El pintoresco municipio de Garachico, situado al noroeste de Tenerife, está considerado por muchos como el pueblo más bonito de toda la isla. Este reconocimiento ha venido motivado por el precioso patrimonio histórico-artístico contenido en su casco antiguo —declarado Bien de Interés Cultural en 1994—, así como por la naturaleza que lo envuelve, con palmeras y bancales de plataneras adornando un paisaje volcánico especialmente abrupto.

Tras la conquista castellana del archipiélago canario a finales del siglo XV, el pequeño pueblo de Garachico se convirtió rápidamente en el puerto de mayor actividad comercial de la isla. Sus muelles pasaron a servir como punto de escala para los grandes navíos que, cargados de vino y azúcar locales, surcaban diariamente el océano Atlántico con destino a América y Europa. Desgraciadamente, la prosperidad del municipio se vería truncada en 1706, cuando una erupción del vecino volcán de Trevejo —también llamado de las Arenas Negras—, sepultó bajo la lava gran parte de la villa, y en especial su preciado puerto. Por ello, Garachico es hoy en día un pueblo que supo renacer de sus cenizas.

  1. Qué ver en Garachico
  2. Playas y piscinas naturales en Garachico
  3. Qué comer y dónde: bares y restaurantes en Garachico

Qué ver en Garachico

Con un desnivel que ronda los 2.000 metros, desde su elevación de mayor altitud —conocida como cerro de los Roques Blancos— hasta su casco urbano, la llegada a Garachico significa un descenso vertiginoso desde la montaña hasta el mar. Según nos acercamos, casitas blancas dispersas comienzan a descender por la ladera, y poco a poco, el pueblo va dibujándose en forma de pequeñas plazas y callejuelas, iglesias de estilo colonial y palacetes burgueses…

Nosotros os proponemos iniciar la ruta por el extremo oeste de Garachico, lugar de entrada de la carretera TF-42 que da acceso al pueblo. Allí, a las afueras, nos recibe pintada de blanco la pequeña ermita de San Roque, templo levantado a principios del siglo XVII como una suerte de invocación protectora contra la peste bubónica que golpeaba entonces la villa.

Continuando por la carretera, pronto llegaremos al monumento al Motín del Vino, una escultura de un hombre portando una barrica de vino, bajo cuyos pies se puede leer la siguiente cita: “Una noche de 1666 torrentes de vino corrieron por Garachico”. Esta viene a rememorar la curiosa rebelión tinerfeña llevada a cabo contra el monopolio inglés del vino, la cual resultó de la destrucción de numerosas bodegas de la zona. Es, además, un buen lugar donde aparcar el coche.

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Garachico. Tenerife.

A pocos metros nos encontraremos inmersos en el colorido casco antiguo de Garachico. Una profusión de casas blancas, azules, naranjas y amarillas cuyas esquinas nos acaban por revelar el corazón del pueblo: la plaza de la Libertad. En ella se aglutinan la gran mayoría de edificios importantes, como la iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles —reconvertida en Museo de las Ciencias Naturales e Historia—, la iglesia de Santa Ana —originaria de 1520, la casa-palacio de los Condes de La Gomera —también conocida como la Casa de Piedra por su fachada de cantería—, o el Ayuntamiento de Garachico. Además, en un extremo de la plaza nos sorprenderá encontrar una estatua del libertador venezolano Simón Bolívar, cuyos antepasados fueron vecinos de Garachico.

 

 

Antes de dirigirnos hacia la línea de mar, conviene no olvidar el parque de la Puerta de Tierra, una zona verde donde aún puede contemplarse el arco de la puerta que daba acceso al antiguo puerto de Garachico en el siglo XVI. Y como atractivos complementarios del mismo, podremos visitar también un ejemplo de viejo lagar para uva, y un busto del poeta gaditano Rafael Alberti.

Playas y piscinas naturales en Garachico

Ahora sí, si nos encaminamos hacia la costa de Garachico, donde descubriremos otros tantos atractivos del lugar. Por ejemplo, el castillo de San Miguel (1577), ejemplo perfecto de arquitectura militar en Tenerife, cuya antigua misión era la de repeler frecuentes incursiones piratas, como las de Francis Drake. Declarado Bien de Interés Cultural en 1999, en la actualidad alberga en su interior un Centro de Información Patrimonial.

A su vez, dicho castillo pareciera custodiar el que es considerado, tal vez, el mayor atractivo turístico del municipio: las piscinas naturales del Caletón. A espaldas del fuerte, aparecen estas curiosas calderas o charcos surgidos durante la erupción volcánica de 1706, cuyo interior se llena y se vacía de frías aguas en función de la marea oceánica.

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Garachico. Tenerife.

Desde dichas piscinas es desde donde mejor se aprecia el imponente islote que da nombre al municipio. El Roque de Garachico, declarado Monumento Natural en 1987, alza sus paredes verticales a escasos metros de la costa, sirviendo como refugio a numerosas aves migratorias.

