En Tenerife, aún existe un tesoro escondido, un rincón único de la isla donde se puede contemplar toda su historia, desde las primeras erupciones volcánicas hasta el día de hoy. La Reserva Ambiental de San Blas es una joya que combina naturaleza y cultura canaria. Con más de 500.000 m² de espacio protegido, es posible admirar las huellas del pasado volcánico de la isla, así como la flora y fauna endémica que se asentó en esta zona hace miles de años. También se pueden descubrir los vestigios dejados por los seres humanos a lo largo del tiempo, desde la presencia de los guanches hasta la actualidad.
San Blas es un claro ejemplo de la riqueza natural y cultural de la isla. Su preservación casi intacta ha permitido la conservación de ecosistemas muy propios de esta zona, proporcionando valiosos hallazgos arqueológicos, biológicos, geológicos e históricos. Este espacio se ha mantenido fiel a sus orígenes y ha permitido una coexistencia armoniosa entre animales, plantas y seres humanos a lo largo de los siglos.
La orografía de San Blas, además de ser espectacular, forma parte de este legado natural y cultural, convirtiéndose en un referente de conservación patrimonial.
Una experiencia única
La visita a la Reserva Ambiental de San Blas incluye una parada en el Centro de Interpretación, seguido de una salida con un guía especializado para recorrer el espacio natural y descubrir el patrimonio de este lugar. En un recorrido de aproximadamente dos horas, los visitantes aprenderán de manera amena y rigurosa sobre la historia de Tenerife, mientras disfrutan de la naturaleza en su máxima expresión.
Mínimo por reserva: 1 persona/s
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