La hermosa localidad de San Juan de Luz, situada a 33 kilómetros de San Sebastián, en el suroeste de Francia, fue durante los siglos XVII y XVIII un nido de víboras. Al menos, eso es lo que nos cuentan los responsables de turismo de Saint-Jean-de-Luz, como se dice en francés. Y parece que es así, porque algunas de sus recoletas calles conservan los nombres de sus corsarios más temidos. Nada que ver, por cierto, con la realidad de hoy, porque San Juan de Luz se ha convertido en un destino turístico muy tranquilo, nada amenazante, que presume de un sinfín de atractivos.
- San Juan de Luz, un destino muy completo
- Qué ver y hacer en San Juan de Luz
- Los mejores restaurantes donde comer en San Juan de Luz
- De compras en San Juan de Luz
- Playas cerca de San Juan de Luz
- Qué ver cerca de San Juan de Luz
- Los corsarios más famosos de San Juan de Luz
- Dónde comer en San Juan de Luz
- Dónde dormir cerca de San Juan de Luz
San Juan de Luz, un destino muy completo
Entre los atractivos de San Juan de Luz se encuentran un centro histórico salpicado de bonitas y tradicionales casas vascas con estructuras de madera, una playa de fina arena muy apetecible, un mercadillo que hace las delicias de propios y extraños… y, también, magníficos restaurantes donde, a buen seguro, el viajero podrá comer de escándalo. Un destino ideal para aquellos que buscan un lugar de vacaciones tranquilo y hermoso para disfrutar, y en este caso, con el encanto de una época pasada, como la de los piratas, que tiene tanto atractivo.
Pero antes de saber quiénes fueron sus corsarios más famosos, demos un paseo por esta bellísima localidad francesa y disfrutemos de su tradicional puerto pesquero; de sus casas de armadores del siglo XVII; de su iglesia de San Juan Bautista, donde se celebró la boda del rey francés Luis XIV con la infanta española María Teresa; de su playa; y de sus encantadoras edificaciones, testigo de una arquitectura que también floreció en el siglo XX durante la Belle Époque.
Qué ver y hacer en San Juan de Luz
Recorrer el casco antiguo de San Juan de Luz
Estamos ante un laberinto de calles bonitas que se articulan en torno a la plaza de Luis XIV, donde se encuentra el Ayuntamiento. Es la zona más animada de la ciudad, con bares, terrazas y un quiosco de música. Aquí se encuentra la casa de Luis XIV, que fue construida por el armador (y alcalde de la ciudad) Johan de Lohobiague en 1643. Se llama así porque en sus dependencias se hospedó el rey Luis XIV durante 40 días, antes de su matrimonio con la infanta María Teresa. Hoy se puede visitar, así que no lo dudes y descubre cómo vivían los ricos hacendados del siglo XVII. La calle principal del casco antiguo, la rue Gambetta, es una avenida peatonal salpicada de comercios.
Visitar la iglesia de San Juan Bautista
Aquí se celebró el enlace matrimonial entre Luis XIV y la infanta María Teresa. Gracias a esta boda, se acabó un enfrentamiento de siglos entre Francia y España. Una de las puertas del templo se llama “Luis XIV”, en homenaje a este hecho histórico y fue tapiada como símbolo del final de los problemas entre ambos países. El templo fue construido entre los siglos XV y XVII en un estilo muy típico del País Vasco francés. El exterior es bastante austero, pero el interior es barroco. Está dividida en dos alturas porque originalmente en las galerías se ubicaban los hombres y en la planta baja, las mujeres.
Dar un paseo por la playa de San Juan de Luz
Se llama simplemente la “playa grande” (“grande plage”) y es un arenal de ambiente muy familiar y tranquilo, lo que la convierte en un espacio muy apetecible. San Juan de Luz tiene también otras cuatro playas: Cénitz, Mayarco, Erromardi y Lafiténia, esta última es ideal para la práctica del surf.
