Al norte de Tenerife se encuentra el municipio de Icod de los Vinos, muy conocido por albergar uno de los emblemáticos iconos de las islas Canarias: el Drago Milenario. Se trata de una especie arbórea con más de 800 años que esconde leyendas muy antiguas que se han ido contando de padres a hijos. Dicen que es el drago más antiguo del mundo.
El drago de Icod de los Vinos mide 18 metros de altura y el perímetro de su tronco es de 20 metros. Conocido como el Drago Milenario, es uno de los símbolos más legendarios de Tenerife y se puede visitar en el parque del Drago (Drago Park). Este árbol, también nombrado como Draco o Draco Palma Canariensis, es un impresionante monumento vivo de ramas espesas cuyas hojas tienen forma afilada. Una de las curiosidades del drago canario es que su resina es de color rojo y algo más densa de lo normal, lo cual llama especialmente la atención. Por eso, cuenta la leyenda que esa resina era ansiada por los romanos, que creían que era un elemento protector y con él nunca serían vencidos. Desde entonces, el mito se fue extendiendo por muchos lugares de la isla.
- El parque del Drago Milenario: regreso al pasado
- Qué ver en el parque del Drago
- Icod de los Vinos: más allá del drago milenario
- Qué ver en Icod de los Vinos
- Dónde comer en Icod de los Vinos
El parque del Drago Milenario: regreso al pasado
Está situado en la plaza de la Constitución de Icod de los Vinos y se debe abonar una entrada para visitarlo. Una vez dentro, es muy sencillo recorrerlo y disfrutar de este ejemplar milenario y de otras variedades de cardones, tabaibas y otros pequeños dragos, a través de senderos y caminos ya marcados.
Qué ver en el parque del Drago
Además de conocer otras especies arbóreas y disfrutar de un día al aire libre conociendo en profundidad la belleza de un árbol con más de 800 años de vida, podrás gozar de unas increíbles vistas del Teide desde lo alto del parque. Dicho parque ocupa tres hectáreas y se adentra hasta el barranco Caforiño. Al otro lado de este barranco, hay diversas terrazas en las que se obtenía carbón. También se puede contemplar un antiguo lagar. Como dato curioso, hay que saber que cerca del drago canario se encuentra la casa de la Inquisición, que fue levantada a finales del siglo XVII.
Otro de los planes que te ofrece el parque es divertirte con una jornada de picnic, en una zona especialmente habilitada para ello. También puedes visitar una cueva sagrada de los antiguos guanches (nombre con el que se conoce a los habitantes de las islas Canarias del siglo XV) o recorrer el parque acompañado de un guía especializado en flora canaria que te descubrirá las maravillosas especies que se pueden encontrar a lo largo del mismo.
Icod de los Vinos: más allá del drago milenario
El pequeño municipio tinerfeño tiene una fuerte relación con la cultura vinícola y de ahí su nombre. Cuando los castellanos introdujeron el cultivo de la uva en Tenerife, allá por el siglo XV, Icod fue una de las localidades más exitosas en la producción de vino y de aguardiente. Con el tiempo, Icod de los Vinos se convirtió en la cuarta localidad más importante de Tenerife en la exportación de esta bebida a otros países como Portugal o Reino Unido.
Qué ver en Icod de los Vinos
Para visitar esta localidad, puedes planificar tu día y tomar nota de algunas de las curiosidades que ofrece:
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Cueva del Viento
Se trata de una cueva volcánica que tiene 18 kilómetros de extensión, lo que la convierte en una de las más largas del mundo. La cueva del Viento se descubrió en 1969 con una primera exploración, en la que se hallaron 6 kilómetros de cavidad. Sin embargo, hubo sucesivas marchas espeleológicas que fueron avanzando y llegaron a explorar hasta 18 kilómetros de extensión. En ella, se puede contemplar una gran variedad de fenómenos geomorfológicos, restos de fósiles y fauna cavernícola. La entrada principal se encuentra en el barrio que lleva su nombre, Cueva del Viento, lo que indica que era conocida por la gente del lugar desde hacía mucho tiempo.
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Iglesia de San Marcos
Cuenta la leyenda que la imagen de San Marcos fue hallada en la playa que lleva su nombre y que fue con la llegada de los “españoles” cuando comenzó la veneración del santo. Ésa fue, al parecer, la causa de que se construyera una iglesia en su honor. El templo, con una torre central, presenta unas fachada sencilla y el interior consta de una planta rectangular de tres naves y 8 capillas.
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Mariposario del Drago
Si tienes curiosidad por descubrir esta especie tan original, no te olvides de hacer una visita al mariposario, situado junto al drago. Hay más de 800 especies de mariposas exóticas de todos los colores y procedencias en este jardín tropical. El centro está abierto todos los días. Consulta horario en su página oficial.
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Playa de San Marcos
Con 160 metros de longitud, se trata de una de las playas más pequeñas y tranquilas de Tenerife, tiene forma de concha y, gracias a su especial ubicación, presenta la particularidad de estar resguardada del viento. Lo más original es su arena volcánica, que la dota de mucha personalidad. En verano suele estar más concurrida, por eso conviene llegar a primera hora de la mañana. También tiene restaurantes con vistas a la playa y servicio de hamacas para pasar un día muy agradable en familia o con amigos. Se puede acceder en coche y aparcar muy cerca.
Dónde comer en Icod de los Vinos
Puedes planificar dentro de tu visita una parada en uno de los restaurantes locales del municipio tinerfeño y probar la comida típica de Tenerife. El restaurante El Mortero ofrece una cocina de autor a precio muy razonable: cordon bleu de setas con salsa de pimientos, revuelto de champiñones con panceta y langostinos, croquetas de almogrote, y papa con costillas son algunas de las recetas que su chef ha diseñado para deleitar a sus comensales. Perfecto para celebrar una ocasión especial, en familia o en pareja.
El restaurante Carmen ofrece cocina más tradicional y arraigada a la tradición de Icod de los Vinos, siendo el puchero canario o las papas arrugadas algunas de sus especialidades. Está situado en la calle Hércules número 2 y es perfecto para comer y seguir descubriendo el municipio.