No es un museo tradicional ni lo pretende, el Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife ha nacido con una filosofía que pretende comunicar la ciencia de un modo diferente. Está dispuesto a emplear todos los medios posibles para llegar al público. Para conseguir este loable objetivo no duda en usar la interactividad, los elementos multimedia y los experimentos para que el aprendizaje se obtenga de un modo lúdico.

Uno de los referentes de este museo es Frank Oppenheimer, que creó en 1969 su primer Centro de Ciencia (Science Center) con una motivación similar. Para este físico lo importante no eran los objetos expuestos sino las preguntas que podían generar en el público, ya que esto permitiría desarrollar sus sentidos y creatividad.

La labor desarrollada por el Museo de la Ciencia y el Cosmos también cumple una función de difusión de la cultura científica contribuyendo a extender el conocimiento como complemento al aprendizaje escolar y, también, como un añadido en la educación no formal.

  1. Museo de la Ciencia de Tenerife. Un espacio de inspiración
  2. Astronomía para todos
  3. Comunicar la ciencia
  4. El Planetario
  5. Exposiciones y actividades del Museo de la Ciencia y el Cosmos

Museo de la Ciencia de Tenerife. Un espacio de inspiración

Aunque por la filosofía descrita puede parecer un espacio de reciente creación cuenta con una trayectoria histórica que se inicia en 1993. En aquellos momentos, se dedicaba principalmente al tema astronómico y, de hecho, fue promovido por el Instituto de Astrofísica de Canarias con la colaboración del Cabildo de Tenerife. A la inauguración de este espacio acudió el astronauta ruso Sergei Krikalev, que había permanecido en la estación espacial Mir durante más de 300 días.

El diseño del edificio, situado cerca del Instituto de Astrofísica de Canarias de La Laguna, resulta acorde con lo que se desea transmitir en el interior. Fue construido por los arquitectos Jordi Garcés y Enric Sòria, y cuenta con el asesoramiento museográfico de Enric Franch. Su planta tiene forma de media estrella con puntas y la terraza se ha equipado con lo necesario para funcionar como observatorio astronómico.

Astronomía para todos

La exposición permanente se adapta a todo tipo de colectivos, también a aquellos con discapacidad. Entre los módulos didácticos se encuentran aquellos que tratan de explicar los movimientos de traslación y rotación, los campos magnéticos del sol y los agujeros negros.

En la sala de Astronomía, una de las favoritas de los visitantes, se pueden ver maquetas del Gran Telescopio Canarias y de los observatorios del Teide y del Roque de los Muchachos. En este mismo lugar también se trata de explicar que la observación no es tan fácil y tan idílica como puede parecer en un primer momento. Se precisa de lugares sin contaminación lumínica y se advierte del efecto negativo de las turbulencias atmosféricas. Por suerte, en el archipiélago canario se cuenta con algunos espacios privilegiados en Tenerife y en La Palma que permiten la observación del universo. Desde 1988, además, contamos con una Ley del Cielo que vela por estas cuestiones.

Comunicar la ciencia

La Ciencia, con mayúsculas, siempre se ha practicado de una forma privada, en grupos muy selectos y a puerta cerrada. Esta forma de ver el conocimiento está cambiando y actualmente tan importante es la investigación como la comunicación de la misma, dar a conocer los hallazgos a la sociedad y fomentar las vocaciones en los niños.

En el Museo de la Ciencia y el Cosmos estos nuevos enfoques forman parte de su día a día y tratan de mantener un diálogo permanente con los ciudadanos de a pie. Hablar sobre los avances científicos, generar diálogo a través de charlas y conferencias, noches de observación de las estrellas y otras actividades, se encuentran en su programación  habitual.

Además de los temas astronómicos, y haciendo honor a su nombre, también acoge otras temáticas relacionadas con otras ciencias. Entre esas materias se encuentra la explicación tanto del funcionamiento del cuerpo humano como de determinados artilugios u objetos complejos como puede ser un teléfono móvil. Presta especial atención a los módulos sobre la electricidad, el espectro electromagnético, la luna, la meteorología, la estación espacial internacional y los icebergs. Y si la visita es en familia, te interesa también la sala infantil Microcosmos.

El Planetario

En las instalaciones del Museo de la Ciencia y el Cosmos se sitúa un planetario, una de las herramientas más prácticas y motivadoras para estudiar Astronomía. Está equipado con dos sistemas que realizan proyecciones en una cúpula de 6 metros y medio de diámetro. Prepárate para emocionarte con su proyección digital de 360 grados de Digistar 5, uno de los equipos más avanzados en esta género. Consulta la programación online porque encontrarás películas para todas las edades y preferencias.

Exposiciones y actividades del Museo de la Ciencia y el Cosmos

En un museo tan interactivo y moderno como éste, merece la pena que dediques un poco de tiempo a disfrutar de sus exposiciones temporales, donde se suelen presentar exhibiciones que combinan varias disciplinas (robos, biodiversidad, arqueología, etc.).

Asimismo, también existe una amplia programación de talleres y acampadas con las que los niños disfrutarán y aprenderán en un entorno donde se combina el conocimiento y el juego. Si visitas Tenerife en periodos vacacionales, los más pequeños tendrán la posibilidad de realizar campamentos bajo la supervisión de monitores especializados durante un tiempo más prolongado. Esta oferta para familias también se encuentra disponible en otros espacios gestionados por Museos de Tenerife como el de Naturaleza y Arqueología, y el de Historia y Antropología.

Aprender siempre debe ser divertido; esa es la enseñanza que se puede extraer de una visita al Museo de la Ciencia y el Cosmos.