinas de entramado de madera de los siglos XVII y XVIII, características de la arquitectura vasca. Situado en el verde valle de Xareta, cerca de la frontera navarra, Ainhoa figura entre los pueblos más bonitos de Francia según la asociación turística ‘Les Plus Beaux Villages de France’. El contraste del verde de sus colinas con las fachadas blancas y rojas de sus casas ofrece una idílica estampa de postal que invita a los viajeros a dejar las preocupaciones atrás y sumergirse en la belleza y autenticidad del País Vasco francés.

  1. Historia de la localidad: Ainhoa, el baluarte medieval de Labourd
  2. Las particulares casas de Ainhoa: una oda a la arquitectura vasca
  3. Qué más ver en el pueblo: explorando el alma de Ainhoa
  4. Dónde comer: descubre los sabores del País Vasco francés
  5. Otros pueblos del País Vasco francés de los alrededores: el encanto de los pueblos fronterizos

Historia de la localidad: Ainhoa, el baluarte medieval de Labourd

El origen de Ainhoa se remonta al siglo XIII, cuando se estableció como un importante enclave en las rutas comerciales que conectaban el norte de España con el sur de Francia. Fueron Juan Perez de Baztan, propietario de aquellas tierras y señor del castillo de Jaureguizar, y el abad de Urdax, representante de la autoridad eclesiástica, quienes fundaron el vicariato de Ainhoa donde no vivían más que pastores nómadas.

Su estratégica ubicación, cerca de la frontera con España y en el corazón de la antigua región de Labourd (uno de los territorios históricos de lengua y cultura vasca), le permitió convertirse en un próspero centro de comercio y un importante punto de descanso fronterizo para los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela.

Que ver en Ainhoa
Vista del pueblo de Ainhoa con lápidas tradicionales en el País Vasco francés

Durante la Edad Media, Ainhoa formó parte del reino de Navarra, lo que dejó una huella duradera en su cultura y arquitectura. El pueblo jugó un papel significativo durante las guerras y conflictos de la época, siendo un lugar clave en las disputas territoriales entre los reinos de Francia y Navarra. A pesar de las turbulencias históricas, Ainhoa ha mantenido su carácter y su belleza intactos.

En el siglo XVIII, el pueblo experimentó un florecimiento cultural, con la construcción de importantes edificios que aún se mantienen como testimonio de su pasado. La Revolución Francesa también dejó su marca en Ainhoa, pero a pesar de los cambios políticos y sociales, el pueblo ha sabido conservar su esencia histórica. Hoy en día, sus calles y edificios siguen narrando historias de un pasado fascinante y vibrante.

Las particulares casas de Ainhoa: una oda a la arquitectura vasca

Las casas de Ainhoa son un verdadero reflejo de la tradición arquitectónica vasca. Estas construcciones de estilo labortano se caracterizan por sus fachadas de madera pintadas en colores vivos, como el rojo y el verde, y por sus balcones de hierro forjado, que aportan un encanto distintivo a las viviendas. La arquitectura de Ainhoa es conocida en Francia como «maison basque», un estilo que se ha mantenido casi intacto desde el siglo XVII.

Una de las particularidades de Ainhoa es que las fachadas de madera que miran hacia el este son mucho más coloridas y están más decoradas que las de orientación oeste, con formas mucho más discretas y ventanas más estrechas, para protegerse de las inclemencias del tiempo. Estas últimas son una excepción en el País Vasco, donde las viviendas tradicionales suelen estar orientadas hacia el este para protegerse del mal tiempo procedente del océano.  

Que ver en Ainhoa
El pueblo de Ainhoa

Las casas vascas de Ainhoa poseen a menudo un dintel que recuerda la importancia de la casa y del hogar en la cultura vasca. Uno de los mejores ejemplos es la casa Gorritia, conocida por su inscripción: «Marie de Gorriti, madre del difunto Jean Dolhagaray, compró esta casa llamada Gorritia gracias al dinero mandado de América por él; Esta casa no podrá venderse ni empeñarse. Hecha en 1662». También merece la pena salir de la calle principal para recorrer el camino que transcurre por la parte trasera de las viviendas, decoradas con bonitos jardines y huertos. 

