El Parque Marítimo César Manrique es un amplísimo complejo de piscinas situado en la zona sur de la costa tinerfeña, en un sector que durante muchos años se consideró deprimido y que actualmente desprende una enorme vitalidad. Se trata del lugar perfecto para relajarse, tomar el sol y nadar en piscinas de agua salada mientras se disfruta de un entorno único, pues el parque ofrece vistas inmejorables al mar, así como al moderno Auditorio de Tenerife y al jardín botánico Palmetum.

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  1. El proyecto del Parque Marítimo César Manrique y la recuperación de una zona olvidada
  2. Las completas instalaciones del Parque Marítimo de Tenerife

El proyecto del Parque Marítimo César Manrique y la recuperación de una zona olvidada

Aunque hoy día la zona de Santa Cruz de Tenerife, donde se halla el Parque Marítimo, es un hervidero de actividad, ubicándose en ella diferentes centros comerciales e instituciones de relevancia —como el Centro Internacional de Ferias y Congresos o el citado auditorio—, hace unas décadas la situación era bien diferente.

De hecho, hasta que en 1991 los ingenieros de caminos Juan Alfredo Amigó Bethencourt y José Luis Olcina Alemany presentaron el proyecto del parque, esta zona permanecía al margen de los planes de desarrollo urbanístico municipales. La prueba más evidente de ello es el tipo de instalaciones que se concentraban en la misma, pudiendo encontrarse desde vertederos de residuos hasta un matadero e incluso un lazareto, o lo que es lo mismo, un hospital de aislamiento.

Afortunadamente, en el citado proyecto se definieron las principales líneas de actuación para recuperar del olvido esta zona, planteándose ya la creación del Palmetum y la instalación de una escollera para proteger el conjunto del oleaje.

El diseño del Parque Marítimo corrió a cargo de César Manrique, quien ya había efectuado instalaciones similares —en el sentido de recuperar un sector degradado— en Lanzarote. Sirva de ejemplo su célebre Jardín de Cactus, un interesantísimo centro botánico establecido en una antigua cantera para extraer áridos.

El fallecimiento del artista en 1992 no le permitiría verlo concluido. Sin embargo, el complejo lleva claramente su sello, resultando inevitable no vincularlo con algunas de las obras que el prolífico arquitecto, pintor y escultor dejó en Lanzarote, como la propia Fundación César Manrique o el Lagomar. Al igual que en ellas, en el Parque Marítimo de Tenerife están presentes el agua, la vegetación autóctona, las rocas volcánicas y, por supuesto, el respeto absoluto por el entorno natural; elementos fundamentales, todos ellos, para comprender el universo creativo de Manrique.

Las completas instalaciones del Parque Marítimo de Tenerife

El conjunto se distribuye en torno a un solárium de 17.000 metros cuadrados situado frente al océano. Además, el complejo cuenta con un amplio aparcamiento en sus inmediaciones y ofrece servicio de alquiler de tumbonas y sombrillas a precios muy económicos. Sin embargo, la razón por la que el Parque Marítimo César Manrique se halla durante buena parte del año rebosante de locales y turistas es por sus agradables piscinas, las cuales describimos a continuación.

  • Piscina principal. Con una superficie total de 6.500 metros cuadros y una profundidad máxima de 2,20 metros, destaca por su amplitud y por hallarse en un terreno ganado al mar y protegido del oleaje por una robusta escollera.
  • La piscina de la cascada. Localizada debajo del bar homónimo y junto al Palmetum, esta piscina dispone de una original forma de llenado, pues lo hace mediante dos cascadas que vierten agua desde una altura de 25 metros. Asimismo, presenta un islote central al que se puede llegar nadando fácilmente.
  • La piscina infantil. Ubicada entre las dos anteriores, la piscina infantil tiene una superficie de 340 metros cuadrados y la peculiaridad de que el agua ingresa a la misma por pequeñas cascadas que brotan entre sus rocas volcánicas. Está destinada exclusivamente a niños con sus respectivos acompañantes.

La sensación de bañarse en estas tres piscinas es similar a la que se siente al hacerlo en la playa, ya que hasta ellas llega la brisa del mar, que también se disfruta visualmente. La ventaja añadida es tener a un paso todo tipo de servicios e instalaciones (aseos, vestuarios, establecimientos gastronómicos, etc.). De igual manera, es una alternativa ideal para las personas a las que no les gusta bañarse en la playa, por las molestas piedrecillas o por el hecho de tener que quitarse la arena posteriormente. Asimismo, las piscinas disponen de escaleras y rampas para facilitar el acceso de las personas mayores y/o con problemas de movilidad.

Y si quieres combinar relax y turismo, puedes completar una jornada perfecta visitando el Auditorio Adán Martín —el moderno edificio diseñado por Santiago Calatrava, considerado hoy en día uno de los emblemas de la modernidad de Santa Cruz de Tenerife—, o bien acercarte al Palmetum, un impresionante jardín botánico de 12 hectáreas en el que se han reconstruido hasta 14 secciones biogeográficas, como el Caribe, Centroamérica o Indochina.

Tanto si viajas a Tenerife con niños como si lo haces con amigos o en pareja, no pierdas la oportunidad de disfrutar de un día de lo más relajante en el Parque Marítimo César Manrique.