El Jardín Botánico de Tenerife, situado en Puerto de la Cruz, también es conocido como “Jardín de Aclimatación de La Orotava”. Fue creado a finales del siglo XVIII por orden de Carlos III con la intención de que sirviera como lugar de adaptación de las plantas exóticas que llegaban de Asia y América antes de su traslado a la Península. Sin embargo, muchas de aquellas especies se fueron quedando aquí y hoy, con la ayuda del clima casi tropical del norte de Tenerife, que registra temperaturas prácticamente estables todo el año, podemos disfrutar de uno de los jardines botánicos más espectaculares de España. Además, es el segundo más antiguo después del de Madrid.
- El espectacular jardín tropical de Tenerife
- Plantas canarias en el Jardín Botánico
- Una visita imprescindible al Jardín Botánico de Tenerife
El espectacular jardín tropical de Tenerife
El primer proyecto de construcción de este espectacular jardín tropical de Tenerife fue preparado en 1790 por el arquitecto Diego Nicolás Eduardo, que tenía en el VI Marqués de Villanueva a su principal mentor. Así que dos años después, se pusieron manos a la obra e inmediatamente realizaban las primeras plantaciones. Desde entonces, no pararon de llegar semillas de todo tipo de plantas que iba recibiendo el marqués en remesas periódicas.
El aristócrata no había elegido este espacio al azar, sino que había visitado numerosos rincones de Tenerife en busca de la tierra más fértil, las conducciones de agua más seguras y la climatología más benigna con el fin de llevar a buen puerto el mandato real. Finalmente, se decidió que el Jardín Botánico debía quedar fijado, por sus características particulares, entre La Orotava y Puerto de la Cruz.
Las primeras semillas “internacionales” se plantaron en un primer momento en tiestos, tal y como ya se hacía en aquella época en el Jardín Botánico de Madrid, para trasladar después la planta a la tierra fértil. Ese fue el origen de uno de los jardines que tiene en la actualidad una de las mayores riquezas vegetales de nuestro país.
Plantas canarias en el Jardín Botánico
En los más de 20.000 metros cuadrados abiertos al público, el Jardín Botánico del Puerto de la Cruz cuenta no sólo con una enorme variedad de flora de todos los rincones del mundo, sino también con una gran colección de plantas autóctonas. En total, más de 4.000 especies vegetales. El exotismo “verde” que despliega este espacio con tanta naturaleza lo ha convertido en un lugar de visita obligada en Tenerife. Aquí se pueden ver, por ejemplo, numerosos tipos de palmeras. Junto a ellas, crecen especies tan valoradas como la piña, hierbas terrestres y acuáticas, enredaderas con flores muy particulares, higueras, etc.
Así pues, se puede apreciar en este escenario tanto la belleza fugaz de la floración de algunas plantas, que apenas duran un día, como árboles centenarios que fueron plantados cuando se dieron los primeros pasos del Jardín Botánico del Puerto de la Cruz. De hecho, ya es famosa la higuera Lord Howe, porque es tan inmensa que no hay manera de rodearla. O la Kentia, que habitualmente se ve en macetas como un arbolito de tamaño medio y que aquí es una gran palmera. También hay helechos arbóreos, alocasias colosales, delicadas y elegantes flores de Bijao, orquídeas y las impresionantes flores Ave del Paraíso.
Y como donde hay flora también hay fauna, encontramos en el Jardín Botánico de Puerto de la Cruz muchos animales que viven y pululan encantados entre las ramas de los árboles o posándose en las flores de color brillante. Hay pájaros que revolotean de un lado a otro tan veloces que son difíciles de reconocer. Los mirlos juegan al “ratón y el gato” con los lagartos de cuello azul tan característicos de Tenerife y que tanto proliferan en la isla. Toda una miscelánea de formas, sonidos, brillos, luces, colores y aromas que trasladan al visitante hasta el corazón de una asombrosa jungla.
Una visita imprescindible al Jardín Botánico de Tenerife
Visitar este jardín tropical representa una experiencia placentera para disfrutar con los cinco sentidos. Zigzaguear por los senderos entre imponentes árboles y palmeras te hará olvidar el ruido de la civilización mientras respiras un aire puro y fresco. Pasearás por un trazado geométrico con dos ejes principales que se cruzan en una glorieta donde hay un antiguo estanque. Sin embargo, es tanta la riqueza, la exuberancia y la mezcla de especies vegetales que hay aquí concentrada que tendrás siempre la sensación de estar atravesando la selva. Descubrirás encantadores rincones donde sentarte a la sombra y será una delicia pasear mientras observas el espectáculo que te ofrece la madre naturaleza.
El Jardín Botánico de Puerto de la Cruz, además, cuenta con un herbario dedicado especialmente a la rica flora canaria y una pequeña pero muy interesante biblioteca con volúmenes antiguos. También funciona como una institución científica que realiza investigaciones e intercambios a nivel internacional de especies vegetales salvajes. Y desarrolla diversos programas de investigación sobre la flora y la vegetación de las islas Canarias.
El Jardín Botánico de Puerto de la Cruz tiene una afluencia de unos 400.000 visitantes al año. Existe, además, un proyecto de ampliación para acoger nuevos ejemplares neotropicales y la característica flora del Valle de La Orotava.