En la localidad guipuzcoana de Tolosa se respira un pasado histórico de esplendor y supone una de las escapadas más atractivas desde San Sebastián, ciudad de la que dista menos de 30 kilómetros por carretera. Situada a orillas del río Oria, en su momento fue la antigua capital de Guipuzkoa (entre 1844 y 1854), un punto estratégico entre el Reino de Navarra, el Reino de Castilla y Francia y suponía un lugar de paso importante en el trayecto comercial que conectaba Navarra con los puertos del mar Cantábrico.
Su importante legado histórico queda plasmado en un casco histórico lleno de edificios y monumentos de diferentes estilos. En este recorrido que te proponemos, seleccionamos los más representativos. Además de degustar la gastronomía local, si se tiene tiempo, merece la pena hacer alguna ruta senderista o dar un paseo por el bello entorno natural en el que se ubica. Y si existe la oportunidad, los carnavales de Tolosa son muy populares.
- Qué ver en Tolosa
- Qué comer y donde comer en Tolosa
- Entorno natural de Tolosa
- Rutas de senderismo en Tolosa
- Dónde dormir cerca de Tolosa
Qué ver en Tolosa
El núcleo medieval
La villa de Tolosa fue fundada en 1526 por Alfonso X “el sabio”. En su momento fue una importante plaza militar y llegó a extenderse hasta una sexta parte del territorio guipuzcoano. Aún quedan vestigidos de esta época en su caso urbano, que está situado en una llanura donde confluyen los ríos Oria, Araxex y Berastegi.
El núcleo urbano está dividido en dos zonas claramente diferenciadas: el núcleo medieval y el nuevo ensanche. Un enjambre de calles estrechas separadas por numerosas plazas caracterizan esta parte de la localidad. De entre todos los edificios y monumentos destaca la iglesia parroquial de Santa María (siglo XVII), templo representativo del Gótico Vasco.
Mercado del Tinglado
La localidad de Tolosa acoge cada sábado el mercado del Tinglado. Conocido como Zerkausia, es uno de los más característicos del País Vasco. Aquí se han venido reuniendo agricultores desde hace siglos ya que es un lugar añejo donde, si uno se fija bien en el suelo, es posible ver restos de la antigua muralla medieval.
Sin embargo, el recinto actual en el que se venden productos de los caseríos de la zona fue construido entre 1899 y 1900. La zona la complementan la Plaza Verdura, que acoge un mercado de flores y plantas, y la Plaza Euskal Herria, en la que se venden productos foráneos y textiles. La estructura que engloba estos espacios consiste en una construcción longitudinal abierta por tres de sus lados y se sitúa paralela al río. Destacan sus arcos de medio punto.
Convento de Santa Clara y la Iglesia de San Francisco
Construido entre los siglos VII y XVIII, el Convento de Santa Clara de las monjas Clarisas Franciscanas es otro de los edificios que no hay que dejar de visitar en Tolosa. Se ubica junto al río Oria y está rodeado de montañas. Para llegar hasta él, hay que cruzar el puente de Navarra “Naparzubia”. Del interior de la iglesia, el elemento que destaca por encima de todos es su retablo mayor, que cuenta con una talla policromada con un estilo mixto que aúna detalles del barroco churrigueresco y el rococó.
Otro de los edificios religiosos más imporantes de Tolosa es la iglesia de San Francisco. Diseñado a finales del siglo XVI por el fraile Miguel de Aranburu, es de estilo renacentista y, a primera vista, casi parece un palacio señorial por su sobriedad y lo imponente de su compacta fachada sustentada sobre tres arcos. Ya en el interior, destacan un retablo mayor que data del siglo XVII y las pinturas de la cúpula.
Ayuntamiento
La mezcolanza de estilos del casco urbano de Tolosa se ve reflejada también en el edificio de su Ayuntamiento, que es de estilo barroco. Su construcción data de 1672, tiene una fachada de ladrillo en la que destaca un balcón de hierro forjado. El ayuntamiento se construyó tras el incendio que asoló la villa en 1503 con el objetivo de dotar de nuevas estructuras a la población.