Recorrer el paseo marítimo
Dedica un tiempo a recorrer el paseo marítimo para descubrir las casas de madera de colores y los hoteles que se construyeron para quienes buscaban en San Juan de Luz los beneficios de sus baños de mar. El más emblemático es el Grand Hotel, un establecimiento de estilo neoromántico que merece la pena visitar y disfrutar con un café (o una cerveza) entre las manos. También descubrirás el casino La Pérgola, de estilo Art Decó, convertido también en hotel.
Disfrutar del puerto de San Juan de Luz
No olvides darte un paseo por el puerto y por su calles adyacentes, porque es aquí donde hay una mayor concentración de restaurantes, y donde mejor podrás comer en San Juan de Luz. Sobre todo, buen pescado y marisco.
En el puerto se encuentra la “Maison de l’Infante” o “Casa de la Infanta”. Aquí se hospedó la infanta María Teresa cuando llegó a San Juan de Luz para celebrar su boda con Luis XIV y desde aquí salió el cortejo nupcial hasta la iglesia de San Juan Bautista. El nombre original de este inmueble es Casa Joanoemia, pues fue construido por el corsario Joannot de Hareneder en 1640. La vivienda tiene una pequeña torre desde donde se podía vigilar el movimiento de los barcos en el puerto, entonces uno de los más grandes de Francia.
Comprar productos locales en el mercado Les Halles y visitar el mercadillo
Encontrarás verduras, frutas, flores, carne y pescado fresco y querrás llevártelo todo. Es el punto de encuentro de los productores locales y también un espacio ideal para tomar una copa o degustar unos pintxos. Abre todos los días de 7 a 13 horas, pero los martes y viernes por la mañana, y también los sábados de julio y agosto, se organiza un mercadillo en sus inmediaciones que es encantador.
Los mejores restaurantes donde comer en San Juan de Luz
Comer en San Juan de Luz es sinónimo de disfrutar. En esta localidad del País Vasco francés resulta muy sencillo salir contento y satisfecho de cualquiera de los muchos restaurantes y tabernas que salpican el centro de la ciudad.
Una sugerencia que resulta muy práctica antes de sentarte a la mesa es recorrer la calle comercial más importante de San Juan de Luz, la rue Gambetta, porque aquí hay numerosos establecimientos que venden los productos gastronómicos locales. Así te puedes hacer una idea de lo que vas a encontrar en los restaurantes.
Una vez que te hayas empapado de los productos locales, dirige tus pasos hacia la rue de la République, porque aquí encontrarás multitud de pequeñas tabernas con recetas tradicionales, como La Taverne Basque (rue de la République, 5), y restaurantes más elegantes, como Le Kaiku (rue de la République, 17), que tiene una estrella Michelin.
Si lo que te apetece es comida casera, te sugerimos Chez Pablo (rue Mademoiselle Etcheto, 5), donde puedes probar un delicioso txangurro y unos exquisitos pimientos rellenos. Otra opción es el restaurante Trinquet Maïtena (Rue du Midi, 42), uno de los referentes de la cocina local.
¿Eres de lo que te mueres por el dulce? Pues no dejes de probar los célebres macarons, elaborados con azúcar, almendra molida y clara de huevo. Ni los mouchous, pequeños macarons ligeros y blanditos con mucha almendra y poco azúcar. Ni el kanouga, un caramelo blando de chocolate negro o café que a veces se adorna con nueces y avellanas tostadas.
De compras en San Juan de Luz
Indispensable es visitar el mercado (Les Halles) como en cualquier ciudad francesa que se precie. Cada mañana allí encontrarás los mejores productos frescos, desde pescados y mariscos hasta frutas o quesos.
Pero si hay una calle comercial de referencia esa es la rue Gambetta, eje de la ciudad. Es de por sí una calle elegante, con cuidadas casas, boutiques y negocios tradicionales, ya sea de productos gastronómicos como tiendas de ropa. Por ejemplo, allí se esconde Maison Adam, la pastelería que sirvió macarons en la boda entre Luis XIV y María Teresa de Austria. Tres siglos después de aquel acontecimiento, continúan utilizando la misma receta familiar.
