Descubrir paisajes bonitos es el sueño de cualquier viajero que llega a un destino turístico. Y el Mirador Cruz del Carmen, en la isla de Tenerife, es de esos lugares donde uno puede disfrutar de un paisaje que quita el hipo. Se halla en el bosque de laurisilva del Parque Rural de Anaga y desde aquí se disfruta de un entorno idílico de la Vega Lagunera y en particular de la ciudad de La Laguna, catalogada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Como telón de fondo, descubriremos también la silueta inconfundible del Teide. Además, junto al Mirador Cruz del Carmen hay un restaurante, un centro de visitantes que fue inaugurado en 1995, y el Mercado del Agricultor para disfrutar de algo más que de naturaleza.
Tienes que saber que en Tenerife también hay otros miradores para contemplar bonitos entornos naturales, como el Mirador de Jardina, el Mirador Pico del Inglés o el Mirador de los Campitos.
Historia y entorno
Cruz del Carmen es un antiguo cruce de caminos que hace muchos años servía para comunicar los caseríos de Anaga y la ciudad de La Laguna, aunque hoy se ha convertido en un espacio privilegiado para descubrir una de las estampas más hermosas de la isla de Tenerife.
El Mirador Cruz del Carmen (Tenerife), construido en 1934, es el punto de partida de diferentes rutas de senderismo. Junto a él se encuentra la Ermita de Nuestra Señora del Carmen, que tiene una larga historia. Hay que remontarse hasta 1836, año en que se colocó la cruz que da nombre a este lugar para bendecir a los caminantes que pasaban por este cruce de caminos. Más tarde, a finales del siglo XIX, se construyó una pequeña capilla en el lugar donde estaba dicha cruz. Y en 1961 se edificó otra pequeña capilla que fue ampliada después hasta alcanzar las dimensiones que hoy tiene este pequeño templo dedicado a la Virgen del Carmen.
Rutas de senderismo cercanas
Son muchas las rutas de senderismo que se pueden realizar teniendo como punto de partida el Mirador de Cruz del Carmen. Una de ellas es la que conduce hasta Batán de Abajo pasando por Chinamada. Se trata de una ruta circular que tiene 12,6 kilómetros de longitud y que se tarda unas 5 horas en recorrer. El mejor momento para realizar esta ruta es de diciembre a mayo. Existe otro camino más exigente que parte desde el Mirador Cruz el Carmen y llega hasta Roque Bermejo. Sin embargo, el sendero más célebre y más recomendable para todo tipo de público es el Camino de los Sentidos, una ruta fácil y accesible que permite explorar el bosque de laurisilva y descubrir la flora y fauna endémicas de Canarias sin hacer un esfuerzo grande.
Hay que recordar que el Parque Rural de Anaga es también un espacio ideal para los amantes de las aves, porque hay muchas especies autóctonas de Canarias muy singulares, como el pinzón azul o la paloma rabiche.
Cómo llegar
El Mirador de la Cruz del Carmen se encuentra a unos 10 kilómetros al norte de Santa Cruz de Tenerife y se accede hasta aquí fácilmente en coche y en transporte público. Se llega por la carretera de montaña TF-12, que conecta La Laguna a través de las cumbres de las montañas con la Playa de las Teresitas. Recuerda que existe un aparcamiento gratuito bastante grande junto al restaurante. También se puede llegar en transporte público, pues existe una parada de autobús en el mirador de las líneas de autobuses 76, 77, 273 y 275 que salen de La Laguna.
Qué puedes ver en los alrededores
Cuando vayas a disfrutar de las vistas del Mirador Cruz del Carmen, aprovecha para dedicar unas horas a recorrer el Parque Rural de Anaga y la ciudad de Santa Cruz de la Laguna. El Parque Rural de Anaga es uno de los grandes tesoros naturales de Tenerife y es el lugar idóneo para realizar rutas de senderismo, observar la fauna y la flora autóctonas canarias y explorar las aldeas tradicionales de la isla. Por su parte, La Laguna es una ciudad con mucho encanto que atesora una larga historia y un valioso patrimonio. Catalogada como Patrimonio Mundial por la Unesco, se encuentra a sólo 10 kilómetros al sur del Mirador Cruz del Carmen y aquí podrás explorar la rica cultura de Tenerife, con valiosas muestras de la arquitectura colonial y una vibrante vida nocturna.