La Torre de los Perdigones de Sevilla es el único vestigio de un curioso complejo industrial del siglo XIX que durante mucho tiempo funcionó en la calle de Resolana, en el barrio de San Gil de Sevilla, junto al principal acceso a la Expo-92: el Puente de la Barqueta. Se trataba de la antigua fábrica de San Francisco de Paula, que era más conocida como la Fábrica de Perdigones. Y es que, desde 1885, en el interior de esta torre se fabricaban perdigones, balas y planchas de zinc para fabricar las famosas bañeras de la época bajo la dirección de su propietario, el industrial Manuel de Mata y Muñoz.

Historia de la Torre de los Perdigones

La Torre de los Perdigones es uno de los pocos monumentos industriales que tiene Sevilla. Fue levantada en el año 1885 por Manuel Mata con el fin de sacar rendimiento a la fabricación de perdigones. Esta munición de las escopetas de caza se fabricaba aquí fundiendo el plomo en un horno que, después, con unos grandes cucharones, se echaba en cribas de diferente calibre, según el tamaño de los perdigones. Las ventanas de la torre permitían entrar el aire y la corriente hacía el resto del trabajo, porque el aire provocaba que los perdigones se desplomaran como si de lluvia se tratase. Aquellas “gotas” caían formando una esfera que, gracias a una “piscina” de agua fría, se solidificaban con una forma redondeada perfecta.

Después de que la fábrica de perdigones dejara de funcionar en los años 50 del siglo XX, la torre comenzó a deteriorarse y quedó prácticamente abandonada hasta que, poco antes de la Expo de Sevilla,  fue restaurada gracias a unos conocidos almacenes, una tarea que fue completada años más tarde, en 2005, por el Ayuntamiento de la ciudad, que añadió al entorno nuevas zonas ajardinadas, bancos, fuentes y parques de juegos infantiles, en un espacio de casi 18.000 metros cuadrados.

En los alrededores de la Torre de los Perdigones, hubo durante muchos años asentamientos chabolistas que, finalmente, acabaron desapareciendo en 2001, gracias a la intervención municipal, que los convirtió en espacios polivalentes para eventos públicos y levantó oficinas, viviendas y edificios como la actual Facultad de Odontología de Sevilla.

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Torre de los Perdigones

Visitar la Cámara Oscura y su Mirador

El 28 de marzo de 2007, la Torre de los Perdigones fue acondicionada como “Cámara Oscura” y se convirtió en un nuevo atractivo turístico de altura, ya que la estructura mide 45 metros y proyecta una imagen viva y en movimiento de lo que está ocurriendo en la ciudad, desde el extremo norte del casco antiguo. Así que aquí podrás contemplar en acción monumentos, iglesias, el río Guadalquivir y hasta el aeropuerto, gracias al instrumento óptico que corona la torre, que consta de una pantalla blanca, un espejo y unas lentes de aumento. En realidad, esta “fotografía en movimiento” de la ciudad no es más que un procedimiento utilizado ya hace más de un siglo.

Quiosco restaurante Torre de los Perdigones

Dentro del Parque Torre de los Perdigones, se encuentra un quiosco restaurante con capacidad para 60 comensales en su interior y otros tantos en sus veladores bajo pérgola del exterior, donde se puede degustar la cocina tradicional andaluza. Un restaurante cuya decoración se inspirada en el carácter industrial que predominó en la zona hace un siglo, con el ladrillo y la madera como elementos protagonistas.

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Torre de los Perdigones

Qué ver cerca de la Torre de los Perdigones

A un paso de la Torre de los Perdigones existen otros atractivos turísticos que merece la pena visitar por su interés. Enumeamos algunos:

  • Basílica de la Macarena. En realidad, se denomina Basílica de Santa María de la Esperanza Macarena y en ella se custodia la imagen de la Virgen más venerada por los sevillanos, que sale en procesión, entre vítores y piropos, durante la célebre Semana Santa de Sevilla. Es la patrona de los toreros y por ella sienten una gran devoción los gitanos. Junto a la basílica, se encuentra un Museo que recorre los 400 años de historia de la Hermandad de la Esperanza Macarena. Calle Bécquer, 1.
  • Torre de Don Fadrique. Situada en el patio del convento de Santa Clara, muy cerca de la Alameda de Hércules, esta torre albarrana toma el nombre del hijo del rey Fernando III el Santo, don Fadrique, quien mandó construir esta torre cuadrada de estilo románico y gótico dentro de su residencia de Sevilla. La torre está cargada de leyendas y se conserva en perfecto estado. Calle Lumbreras, 25.
  • Alameda de Hércules. Es un gran jardín público, considerado el más antiguo de España y de Europa, y el espacio de moda donde se fraguan los movimientos sociales más interesantes de Sevilla. La Alameda de Hércules tiene una gran historia y, en la actualidad, es una zona de copas y restaurantes muy animada, en la que abundan los locales LGTBI. Uno de sus edificios más populares es la Casa de las Sirenas, un palacete del siglo XIX reconvertido en centro cultural. En las cercanías de la Alameda se encuentra también la casa natal de Gustavo Adolfo Bécquer.
  • Muralla almohade de Sevilla. Una parte importante del patrimonio histórico y artístico de Sevilla la constituye su muralla almohade, levantada hace 11 siglos y cuyos restos se pueden ver en varios puntos de la ciudad, entre ellos junto a la Torre de los Perdigones, exactamente junto al Arco de la Macarena. La muralla original llegó a tener hasta 18 puertas de acceso.
  • Antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Conocido también como Hospital de la Sangre, este edificio es la sede, desde 1992, del Parlamento de Andalucía. Fue fundado en 1500 como hospital para mujeres y su magnífica arquitectura se articula en torno a ocho patios. En la antigua iglesia, con vistosas portadas de mármol, se celebran ahora los plenos parlamentarios.