El ocio marítimo de Tenerife da un paso más allá y amplía el repertorio habitual de actividades. Acostumbrados a los clásicos planes de playa —o parques acuáticos, en su defecto— que los destinos costeros nos suelen ofrecer, el archipiélago canario concede una alternativa insólita: el baño salvaje en las piscinas naturales —o charcos, como son llamados en Canarias—, que aloja en su litoral. Y, además, lo hace dándonos la oportunidad de indagar en los orígenes volcánicos de sus islas, teniendo en cuenta que todos estos pequeños rincones de roca y agua surgieron, en algún momento de la historia, del contacto de las lavas volcánicas y el mar. Toda una oportunidad de aprender y descubrir el valor de lo natural, al mismo tiempo que se disfruta de la naturaleza y el clima canarios.

A continuación, con el charco del Viento y el charco del Caletón a la cabeza, exploramos otras tantas piscinas naturales escondidas en Tenerife.

  1. Tenerife norte: charco de La Laja, charco del Viento y El Caletón de Garachico
  2. Al oeste de Tenerife: charco del Tancón y piscina natural de los Gigantes
  3. Tenerife sur: piscinas naturales Los Abrigos y charco de la Virgen
  4. Tenerife este: piscinas naturales de Punta Prieta y La Caleta
  5. Piscinas naturales de Bajamar

Tenerife norte: charco de La Laja, charco del Viento y El Caletón de Garachico

En el municipio costero de San Juan de la Rambla, al norte de la isla de Tenerife, encontramos el que es conocido por los canarios como charco de La Laja, una encantadora piscina natural en forma de círculo, creada a partir del enfriamiento de las lavas volcánicas y surtida de las mismísimas aguas del Atlántico. En este caso concreto se ha consolidado como uno de los puntos recreativos más reconocidos de toda la isla por reunir en una sola piscina numerosos atractivos. Sus aguas tranquilas y cristalinas, separadas del océano por una barrera de roca negra, permiten el baño y la pesca a sus visitantes, mientras justo al lado, una superficie a modo de solárium da la posibilidad de broncearse bajo el sol. Además, el cercano casco histórico del pueblo, fácilmente alcanzable a pie, brinda bares y restaurantes donde refrescarse con una bebida.

Charco del Viento

En el municipio vecino de La Guancha, a escasos cuatro kilómetros de distancia, se encuentra otro atractivo por excelencia de la costa norte tinerfeña. El charco del Viento, un complejo natural de cuatro piscinas, hace acto de aparición tras recorrer un estrecho sendero cuyo recorrido atraviesa innumerables fincas plataneras. Una vez allí, dos grandes brazos de roca protegen y dan forma a estos charcos cuyas cristalinas aguas son igualmente apreciadas por submarinistas y amantes del esnórquel. Además, su cercanía a las estribaciones septentrionales del Teide, nos brinda unas vistas impresionantes de dicho volcán.

Tanto el mencionado charco del Viento como las piscinas naturales de El Caletón fueron creadas durante la erupción que protagonizó en 1706 el vecino volcán Trevejo. Estas últimas, localizadas en el litoral de Garachico, dejan constancia de aquel trágico fenómeno natural que, de la noche a la mañana, destruyó el hasta entonces próspero puerto del pueblo. Junto al castillo de San Miguel, una fortaleza defensiva del siglo XVI, aparecen estos pequeños charcos de agua, frecuentemente visitados por turistas. Su cercanía al casco antiguo de Garachico, declarado Bien de Interés Cultural por el rico patrimonio histórico-artístico que atesora, es motivo más que suficiente para pasar un día en la zona.

Al oeste de Tenerife: charco del Tancón y piscina natural de los Gigantes

Si descendemos por la costa oeste de Tenerife, rápidamente nos toparemos con la bonita localidad de Puerto de Santiago, un núcleo costero de menos de seis mil vecinos perteneciente al municipio de Santiago del Teide. La misma acoge, en su línea marítima, otro “charco” muy apreciado por locales y turistas. Se trata del charco de El Tancón, en realidad, más que un charco, es una cueva marina con una peculiar morfología y una ubicación semiclandestina que brinda un lugar de baño casi mágico. Su acceso, muy cercano al Hotel Barceló Puerto Santiago, es poco más que una abertura en la pared rocosa del litoral. Por ello, se desaconseja su entrada durante los días de vendaval.

El mismo municipio también alberga, a once kilómetros de su casco histórico, la piscina natural Acantilado de los Gigantes. Se trata de una recoleta piscina a pie de mar a la que los tinerfeños también llaman charco de Isla Cangrejo, por su ubicación en la urbanización homónima. Este rincón marino, parapetado del oleaje por un muro de hormigón, ofrece panorámicas insuperables de los acantilados de los Gigantes, los barrancos más importantes del archipiélago canario, si tenemos en cuenta que alcanzan 600 metros de altura.

Tenerife sur: piscinas naturales Los Abrigos y charco de la Virgen

Una vez en el sur de la isla, surge la posibilidad de acercarnos al charco de Los Abrigos, una poza situada en el municipio de Granadilla de Abona, el cuarto más poblado de Tenerife. Especialmente recomendable entre semana, por encontrarse prácticamente vacía, esta piscina natural se muestra especialmente susceptible al estado de las mareas. Es por ello que, en caso de mar fuerte, deberemos extremar la seguridad a la hora de bañarnos en sus aguas.

Y, ya ascendiendo nuevamente por la costa este de Tenerife, podremos acercarnos también al charco de la Virgen. Situado en La Jaca, un barrio costero perteneciente al municipio de Arico, este charco –o piscina de formación natural– es famoso por su difusión en redes sociales. Acondicionado por los vecinos a principios de los años 2000, ofrece bonitas vistas tanto de la playa como del pequeño muelle del barrio. Su público actualmente es mayoritariamente extranjero.

Tenerife este: piscinas naturales de Punta Prieta y La Caleta

En plena costa este de Tenerife, el municipio de Güímar atesora, esparcidas por pequeños pueblos pesqueros, multitud de piscinas naturales. Es el caso de Punta Prieta y La Caleta, dos diminutas localidades que extienden sus casitas por la línea costera, y que esconden en su interior piscinas naturales algo distintas a las anteriores. Reacondicionadas por los vecinos, sus estructuras volcánicas originales han quedado ocultas bajo ciertos revestimientos de hormigón pintado. Sin embargo, su ubicación inhóspita las convierte en zonas de baño totalmente alejadas de los acostumbrados circuitos turísticos. Resultan especialmente impactantes durante las horas crepusculares del día.

La Caleta, Tenerife
La Caleta, Tenerife

Piscinas naturales de Bajamar

Oficialmente conocido como Piscina Natural Castillo de Bajamar, este conjunto de piscinas naturales aguarda en el pueblito de Bajamar, situado a tan sólo 14 kilómetros de San Cristóbal de La Laguna. Considerado un auténtico parque acuático natural, el complejo, compuesto de dos grandes piscinas y una piscina infantil, se encuentra resguardado del océano por un poderoso dique. Asimismo, se encuentra custodiado por el Paseo marítimo de Bajamar, un coqueto balcón con vistas al mar repleto de restaurantes, bares y diversos comercios.

Bajamar, Tenerife
Bajamar, Tenerife