El litoral más próximo de Garachico cuenta, además, con un reciente puerto deportivo, con acantilados coronados por miradores —mirador de El Guincho y mirador de La Culata—, y con playas diversas como la playa de Garachico, la playa del Muelle o la playa de El Guincho.

Qué comer y dónde: bares y restaurantes en Garachico

A todo el patrimonio paisajístico y arquitectónico que atesora Garachico, ha de sumarse su deliciosa gastronomía, rica en productos del mar y siempre acompañada del vino blanco local con denominación de origen Ycoden-Dante-Isora.

Entre sus platos tradicionales está el “guiso de vieja”, el pescado blanco de roca más popular y querido por los canarios. Otros pescados que frecuentan las mesas de Garachico son el mero, la caballa, el atún o la dorada, así como el pulpo y las lapas. Y, por supuesto, los caldos de papas y los arroces caldosos son siempre una opción alternativa muy a tener en cuenta.

Si nos apetece el plan de tapas, conviene no perder de vista bares tan típicos como La Taskita de Li (Esteban de Ponte, 35), especializada en carnes y raciones netamente canarias; o bodegones tan tradicionales como el Bodegón Las Cucharitas (avda. República de Venezuela, 13), con el atún blanco, los calamares y el peto en mojo de azafrán como platos estrella.

 

 

Y si preferimos ir a la carta, las opciones se multiplican. El restaurante Casa Gaspar (Esteban de Ponte, 44) nos ofrece pescado fresco con muy buena relación calidad-precio. Por su parte, el restaurante Arístides (Francisco Montes de Oca, 3), especializado en carnes frescas y cazuelas, nos ofrece una localización ideal en plena plaza de la Libertad. Y, por último, el restaurante Candelaria La Cocinera (Calle el Sol, s/n) brinda recetas canarias de antaño a un palmo del parque de la Puerta de Tierra.

Qué ver en los alrededores de la zona

Si estás realizando una ruta por Tenerife y has parado en Garachico para conocer sus atractivos te recomendamos continuar visitando otros lugares a escasa distancia de esta población. A sólo 7 kilómetros se sitúa Icod de los Vinos, un pueblo con mucho encanto y calles empedradas donde podrás admirar el famoso Drago Milenario (se cree que tiene unos 800 años), recorrer sus bonitas plazas y templos, y disfrutar de un buen vino de la tierra. Si tienes tiempo acércate también a la Cueva del Viento, el mayor tubo volcánico de Europa.

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Icod de los Vinos

Un poco más alejado se sitúa Puerto de la Cruz (29 kilómetros), una población que también merece que le dediques atención. Allí no debes perderte su casco histórico, su cuidado Jardín Botánico fundado en el siglo XVIII, y el complejo Costa Martiánez, con sus piscinas y un lago artificial de 27.000 m2. Y muy cerca de esta población se sitúa La Orotava, cuyo centro fue declarado Conjunto Histórico Artístico. Es una de las ciudades más bonitas de Tenerife, y los balcones de las casas de arquitectura tradicional son de foto obligada. En la Casa de los Balcones podrás ver el maravilloso trabajo de carpintería que realizaban en el siglo XVII.

Y si, realmente, lo que te apetece es el contacto con el mar, también puedes optar desde Garachico por visitar Los Gigantes (a 34 kilómetros). En este rincón tinerfeño no sólo podrás observar la magia de sus acantilados, con sus paredes de 600 metros de alto, sino embarcarte para realizar una excursión para ver cetáceos. Hay quien llama a esta zona el gran acuario de Tenerife porque está garantizado ver delfines y otros animales en una salida náutica. Los aficionados al submarinismo disfrutarán enormemente en esta zona.

Dónde alojarse cerca de Garachico

Tenerife cuenta con excelentes hoteles desde donde organizar escapadas para recorrer la isla. En Santiago del Teide, cerca de Garachico, encontrarás el Barceló Santiago, que ofrece unas bonitas vistas sobre los acantilados de Los Gigantes. Este hotel de cuatro estrellas brinda al huésped amplias habitaciones con vistas al mar o al Teide, tres piscinas (una de ellas climatizada), y una buena restauración. No dejes de reservar un circuito de hidroterapia en su U-Spa de donde saldrás renovado.

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Barceló Santiago

Otra propuesta de alojamiento también en la misma población es el Allegro Isora, también con cuatro estrellas, situado cerca de  la bonita playa de La Arena. En esta ocasión el concepto es diferente porque ofrece 312 apartamentos totalmente equipados. Están integrados en un espacio de jardines y piscinas de más de 20.000 m2, donde tampoco faltan restaurantes y bares. Los viajeros que acudan en familia agradecerán especialmente su mini-club y la piscina infantil. También aquí podrás gozar del relax de su U-Wellness equipado con un Fitness Center.