Las Cabezas de San Juan recrea todos los años, en el mes de marzo, el pronunciamiento liberal del teniente coronel Rafael del Riego que dio lugar al primer periodo de monarquía constitucional de la Historia de España. Se trata de una fiesta singular que dura tres días y en la que se suceden las exposiciones, los mercadillos, los puestos gastronómicos, los talleres de manualidades, los concursos, así como un pasacalles donde los participantes van vestidos con trajes de época. Es el gran hecho histórico por el que se recuerda a Las Cabezas de San Juan y con el que dio comienzo el denominado Trienio Liberal (1820-1823).
Y es que los liberales se enfrentaron en este municipio sevillano a la política absolutista de Fernando VII, una vez que quedó en suspenso en 1814 la célebre Constitución de Cádiz promulgada dos años antes.
En Las Cabezas de San Juan (Sevilla) se conserva, con orgullo, la casa en la que se alojó Riego y desde la que lanzó su proclama, una edificación que se halla frente al Ayuntamiento de la localidad.
Una historia de más de 21 siglos
Sin embargo, la historia de Las Cabezas de San Juan comenzó mucho antes, antes incluso que la de los romanos. Se sabe, por ejemplo, que Ptolomeo escribió sobre una tribu ibérica que se había establecido en este territorio con el nombre de Ugía. Y también hay constancia de que fue el general cartaginés Aníbal quien construyó numerosas torres que se mantuvieron durante toda la civilización romana y que acabaron siendo heredadas por los árabes, quienes bautizaron al pueblo como Atalayas de Montúfar. Y, en el siglo XVII, la población fue vendida al conde de Cañete, quien derribó parte del castillo para construir su palacio.
Con unos 16.000 habitantes en la actualidad y a una distancia de unos 55 kilómetros de Sevilla, Las Cabezas de San Juan hoy vive de la agricultura, fundamentalmente del algodón, las legumbres y los cereales, si bien tiene algo de minería gracias a unas canteras cercanas de yeso y piedra. Además, es un pueblo famoso por su pan, un producto que genera muchos visitantes llegados de los municipios de alrededor.
Su denominación actual se debe a que la localidad fue entregada, para su custodia, a la Orden de San Juan, por lo que hay quien la denomina La Cabeza de San Juan, en singular.
Proclamación de la Constitución de 1812
La Constitución de 1812, conocida popularmente como “la Pepa”, fue promulgada por las Cortes Generales en Cádiz el 19 de marzo de 1812. Su importancia fue grande, ya que se trataba de la primera constitución española de la Historia y de una de las más liberales de su tiempo. Oficialmente, sólo estuvo en vigor dos años, porque Fernando VII se encargó de derogarla el 4 de mayo de 1814 tras su regreso de Francia a España.
El 1 de enero de 1820, el teniente coronel asturiano Rafael del Riego restituyó la Constitución de 1812 en Las Cabezas de San Juan. Y un par de meses después, el 8 de marzo de 1820, el rey Fernando VII se vio obligado a jurar en Madrid la Constitución de 1812, dando comienzo a un periodo de monarquía constitucional conocido como Trienio Liberal.
Qué visitar en el pueblo de Cabezas de San Juan
El pueblo sevillano de Las Cabezas de San Juan bien merece una visita y detenerse en alguno de sus atractivos monumentales, entre los que cabe destacar los siguientes:
Iglesia de San Juan Bautista.
Situada en el punto más alto de Las Cabezas de San Juan, fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII sobre las ruinas del castillo de la localidad. Edificado en ladrillo y mampostería, el templo presenta una planta de forma rectangular y simétrica, distribuida en tres naves de cuatro tramos cubiertas con bóvedas. La iglesia alberga valiosos retablos que alojan imágenes religiosas de gran belleza, entre las que sobresale un Cristo atribuido a Juan de Mesa y pinturas de Francisco Agustín.
Plaza de la Constitución
Con el Ayuntamiento de Las Cabezas de San Juan, frente al cual se encuentra la casa desde donde el teniente coronel Riego proclamó su edicto constitucional.
Oratorio de Santa Ángela de la Cruz.
Se trata de un antiguo convento que fue sede de la hermandad de San isidro Labrador.
Ermita de San Roque.