Palacios de Idiakez, Atodo, Aramburu, Iturritza, Casa Lapaza y la Diputación
Además de los monumentos religiosos, varios palacios históricos son santo y seña de la localidad de Tolosa. Hacemos un repaso por los más importantes, siguiendo una especie de ruta guiados por los blasones sellados en las fachadas:
El palacio Idiakez fue construido sobre la antigua muralla, junto al río Oria. Fue la residencia del reconocido fabulista Félix Samaniego. En una de sus fachadas se puede ver su escudo de armas.
El palacio de Atodo perteneció a la familia de Fermín de Atodo, capitán de los tercios tolosanos de mediados del siglo XVI y embajador de Felipe II en Roma. El escudo de la familia, tallado en piedra, se puede ver en la parte superior de una fachada donde hay que contemplar los balcones forjados, las ventanas rectangulares y los arcos de medio punto distribuidos por todo el edificio.
A poca distancia del edifico del Ayuntamiento se encuentra el Palacio de Aramburu. Dentro de sus muros alberga la biblioteca, el archivo municipal y dos salas de exposiciones. El estilo de este palacio es un claro ejemplo del barroco vasco del siglo XVI. El escudo de Miguel de Aranburu se pulede ver en la ventana central.
Construido en el siglo XVI, el Palacio de Iturritza dio cobijo a las monjas clarisas de Tolosa desde su fundación hasta que se trasladaron al convento de Santa Clara. El viajero podrá apreciar una bella decoración de sillares en las ventanas, elemento característico de los edificios nobles de la época.
Como ejemplo de la arquitectura vasca, la Casa Lapaza es un referente. Perteneció a una importante familia de artesanos y comerciantes. Tiene una estructura de madera, las dos primeras plantas están construidas con piedra caliza y las plantas superiores son de ladrillo. Todas estas características dan una idea del poder adquisitivo que tenía la familia que ordenó construir este palacio.
Por último, no hay que dejar el Archivo Provincial de Tolosa. Un edificio destinado a la recogida , conservación y difusión del patrimonio documental de todo el territorio histórico de Gipuzkoa.
Qué comer y donde comer en Tolosa
A la pregunta de qué comer en Tolosa, la respuesta sería las alubias, que son muy típicas de esta localidad vasca. Estas alubias se caracterizan por tener un color morado oscuro y por su excelente sabor que se acentúa con las guindillas de Ibarra. Además de sus famosos dulces, también habría que mencionar los chuletones de buey que se pueden comer en alguno de sus asadores tradicionales, así como otros platos tradicionales de San Sebastián como el marmitako, el txangurro, la tortilla de bacalao, las kokotxas, el chicharro o el chipirón en su tinta.
- Casa Julian (Sta. Klara Kalea, 6) es uno de los mejores restaurantes para comer carne en Tolosa. Lo que comenzó siendo una frutería, es hoy un asador de solera internacional. El chuletón es la gran especiallidad.
- Ama Taberna (Aroztegieta 13 Calle) es otra opción de calidad para comer una variedad de platos con lo mejor de la gastronomía vasca y un punto de innovación.
Entorno natural de Tolosa
Toloso se ubica en el valle del río Oria, cerca de la Sierra de Aralar. De relieve accidentado, la localidad está rodeada de montañas: Uzturre, Hernio, Urkizu o Artubi son algunas de ellas. Agua y una diferente gama de colores verdosos caracterizan este precioso valle donde la naturaleza se ve en todo su esplendor.
Rutas de senderismo en Tolosa
Por los alrededores de Tolosa hay varias opciones de rutas por sus alrededoras, par ascender a algunas de las montañas que rodean a esta población vasca.
- Tolosa – Uzturre – Tolosa. De dificultad media y de unos 10 kilómetros, esta es la la ruta más típica de Tolosa, la que nos lleva al monte que se ve en la mayoría de las postales de la villa: el monte Uzturre (730 m.). Hay dos formas frecuentes de llegar: a que atraviesa el barrio de Izaskun de Ibarra por el flanco sur, o la que asciende por el lado este, atravesando las ruinas de la antigua Misericordia.
- Tolosa – Urkizu – Tolosa. También de dificultad media y de 10 kilómetros, este recorrido circular -menos frecuentado que el anterior- ofrece una preciosa vista panorámica de Tolosa.
- Tolosa – 7 caminos – Tolosa. Esta ruta es más sencilla. Con un recorrido de 7 kilómetros, no tiene mucho desnivel. Hay que subir a Leaburu atravesando el barrio de San Blas, donde se ubica una preciosa ermita.