Qué más ver en el pueblo: explorando el alma de Ainhoa

Además de sus encantadoras casas, Ainhoa ofrece una variedad de atracciones que enriquecen la experiencia del visitante. 

La Iglesia de Notre-Dame-de-l’Assomption, fundada en el siglo XIII, está dedicada desde su origen a la Santísima Virgen por Juan Perez de Baztan, señor del castillo de Jaureguizar y de Ainhoa. Su exterior austero contrasta con el interior sorprendente, característico de las iglesias vascas, con su retablo barroco y galerías de madera que ofrecen espacio adicional para los feligreses. La iglesia ha sido testigo de momentos históricos turbulentos, incluida su destrucción parcial durante la Guerra de los Treinta Años, y su posterior reconstrucción en el siglo XVII.

Ubicada a las afueras del pueblo, encontramos la Capilla de Notre Dame de l’Aubépine. Dedicada a Nuestra Señora del Espino, según la tradición local, el lugar alberga una imagen de la Virgen que se apareció entre espinos a un pastor en la Edad Media. La capilla es también un sitio de peregrinación y un alto en el camino para los senderistas que recorren las rutas del Camino de Santiago. Su localización, rodeada de verdes campos y colinas, la convierte en un lugar perfecto para un momento de reflexión y conexión con la naturaleza.

Que ver en Ainhoa
Vista exterior de la iglesia de Notre Dame de l’Assomption de Ainhoa, Francia

Otros lugares pintorescos son el lavadero y el frontón del pueblo. El primero debe su fama a que del agua de su fuente bebieron, tras apearse del coche que les traía de paso por Ainhoa, el Emperador Napoléon III y la Emperatriz Eugenia de Montijo. Ocurrió el 23 de septiembre de 1858. El frontón, situado en el muro del cementerio desde 1849, es ideal para ver a los vecinos jugando a la pelota vasca.

Por último, merece la pena una visita a la Casa del Patrimonio, que ofrece una exposición enfocada en la historia, paisajes y tradiciones del ‘país de Xareta’, formado por cuatro municipios transfronterizos, e incluye la experiencia de un vídeo inmersivo.

Dónde comer: descubre los sabores del País Vasco francés

Ainhoa cuenta con una selección de restaurantes que ofrecen una deliciosa muestra de la cocina vasca. El Restaurant Ithurria es uno de los más recomendables, conocido por su cocina local excepcional y su ambiente acogedor. Aquí, puedes probar platos típicos como el «axoa», un guiso de carne de ternera con especias, y el «gateau basque», un pastel tradicional de la región.

El restaurante de la Maison Oppoca es otro lugar destacado, ofreciendo una experiencia gastronómica auténtica con platos elaborados a partir de ingredientes frescos y locales. La terraza al aire libre del restaurante es ideal para disfrutar de una comida mientras contemplas las vistas del paisaje circundante.

Otros pueblos del País Vasco francés de los alrededores: el encanto de los pueblos fronterizos

La región del País Vasco francés está salpicada de encantadores pueblos que merecen una visita. Espelette, conocido por sus pimientos rojos secos y su festival anual, es una parada obligada para los amantes de la gastronomía. La localidad cuenta con calles pintorescas y una vibrante vida local que celebra su herencia culinaria.

Saint-Jean-Pied-de-Port es otro destino cercano que ofrece una experiencia cultural única. Este histórico punto de partida para los peregrinos del Camino de Santiago cuenta con un casco antiguo bien conservado, con callejuelas empedradas y edificios que datan de la Edad Media. La ciudad también alberga una fortaleza y una iglesia que son testimonio de su importancia histórica.

Biarritz, una ciudad costera cercana, ofrece una experiencia diferente con sus playas y su ambiente cosmopolita. Aunque es más grande y bulliciosa que Ainhoa, Biarritz ofrece una variedad de actividades y atracciones, desde surf hasta museos. Es un excelente complemento para una visita a Ainhoa, proporcionando una perspectiva contrastante de la región.

Que ver en Ainhoa
Ciudad de Biarritz y sus playas de arena famosas, Francia