Otro clásico gastronómico de San Juan de Luz es Maison Thurin, la típica épicerie francesa que sirve productos gourmet como vinos, quesos, foie gras o jamones solo aptos para paladares exigentes. Por completar con un poco de dulce, pásate por L’Atelier du Chocolat (rue Louis-Fortuné Loquin) o por Paries (Gambetta), y así déjate llevar por el aroma del chocolate.
En un viaje por Francia no puede faltar algo de moda y decoración para el hogar. En el caso de San Juan de Luz podrás comprar las tradicionales alpargatas tejidas a mano en L’espadrille Basque, una auténtica boina en Laulhère, o llevarte alguna pieza de cerámica de Poterie Goicoechea.
Playas cerca de San Juan de Luz
San Juan de Luz cuenta con su famosa Grande Plage que conforma una preciosa bahía en pleno corazón de la ciudad. La forma del arenal y el rompeolas que lo envuelve le otorgan un carácter tranquilo y familiar. El arenal mide en torno a un kilómetro de largo, por lo que tiene un tamaño importante para los meses de verano. Junto a él, su famoso paseo marítimo, toda una referencia de la localidad vascofrancesa.
Junto a la Grande Plage, San Juan de Luz tiene cuatro playas más. Siguiendo la línea de costa hacia el norte, fuera del casco urbano, nos encontramos con las playas de Erromardie, Lafitenia, Mayarco y Senix. Estos cuatro arenales se encuentran a unos 4-5 kilómetros del centro y están todos seguidos en plena costa atlántica. La playa de Erromardie es la más larga, con casi un kilómetro de longitud. Todas ellas son playas rodeadas de naturaleza y con escasa urbanización.
Qué ver cerca de San Juan de Luz
A no muchos kilómetros de San Juan de Luz hay un buen puñado de localidades con una indiscutible personalidad y numerosos atractivos turísticos. Estas son algunas de las más destacadas y recomendables:
Biarritz
Aunque San Juan de Luz está muy cerca de Biarritz, estamos ante dos localidades francesas muy diferentes. Ambas son destinos vacacionales, pero el ambiente cambia completamente de una a otra. San Juan de Luz es un lugar menos lujoso y más ajetreado que su vecina, seguramente porque conserva aún el dinamismo de haber sido uno de los puertos pesqueros más importantes de Francia.
Eso sí, no hay que olvidar que el negocio “corsario” fue muy lucrativo para los armadores y sus familias, muchos de los cuales mandaron levantar en San Juan de Luz algunos de los edificios más importantes de la ciudad.
No debes perderte la visita al paseo marítimo donde están dos de los principales símbolos de Biarritz: el Casino y el Hotel du Palais, construido por el emperador Napoleón III para alojar a su mujer, Eugenia de Montijo, durante sus estancias en esta localidad balnearia. También el islote de La Roca de la Virgen, conectado al continente por un pequeño puente peatonal de hierro.
Baiona
Aunque en tiempos eran dos localidades separadas lo cierto es que Biarritz y Baiona, en el interior y junto al río Adur, hoy son prácticamente un mismo núcleo urbano. El casco histórico de la segunda está dividido en dos barrios principales: Grand y Petit Bayonne.
Aquí podrás admirar monumentos tan impresionantes como la Catedral gótica (siglos XIII-XVII) y su impresionante claustro; el Ayuntamiento (siglo XIX) de estilo neoclásico o un completo Jardín Botánico. También es interesante la visita al Museo Vasco y al Castillo Nuevo (siglo XV).
Getaria
En el País Vasco francés también hay una Getaria, entre los municipios de San Juan de Luz y Bidart. Y como su homónima guipuzcoana, es una localidad con honda vocación marinera: durante siglos fue un puerto ballenero y aun hoy mantiene el vínculo pesquero aunque, por fortuna, ahora llegan a su lonja otro tipo de especies marinas.
También preserva algunos monumentos históricos de interés, como la iglesia de San Nicolás (siglo XVI), que está en el punto más alto del pueblo, o el Ayuntamiento (siglo XX), con su pórtico y construido en el característico estilo neovasco. Como ocurre en otros muchos puntos de este litoral, a Getaria llegan anualmente un gran número de surfistas para disfrutar de toda la fuerza del mar.
