Comer en Sevilla es la mejor forma de descubrir algunas de las principales esencias de esta ciudad. Porque en las cocinas sevillanas desde hace siglos se fusionan varias culturas gastronómicas (andalusís, castellanas, coloniales, americanas…). Pero es que, además, los nuevos restaurantes de la ciudad compiten en creatividad y originalidad, sobre todo a la hora de utilizar ingredientes procedentes de países lejanos, en las combinaciones de sabores y en las presentaciones, tal y como se hace en otros muchos comedores del país. Una auténtica revolución gastronómica que, aquí en Sevilla, tiene varios templos que merece la pena disfrutar. Y lo mejor es que no todos los buenos restaurantes se concentran en el entorno de la Catedral y el Barrio de Santa Cruz, también se extienden por los barrios adyacentes y, sobre todo, al otro lado del río.

Dónde comer en Sevilla

Aun así, para comer en Sevilla lo mejor es quedarse en el Centro. En concreto en el entorno que delimitan la Puerta de Jerez y la Calle Torneo, por el río, y la Plaza de Pilatos y el Mercado de la Encarnación, por el interior. La concentración de bares y restaurantes es tan grande que lo difícil no es encontrar mesa, sino elegir cuál es la que más nos guste entre tanta variedad. Y tanta competencia, desde luego, juega a favor de la calidad.

Pero quienes quieran disfrutar de la experiencia de comer en otras zonas de Sevilla, tienen la opción de cruzar el río Guadalquivir y conocer los restaurantes del barrio de Triana. Sobre todo en el entorno de la Calle Betis que, además, ofrece soberbias vistas a muchos de los principales monumentos de Sevilla.

Y otra buena opción para comer (o cenar) en Sevilla es la zona de la Calle Nervión, muy próxima a la estación de tren de Santa Justa. En ella se concentran muchos restaurantes franquiciados, pero también es posible disfrutar de las cocinas de varios locales con cocinas de gran personalidad y hondos sabores andaluces y sevillanos. Un buen ejemplo de esto último es el restaurante La Bernarda (Juan de Mata Carriazo, s/n, esquina Bartolomé de Medina, 21), aunque con un concepto bastante moderno, tanto en los platos, como en el ambiente y la decoración del local.

Dónde comer en Sevilla Centro

Uno de los mejores lugares para comer en Sevilla Centro, clásico entre los clásicos de la alta gastronomía hispalense, es la Taberna del Alabardero (Zaragoza, 20). Con su jefe de cocina al frente, Leo Núñez, cambia la carta cuatro veces al año en función de los productos de temporada. Y otro clásico es Casa Manolo León (Guadalquivir, 8), emblema de un grupo de restaurantes sevillanos (aunque su origen está en Matalascañas, Huelva) y de un catering muy demandado para las celebraciones en Sevilla.

Más informal es Zarabanda (Padre Tarín, 6), donde se presentan sabores muy mediterráneos (con especial atención al capítulo de las pizzas) en un ambiente cercano y muy divertido. Como Burladero Tapas y Tintos (Canalejas, 1), con una decoración muy taurina pero con un diseño vanguardista. Un local ideal, para comidas o cenas informales.

Y otra referencia más para comer en Sevilla Centro es el restaurante Carlos Baena (Rastro, 28), ideal sobre todo durante el buen tiempo, pues se puede comer al aire libre en su terraza ajardinada. Aquí sirven comida típica sevillana, pero con muchos guiños a la modernidad.

Restaurantes de moda en Sevilla

Los más foodies estarán encantados con los restaurantes más a la moda en la ciudad. Uno de ellos es el gastrobar La Santa María, en el recién remodelado Barceló Sevilla Renacimiento (Av. Álvaro Alonso Barba, s/n). Este hotel que ya nos conquistaba con su estética y sus servicios, ahora lo hace con este nuevo concepto gastronómico. En este restaurante de diseño, moderno y acogedor, el viajero puede probar una original carta y disfrutar de su terraza a pie de calle.  En este espacio, los clientes se embarcan en una nave ficticia para descubrir América sin levantarse de la mesa, sólo degustando su variada selección de tapas y platos de cocina internacional con toques locales.

Otro buen ejemplo para comer en Sevilla a la última es Seis (Plaza Nueva, 7), que abrió sus puertas en 2017 y que, desde entonces, se ha convertido en una sensación para sevillanos y visitantes. Primero por su impactante y elegante decoración, con una gran profusión de elementos vegetales, y segundo por su carta, en la que se fusionan cocinas de diversas partes del país y algún que otro plato internacional. Muy destacable también su barra de tapas y la elegancia de la coctelería.

No menos atractiva es la cocina de Pintón (Francos, 42), aunque con un concepto más clásico. De hecho, el restaurante ocupa parte del patio andaluz del complejo de los Almacenes Peyré, reformado por el arquitecto Aníbal González. Destacan los platos de arroz y también las gyozas, con deliciosos rellenos, aunque muchos vienen hasta aquí con la intención de degustar su carta de tapas.

También merece una visita Ispal (Plaza de San Sebastián, 1), del exitoso grupo hostelero La Raza y, probablemente, su restaurante más rompedor. Aquí se fusionan de una forma magistral sabores tradicionales andaluces con innovadoras técnicas y presentaciones en un local muy agradable.

Y, desde luego, conviene darse una vuelta por el Mercado Lonja del Barranco (Arjona, s/n) con sus decenas de locales en los que tomar un vino o una cerveza con tapas, pero donde también se puede comer o cenar muy a la última.

Restaurantes en Triana

Buena parte de los bares y restaurantes de Triana se concentran en la Calle Betis. Pero, más allá de la zona ribereña al Guadalquivir, el barrio ofrece otras muchas opciones. Entre las más destacadas se encuentra Jaylu (López de Gomara, 19), un restaurante de vocación marinera (como el barrio mismo), que presta una especial atención a los productos de calidad que vienen del océano.

Algo más económico es Victoria 8 (Victoria, 8), en plena Cava de los Gitanos, y enmarcado en un típico patio andaluz de geranios, fuente y azulejos. Su vocación inicial es la de sublimar los sabores tradicionales. Pero en Sevilla es casi imposible resistirse a traer a la mesa nuevas influencias gastronómicas: en este local lo consiguen de una forma muy certera.

Cocina típica sevillana es también la que ofrece el restaurante Bodegón (Virgen de Luján, 45), muy próximo al Parque de los Príncipes. Además, en un bonito entorno con bodega vista, y que otorga un especial protagonismo a los productos marineros, sobre todo las frituras.

Estas son solo algunas referencias, porque para comer en Sevilla lo ideal es dejarse guiar por el instinto y, sobre todo, por los consejos de los propios sevillanos. Al fin y al cabo, por su carácter y forma de vida, en esto del buen comer son auténticos expertos.