En Europa, son pocos los destinos de mar y playa cuyo disfrute está asegurado los 365 días del año. Las islas Canarias —que realmente se encuentran alineadas con el continente africano—, son una de esas rarezas a las que se puede acceder con toda facilidad gracias a su importante red de transporte aéreo.
El clima subtropical de la isla de Tenerife —la más grande del archipiélago—, asegura unas aguas cuyas temperaturas nunca bajan de los 18ºC, siendo esta una de las principales razones por las que la isla se revela como un verdadero paraíso para los aficionados al buceo. La otra razón de peso se halla en el origen volcánico de Tenerife, el cual, sumado a los procesos erosivos de la roca, ha terminado esculpiendo un paisaje submarino de gran belleza.
Al abrigo de estas condiciones inmejorables para la práctica del buceo, el litoral de la isla ha visto proliferar innumerables centros de buceo con profesionales altamente cualificados, y cuyos servicios abarcan tanto al buceador novel como al experto. Si nos sigues, te lo contamos todo.
Centros y cursos de buceo en Tenerife
Respirar bajo el agua no es cualquier cosa, y por esto, la seguridad en torno a la actividad lo es todo. Tenerife, como ya adelantábamos, se ha consolidado a lo largo del tiempo como uno de los destinos más experimentados en la práctica del buceo. FEDAS, ACUC, SSI o PADI son sólo algunas de las numerosas organizaciones internacionales que emiten y avalan certificados de buceo submarino, siendo por ello obligatorio que todo instructor disponga de una de estas licencias en regla.
Dicho esto, a continuación, vamos a explorar algunos de los más de sesenta centros de buceo (¡sí, sesenta!) que la isla acoge a lo largo de su litoral:
- Al norte de la isla, a medio camino entre el encantador municipio de Los Realejos y el de Puerto de la Cruz, encontramos el Centro de Buceo Atlantik. Fue fundado en 1994 por la familia Christoph, cuando en la costa norte de Tenerife no existía ningún otro centro dedicado al buceo. Hoy en día, su experiencia y una cartera de clientes fieles avalan su buen hacer. La Chimenea, El Laberinto, La Montaña de los peces, o El Túnel son sólo algunas de las curiosas formaciones geológicas que se visitan durante sus recorridos submarinos, ya sea en español, alemán o inglés.
- Al noreste, situado en el puerto deportivo Radazul (en Santa Cruz de Tenerife), el Club de Buceo Quimerasub ofrece un trato cercano a sus clientes desde 2010. Se trata de una empresa familiar avalada por la organización ACUC, cuyas actividades incluyen tanto excursiones diurnas como nocturnas por las aguas cristalinas contiguas al puerto. Una buena opción si nos alojamos en la capital de la isla y queremos bautizarnos en esto del buceo.
- El siguiente centro de buceo nos lleva directamente al extremo sur de Tenerife, concretamente a Los Abrigos, uno de los núcleos de población que conforman el municipio de Granadilla de Abona. Se trata del Club de Buceo Ecological Divers, un centro especializado orientado al buceo seguro y ecológico. Y para los buceadores experimentados, ofrecen excursiones a diferentes pecios hundidos en las profundidades de las aguas que rodean la isla.
- Y al oeste de la isla, en un paraje tan especial como el de los acantilados de Los Gigantes, se encuentra el Centro de Buceo Espíritu de Buceo, un centro con certificación PADI que organiza todo tipo de actividades de lunes a sábado. Entre sus servicios podemos encontrar tanto excursiones de esnórquel —las cuales no implican el uso de botella de oxígeno—, como de buceo para todos los niveles. Con servicios personalizados, incluyendo grupos reducidos, su emplazamiento promete una experiencia única, dadas las impresionantes panorámicas a ras de agua que ofrecen los barrancos.
Inmersiones famosas y pecios hundidos
La costa note de Tenerife es, desde el punto de vista del buceador, una zona dificultosa que requiere de cierta técnica para su exploración. Esto se debe a que, por lo general, sus aguas están más expuestas al fuerte viento, y por ello su oleaje suele ser más bravo que el del sur. Ahora bien, no por ello debemos renunciar a la visita de los tesoros submarinos que este tramo del litoral esconde:
- La Baja de los Realejos, situado frente a la localidad homónima, es un imponente bloque de roca basáltica cuyo cuerpo se alarga desde los 50 metros de profundidad hasta prácticamente la superficie del mar. Asimismo, sus paredes verticales presentan grietas y fisuras que incitan a la curiosidad del buceador.
- Muy cerquita, enfrente de Puerto de la Cruz, encontramos La Chimenea, un túnel volcánico vertical de 15 metros de longitud cuyo origen se debe a un esporádico escape de lava. Para llegar a él, antes se deben realizar, nada más y nada menos, que otros 20 metros de descenso, por lo que su dificultad es más bien alta.
- La formación rocosa conocida como La Catedral acecha escondida tan sólo un par de kilómetros más al este. Columnas, bóvedas y arcos de roca volcánica permanecen intactos bajo la superficie del mar desde que, en su momento, fueran modelados de manera improvisada por las fuerzas de la Naturaleza. Es, sin duda, una de las inmersiones más emblemáticas de Tenerife.
Por su parte, las costas sur y oeste disfrutan de aguas más tranquilas:
- Enfrente de los acantilados de los Gigantes se encuentra la Atlántida, un conjunto sumergido de columnas de basalto cuya apariencia nos recuerda a la isla-ciudad mítica nombrada por Platón.
- A la altura de La Caleta, en las inmediaciones de Costa Adeje, se encuentra el Puertito Armeñime, una de las calas en Tenerife donde más bautismos de buceo se han realizado. Además, es fácil ver tortugas marinas.
- Y, ahora sí, en el extremo sur de la isla, encontramos al Condesito, un barco cementero hundido en 1973 cuya prolongada estancia bajo el mar le ha granjeado multitud de compañeros marinos. A 15 metros de la superficie, en su proa aún se puede contemplar el choque sufrido contra el arrecife de Punta de Rasca que lo condenó a las profundidades del mar. Sin duda, todo un atractivo que los centros de buceo no dudan en ofertar para captar nuestra imaginación romántica.