Fuenterrabía
Situada a apenas 20 kilómetros de San Juan de Luz, al otro lado de la frontera franco-española y junto a la desembocadura del río Bidasoa, Fuenterrabía (Hondarribia) es una de las localidades con más personalidad y encanto de la costa vasca.
Al núcleo originario de la ciudad, con sus casas pintadas en vivos colores, sobre una colina y rodeado por una antigua muralla, se suma La Marina, antiguo barrio de pescadores que, con el paso del tiempo se ha convertido en una de las zonas residenciales más demandadas del País Vasco y uno de sus principales focos vacacionales.
Los corsarios más famosos de San Juan de Luz
Uno de los corsarios más famosos en la época fue Johannes Suhigaraychipi, alias “Coursic”. Era un pirata de la vecina localidad de Bayona y tenía atemorizados a los españoles, ingleses y holandeses, y dicen que llegó a capturar hasta más de 100 barcos. Hasta el punto de que, en 1691, en una carta del duque de Grammont dirigida al rey de Francia, se alababan las hazañas de Coursic con esta expresión: “Su Majestad podría ir de Saint-Jean-de-Luz a Ciboure sin mojarse los pies, tomando las cubiertas de los barcos tomados al enemigo”.
Pero no sólo de Coursic vivía Saint-Jean-de-Luz, porque otros piratas o armadores, como Chibau, Hayet, Saint Martin, Cepe…, contribuyeron a marcar la historia de la ciudad. Tómate la molestia de ir leyendo, en tu deambular por la ciudad, los nombres de las calles y descubrirás algunos de sus nombres grabados en las placas que rinden tributo a estos marineros “especiales”.
En fin, que durante el siglo XVII San Juan de Luz fue la base de los corsarios vascos, que saqueaban a los enemigos de Francia en el mar con la bendición del rey. Evidentemente, aquella fue la época de esplendor de la localidad y eso se puede apreciar aún hoy mientras se recorre la villa. Antes de aquello, del puerto de San Juan de Luz salían grandes balleneros con destino a Terranova para la pesca del bacalao y la ballena. Pero eran otros tiempos.
Dónde comer en San Juan de Luz
Son muchos y muy variados los restaurantes donde comer en San Juan de Luz. Y no solo cocina regional, también platos con vocación internacional y creativa. Aquí tienes algunas buenas recomendaciones:
– Toki Goxoa (7 Galerie la Pergola, Place Maurice Ravel): este pequeño restaurante, con una indiscutible y atractiva personalidad, trabaja con productores locales para ofrecer una carta llena de guiños transfronterizos. Así, los ibéricos se dan la mano con los foies y los más deliciosos quesos cremosos, en formato tapa o, si se prefiere, platos grandes.
– Le Kika (215 Rue des Artisans): cocina de temporada, a base de ingredientes y recetas locales, hecha al momento y con numerosos guiños a la creatividad. Todo servido en un local de estética neoindustrial que, no obstante, resulta bastante cálido y confortable.
– La Boete (3 Rue Jean Bague): cocina vasco-francesa en la que los productos del mar son protagonistas fundamentales. Sobre todo los sabrosos mariscos del Atlántico. De postre conviene no perderse su delicado parfait.
Dónde dormir cerca de San Juan de Luz
San Juan de Luz está a poco más de media hora de coche de San Sebastián. Y en esta magnífica ciudad se encuentra el Hotel Barceló Costa Vasca, a apenas 550 metros de la playa de Ondarreta y con 203 habitaciones. Todas ellas decoradas de una forma vanguardista y muy confortable y con diferentes capacidades, para adaptarse a todo tipo de viajeros.
Un dato muy destacable de este hotel son sus 1.500 metros cuadrados de terrazas exteriores y una zona ajardinada con una piscina de dimensiones olímpicas. Asimismo, su restaurante Ulía (también con terraza) es un buen lugar donde degustar los mejores platos de la cocina vasca.