Aquí se venera la Virgen del Carmen, patrona de la localidad, junto a Jesús Nazareno, que procesiona en la “madrugá” del Viernes Santo.
Casa Valcárcel (Blas de Otero, 29).
Se trata de una típica vivienda del siglo XVIII que alberga en la actualidad el Museo de la ciudad
Dónde comer en Las Cabezas de San Juan
Las Cabezas de San Juan tiene una buena cantidad de restaurantes y bares donde es posible degustar los platos tradicionales de la comida típica de Sevilla. Destacamos cuatro de ellos:
La Venta El Pan (Carretera El Torbiscal-Chipiona, kilómetro 16,5). Es un amplio restaurante que atiende a diario a unos 150 comensales, tanto en su salón interior como en su terraza. Las tostadas de pan de Las Cabezas untadas con manteca de loco son un emblema de la casa. Pero también hay solomillo al whisky, paella y platos tan tradicionales como menudo con garbanzos, rabo de toro o urta a la roteña. También hay buenas carnes a la brasa.
La Taberna de Marín (Calle de Ana María Catalán, 13). Es un establecimiento donde la creatividad convive con los sabores tradicionales de siempre. Abierto en 2014, tiene capacidad para 40 comensales. En la barra se pueden degustar una gran variedad de pinchos. El plato que más éxito tiene es el “cuatro estaciones” que consiste en una base de patatas sobre la que se coloca queso de cabra, jamón ibérico, cebolla y solomillo.
Bar Sevilla Betis (Plaza Mártires del Pueblo, 30). Este centenario restaurante de cocina casera cuenta con salón interior, terraza y barra. Aquí se puede degustar rabo de toro, ensaladilla, aliños, caracoles o flamenquines caseros, si bien las estrellas de su carta son el pollo Cajún, la ventresca de Barbate y el solomillo al roquefort.
El Moderno II (Avenida de Jesús Nazareno, 30). Este establecimiento se caracteriza por su gran variedad de raciones, por sus carnes a la brasa y por los pescados de Sanlúcar. Tiene capacidad par 80 comensales y sus especialidades estrella son el bacalao a la plancha con sala de pimientos del piquillo, el pollo de campo en salsa, las puntillitas y los boquerones.
Qué ver en los alrededores
A pocos kilómetros de Las Cabezas de San Juan se encuentran localidades tan emblemáticas como Lebrija o Trebujena, además de poblados y aldeas con mucho encanto.
Lebrija
Situada a 15 kilómetros de Las Cabezas de San Juan, Lebrija es una localidad de 28.000 habitantes que domina desde lo alto las marismas del Guadalquivir. Es el lugar de nacimiento de Antonio de Nebrija, autor de la primera Gramática Española, y del navegante Juan Díaz de Solís, descubridor del Río de la Plata. Junto con Sevilla, Jerez y Utrera, conforma el “triángulo del cante” por ser cuna también de grandes cantaores. El casco histórico de la ciudad está plagado de casas señoriales y edificios religiosos.
Trebujena
Situada junto a la desembocadura del Guadalquivir, a 27 kilómetros de Las Cabezas de San Juan, Trebujena es un pueblo blanco famoso por sus mostos, que hay que saborear junto con sus ricos camarones y sus famosas angulas. La Plaza Mayor es el centro neurálgico de esta bonita población.
Poblado de Sacramento
A 7 kilómetros de Las Cabezas de San Juan, este poblado conserva su trazado urbano original y cuenta con una bonita plaza donde se halla la iglesia. Sus habitantes se sienten orgullosos de contar en su territorio con un toro Osborne, al considerarlo un símbolo de la identidad cultural andaluza y española. Tiene un amplio pinar convertido en una agradable zona recreativa.
Marismillas
Es una pequeña población situada a 12 kilómetros de Las Cabezas de San Juan con una bonita plaza mayor y una interesante iglesia dedicada a la Virgen del Buen Aire.
Dentro del término municipal de Las Cabezas de San Juan, se localiza una parte de la Reserva Natural del Complejo endorréico de Lebrija-Las Cabezas de gran valor ecológico. Está en las faldas de la sierra de Gibalbín, con las lagunas del Taraje y de Charroao, separadas cinco kilómetros. Aquí es muy fácil observar aves como la focha común, la malvasía, la cigüeña y otras especies de patos y zancudas.